Capítulo 14 Parte 2

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Estos días anteriores fueron bastante estresantes por la lejanía que Raya y yo habíamos impuesto en nuestra relación, sumándole a eso la molestia que sentí en la reunión, la manera en la que era menospreciada solo por no ser alpha me hacía cada vez más difícil controlarme, mi molestia no abandonaba mi cuerpo, deseaba llegar y darme un baño frío para ver si de esa manera me aliviaba un poco.

Pero grande fue mi sorpresa cuando fui besado y manoseado por Raya, así que aquí nos encontrábamos desesperados por tomar al contrario.

Sus manos me acercaban más a ella para luego colarse dentro de mi ropa interior y tocarme a su antojo, debía controlarme, ella no soportaría mi fuerza pero me la estaba poniendo muy difícil.

-Quieta pequeña, necesito controlarme - dije tratando de sepárame para tomar varias respiraciones, claramente mi lobo se había presentado, necesitaba calmarlo sino terminaría lastimándola.

Me senté a un lado de la cama, pero esta se acercó y continuó besándome sin importarle algo de lo que le dije.

Sus labios tomaban los míos con rudeza, mordiéndolos para así lograr tener el control de beso.

Se puso de pie frente a mi, miró mis ojos y se inclinó para quitar la única prenda que le quedaba sin dejar de mirarme, sus ojos estaban totalmente plateados.

-No te controlarás, lo quiero brusco y fuerte-, dijo y saltó sobre mí sentándose ahorcadas para luego atacar mi cuello con rudeza, yo tomé su cintura y la acerqué más a mi, mientras esta me besaba, tomé su cuello y pase mi lengua por él provocando gemidos en ella, luego la sentí acariciar mi entrepierna.

Se frotaba sobre mi, me tocaba y me embobaba con su aroma, cerré los ojos un momento por puro placer, para luego abrirlos a tope cuando la sentí sentarse y auto penetrarse.

Solté un gruñido por la sorpresa, y la aprecié, estaba saltando sobre mi, sus ojos brillantes me miraban con intensidad y sus manos me sujetaban del cuello.

Había estado con omegas antes, en mis celos, y siempre se notaban sumisas y receptivas, pero Raya era todo lo contrario, muy poco le importaba la rudeza, más bien le gustaba.

Intenté darnos vuelta, así que me recosté en la cama y me posicione sobre ella para entonces ser yo quien la penetrara.

Gemía gustosa, su cuerpo sudoroso se encontraba bajo el mío, sus manos tomaban mi espalda arañándola y sus piernas me aprisionaban a su centro.

Pero en un rápido movimiento volvió a darnos vuelta quedando nuevamente ella sobre mi.

Se sostenía del respaldo y tomaba más impulso, sacando crujidos de este por la brusquedad de sus movimientos.

Quien la viera, hace unos minutos trataba de contenerme para no lastimarla y precisamente ella estaba gozando con ser ruda.

Algunos saltos más y un gemido grutal salió de sus labios, había conseguido su liberación, le di vuelta para quedar nueva vez sobre ella y la besé mientras me movía en su interior, una sensación de placer recorrió mi cuerpo para posicionarse en mi entrepierna solicitando ser liberada.

-Necesito marcarte-, dije no resistiendo mucho a mi lobo, miró mis ojos nueva vez

-Hazlo, solo no me anudes-, respondió jadeante.

-Pensé que querías ese cachorro

-No hoy, los medicamen... ahh- trataba de responder, pero un gemido salió de su boca por la fuerza de mi estocada,  me acerqué a su cuello dejando salir a mi lobo, este dejó a la luz mis incisivos para luego encajarlos en su cuello, el sabor metálico de su sangre fue esparcido por mi boca y garganta, y el quejido de placer que salió de sus labios me hizo llegar al climax, saliendo de su interior para no anudarla.

Cuando saque los colmillos de su cuello lamí la parte afectada para hacerlo sanar y nos acomode colocándola a ella sobre mi pecho, su respiración se volvía cada vez más calmada hasta que la noté dormir.

...

Al despertar noté la hora 10:00 am, mis hermanos ya debían haber ido al trabajo, Raya seguía pegada a mí.

Me acerqué a ella y la besé, -¿Iras a tu manada hoy?-, dije cuando la noté un poco despierta

-No quiero ver la cara de esos idiotas

-Mejor, ¿porque no dejas ya los medicamentos y tratamos de concebir?

-Ujumm-, dijo tratando de acomodarse

-Bien, saldré un rato, te mandaré el desayuno-, dije y solo recibí un asentimiento para luego acomodarse y seguir durmiendo.

Desperecé, besé su frente y me di un baño, debía ir a ver que la mercancía había llegado bien, además de hablar con mis hermanos, así que pedí que llevaran el desayuno para Raya y me marché.

-¿Era necesario casi gruñir solo por preguntar cómo llegaron?-, dijo Taehyung luego de habernos saludado

-Claro que si, siempre están interrumpiendo, la próxima vez te irá peor

-No habrá próxima, créeme. ¿Sabes Jin?, tuve que dormir en la sala anoche-, dijo dirigiéndose a este

-Ahhh ¿Porque?

-Se escuchaban ruidos extraños cerca de mi habitación, no me dejaban dormir

-Debiste irte al patio-, sentencie, -Se casará Jungkook, ¿sabían?

-No-, dijeron ambos al mismo tiempo

-¿Con quien? Tenía entendido que no podía antes de los 20

-Con Min Yoori, solicitarán audiencia con el Consejo de Líderes para aprobarlo, ella está en cinta.

-Pero el Consejo de Líderes que solo aparece para crear una tragedia, ¿Ese consejo?

-Si, al parecer le deben un favor a su padre, espero no tener la "dicha" de verlos, lo que hicieron con la manada de los Han fue una masacre.

-Y ellos lo hacen llamar castigo por no cumplir las reglas-, dijo Jin

-Reglas que ellos mismo imponen-, está vez habló Taehyung

-Bien, vamos a ver la mercancía, supongo que ya llegó-, dije y asintieron para luego dirigirnos al nuevo almacén.

Las horas pasaron y regrese a la casa, apenas abrí la puerta el olor a frambuesas golpeó mi rostro, y valla que era fuerte.

Subí las escaleras y me adentré en la habitación, encontrando a Raya sobre la cama desnuda y sudorosa, su cabello caía sobre parte de su rostro y cuerpo, su mirada sobre mí.

-¿Dejaste el medicamento?-, asintió-Hagamos ese cachorro entonces.



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La descendencia de los KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora