3

143 6 1
                                    

[Nico]

Aparecimos en una calle de Brooklyn, era de noche y no se miraba absolutamente nada. Agitados y con mi respiración a mil, buscamos por todos lados un hogar donde ellos pudieran esconderse.

Avance hacia Will, que se encontraba estudiando el suelo, viendo las pisadas y la sangre salpicada. Puse mi mano sobre su hombro en forma de apoyo, este sonrió débilmente, pero aún así, con la luz de la luna la pude ver.

Rachel se encontraba a unos metros de nosotros con los demás, que inspeccionaban el lugar. Para poder averiguar dónde estarían.

Will se levantó y juntos fuimos donde los demás. Al llegar, Rachel hablaba sobre un plan. ¿Recuerdan las películas que les muestran a los mortales? Pues si, nos separaremos.

—De acuerdo, escuchen. Lo que vamos hacer es lo siguiente, cada uno tomará una parte de nosotros y formará un equipo, y ellos se separarán de mí, buscando sobrevivientes.

Todos los que estábamos allí presentes, asentimos con la cabeza y cada uno yéndose por su lado para investigar y ayudar a cualquier sobreviviente.

Camine junto a Will y Connor. Todos mirábamos en distintas direcciones para ver si lográbamos ver algo. Pasaron varios minutos sin tener noticias, me preguntaba si Rachel y los demás habían tenido suerte.

De la nada, alrededor nuestro se escucho como alguien corria hacia nosotros, Will y Connor me miraron y asintieron, preparando sus armas, listos para luchar.

Ya estábamos listos, para atacar lo que fuera aquella cosa o persona. Esperamos y esperamos, hasta que el ruido se detuvo y a los segundos vimos a dos chicos pasar a la par nuestra aterrados, o cansados.

Ellos al vernos abrieron los ojos de par en par, se miraron entre sí y asintieron. Luego uno de ellos, el pelirrojo apuntó con su dedo detrás de ellos y luego lo llevó directamente a sus labios, haciendo una seña de silencio.

Nosotros solo los observabamos, y poco a poco el ruido que antes habíamos escuchado, apareció de repente y consigo unas cinco criaturas o como suelen llamarse; Zombies.

Al verlos aparecer, agarramos con más fuerza nuestras armas y salimos al ataque. Decapite a dos zombies rápidamente, Will con su arco disparaba flechas al zombie que se acercaba a los chicos.

Connor en cambio, con su arma estaba peleando con dos zombies, así que rápidamente me moví y fui ayudarlo. Cuando por fin terminamos con todos ellos pudimos respirar de nuevo, y más tranquilos.

Lo que nos sorprendió de los chicos, es que ayudaron a Will en lo que podían. Y vaya que lo hicieron bien, Will tenían una gran sonrisa al ver que todos estábamos bien.

Al rato llegaron Rachel, Hazel, Frank y Kate. Todos estaban sucios y llenos de rasguños. Pero estaban bien, Rachel nos sonrió al vernos sanos. Detrás de ella, pude ver como habían otros chicos y algunos adultos, habían encontrado sobrevivientes.

—¿Eso son todos? —le pregunté a Rachel una vez me acerque a ella. Rachel me miró, luego los miro a ellos, para luego volver su vista hacia mí, dándome una sonrisa triste.

—Son los únicos que pude encontrar, lamentablemente. Pero algo es algo, no podemos quedarnos mucho tiempo aquí, hay que volver.

—Si, no sabemos si hay mas zombies más cerca. Descansaremos unos minutos y nos vamos.

—Claro, me avisas Nico.

Asentí y me retiré, buscando a Will con la mirada y yendo a su dirección. Al verme llegar, Will me sonrió y me beso en los labios. Me senté junto a él y los demás que estaban allí.

También pude notar a los chicos nuevos, los que encontramos minutos antes, se les miraba cansados y algo tristes, pero estaban bien.

—Eh chicos —dije llamando su atención, ellos me miraron—. Me dijo Rachel que teníamos unos minutos para descansar, y que luego nos teníamos que ir.

