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[Carter]

Al día siguiente salimos de Egipto hacia Nueva York, habíamos tenido una siesta bastante cómoda. Ahorita estamos en el tren, trazando un plan para averiguar la verdad.

—¿Cuándo fue la última vez que viste a Percy y Annabeth? —preguntó Jason.

—Si mal no recuerdo fue hace dos meses, habíamos combatido contra el mago Setne. De ahí, no lo volví a ver.

—Gracias, Carter, de verdad —me agradeció Piper.

—No hay de que, es bueno conocer a los amigos de Percy y Annabeth.

—Si, gracias por ayudarnos.

—Hago lo que puedo, pero les juro que le encontraremos.

—Confiemos en que será posible.

—Ahora, ¿qué haremos? —preguntó Leo.

—Bueno, podemos empezar a buscar a unos amigos míos.

—¿Quienes? —Grover estaba confundido. Los mire a todos.

—A Tomas Collins y Evan López.

—¿Dónde están?

—Deberían estar en Nueva York, en un apartado por Central Park. Pero con todo lo que ha pasado, ya no estoy seguro de que estén ahí.

—Pues busquemos, sino, ahí veremos que hacer —propuso Tyson. Todos asentimos a su dirección, esperamos a que el tren nos dejara y al final nos bajamos.

Caminamos por las calles de Nueva York, todo estaba en silencio, la ciudad parecía muerta. Sentía el miedo de las personas, pero también podía sentir las malas energías que transmitía el lugar.

Llegamos al apartamento de Tomas y Evans, toqué la puerta dos veces, con la esperanza de encontrarles, pero la puerta jamás se abrió.

Suspiré y mire a los demás detrás mío, ellos me miraban ansiosos y yo solo pude negar con la cabeza. Abrí la puerta y todos entramos al apartamento.

Todo estaba en orden, solo en la sala parecía haber un poco de desorden. Mire la mesa y vi algunos papeles, los tomé y los revise.

Algunos decían un proyecto sobre dar poderes, ¿qué rayos? Negué con la cabeza, no podían estar tan locos para participar en un proyecto así.

—¡Chicos! —llamó Jason, llegamos a la habitación y nos mostró algunas fotos.

—¿Percy y Tomas se conocían? —pregunté. Él me miró y negó.

—No lo sé —dijo Jason, él no tenía ni idea—, pero tratemos de averiguar en donde pueden estar.

—Bien, todos busquen alguna dirección útil —ordenó Piper y todo mundo obedeció, ¿qué magia era esa?

***

—Encontré algo —dijo Leo, le miramos—, Industrias Daré.

—¿Rachel? —preguntó Grover.

—Puede ser, conociéndola debe de refugiarse allá
—respondió Calypso.

—Pues vamos allá —dije, todos me miraron—. Bueno es lo único que podemos hacer.

—Tiene razón —me apoyó Piper—, vamos a buscar a Rachel, y si la encontramos a ella...

—.... Los encontraremos a ellos —terminó Jason de decir. Todos asentimos y salimos del apartamento, no sin antes cerrar la puerta.

Estuvimos caminando por horas, hasta que por fin llegamos a un edificio alto, donde su nombre lo decía todo. Entramos al edificio y al hacerlo, nos arrepentimos de inmediato.

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