—Claro, solo un rato y nos vamos —respondió Connor con una sonrisa.

—Ustedes... —dijo Will, refiriéndose a los nuevos—. ¿Cómo llegaron aquí?

Ambos chicos se miraron entre sí, para luego el pelirrojo hablar.

—Estábamos trabajando cuando todo esto sucedió. Pudimos escapar apenas y anduvimos por todo el lugar en busca de un refugio, hasta que los hallamos a ustedes.

—Debieron de haber pasado por mucho —dijo Frank.

—Si, pero no nos rendimos. Queremos seguir viviendo y para eso necesitamos encontrar al hermano de Tomas —dijo el otro chico rubio.

—¿Su hermano? —preguntó Connor.

—Si, tal vez él sepa cómo ayudarnos.

Todos estábamos realmente confundidos.

—¿Qué tiene que ver su hermano en esto? —pregunté.

—El es un semidiós que nos podrá ayudar a salvar a todos —respondió Tomas.

—¿Un semidiós? —preguntó Rachel curiosa.

—Si, tal vez le conozcan pero hay que ir a otro lado para hablar. Aquí hay mucha gente.

—¿Gente? ¿Qué gente? —preguntó Kate.

—Los zombies, lo escuchan todo. Lo único que les puedo decir es que alguien ocasionó el accidente y controla a los zombies a su voluntad —dijo el rubio algo estresado, pero firme.

—De acuerdo —afirmó Rachel—. Entonces hay que irnos, no debemos tardar mucho.

Todos asentimos, nos preparamos y Rachel daba instrucciones a los supervivientes.

—Rachel... —llamó Connor, ella le miró—. ¿Los supervivientes  saben...?

—Si —afirmó ella—, ven a través de la niebla. Saben lo que somos.

Asentimos de acuerdo.

—Bien, ahora es su turno. Nos harían el honor, Nico y Hazel.

Ambos nos miramos y asentimos. Todos se tomaron de las manos e hicieron un círculo. Tomé mis fuerzas, junto a Hazel iba a ser más sencillo.

—Listos... Ahora...

Todos nos envolvimos en sombras y desaparecimos. A los segundos aparecimos de nuevo en el edificio Daré. Todos estaban algo mareados y se sentaron en el suelo.

Rachel fue abrir la puerta del mini bunker y algunos semidioses salieron para ayudarnos. Nos revisaron y nos dijeron que todo estaba bien, que ninguno había sido mordido.

Pudimos sólo por esta vez, sonreir y mantener esa alegría. Por fin, algo salía bien. Solo faltaba encontrar a los demás y sobrevivir.

Al rato de unos minutos nos levantamos para entrar al mini bunker, hasta que un llanto de un bebé nos hizo detenernos abruptamente. Todos nos miramos, y había confusión en todos.

Luego, unos golpes en la puerta de la habitación se escucharon por todos lados, Rachel nos miró y frunció el ceño.

—¿Quién podrá ser? —preguntó en un susurro.

Me encogi de hombros, no sabía la respuesta.

—Deberíamos ayudarlos —sugerio Will.

—¿Y si son peligrosos? —preguntó Connor.

—Pues nos arriesgaremos —dijo simplemente Kate.

Asentimos y caminamos hacia la puerta, con las armas preparadas para cualquier cosa. Yo iba al frente y puse mi mano en el picaporte de la puerta, cuando estaba a punto de abrirla, su voz me hizo detenerme.

Igual que los demás, estaban inmóviles. Conocíamos esa voz, la conociamos perfectamente.

—¿Percy? ¿Cariño estás aquí? Si eres tú por favor ayúdanos... —decía una voz dulce, pero ronca de una mujer.

No lo podíamos creer...

—¿Percy?.... ¡Percy...! ¡Abre por favor.... Paul, cuidado! —gritó Sally. Nosotros abrimos la puerta de inmediato y ayudamos a  la mamá de Percy.

El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora