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Al llegar donde Quirón, Dionisio nos abrió la puerta malhumorado y muerto del sueño, este nos miró de arriba abajo, al final frunció el ceño.

—¿Qué estais haciendo a estas horas aquí? —preguntó algo enfadado—, ¿qué no saben qué hora es?

—Lo sabemos muy bien, señor D. Pero es una emergencia, hemos descubierto para que sirven los símbolos.

Dionisio abrió los ojos de par en par y al tratar de hablar se quedó sin palabras, luego abrió completamente la puerta y nos dejó pasar.

Llegamos a la sala donde Quirón se encontraba, también muerto de sueño. Él se sorprendió al vernos a todos junto y todavía en pijamas. Me senté al frente suyo, aún seguía algo nervioso y mis manos no dejaban de temblar, menos cuando miraba a Leo, cada vez que lo hacia, miraba su cabeza en el suelo, con el rostro lleno de terror y confusión.

Alex a mi lado, tomó mi mano y la apretó, la mire y ella me sonrió. Asentí más seguro y volví mi vista hacia Quirón, que parecía algo confundido por nuestra repentina aparición en su casa en la madrugada.

—¿Qué haceis tan tarde aquí?

—Es sobre los símbolos, Quirón.

—¿Los símbolos? ¿Magnus, cómo...?

Respiré profundamente y comencé hablar.

—Tuve un sueño, al principio estaba en un lugar vacío, pero pronto comencé a ver un escenario completamente horrible, había muertes por todo lado, cuerpos por doquier. Vi a... Vi a Piper muerta —hice una pausa y la mire, igual que los demás. Ella estaba algo sorprendida y asustada, Jason a su lado la abrazo—, vi un montón de cuerpos de los nuestros, Zia, Alex, Reyna y.... Leo. Pero lo que vi después fue algo raro, pero a la vez.... Supe para que servían los símbolos.

—Habla poco a poco Magnus, una cosa a la vez.

—Vale, primero vi a una chica, salvando a Annabeth, que se encontraba con Piper, Jason llegó después, pero fue apuñalado por la espalda. Esta chica que la salvó... Jamás la había visto, pero se me hizo un poco conocida. Era una chica alta, cabello negro y ojos del mismo color. Pero lo que me llamó la atención fue que vestía uniforme, pero no cualquiera, era uno de las cazadoras. Pero este era blanco con dorado y llevaba un arco del mismo color y en medio de el, una media luna estaba dibujada.

Todo quedó en completo silencio, me fije en Thalia y esta parecía estar pensando sobre la información dada, luego mire como frunció el ceño y unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos.

—Además... Annabeth la conocía, por que ella estaba muerta. Pero hubo algo en su conversación que me llamó la atención —agregué, ellos me miraron esperando respuesta.

—Annabeth dijo que como era posible que ella estuviera allí. La chica le contestó que no había tiempo para explicar, que tenían que salvar a los demás.

—¿Qué hay con eso?

—Luego Annabeth dijo... Primero Luke y ahora tu.

—¿Osea que estás diciendo que la chica con la que habló Annabeth ya está muerta y que volvió a la vida? —preguntó Jason. Asentí.

—No puede ser... —Thalia parecía ida, pero a la vez descubrio algo importante—, ella está viva o lo estará...

—¿Quién Thalia? —preguntó Piper, pero no fue lo suficientemente valiente para decirlo, fue Annabeth la que respondió por ella.

—Zöe Belladona.

Un silencio permaneció por la habitación, mire a mi alrededor y los semidioses griegos se miraban algo tristes y pensativos. Cuando miré a Quirón y Dionisio, ambos se miraban melancólicos y confundidos, pero la que me llamó más la atención, fue Calypso. Ella estaba llorando a mares en silencio, mientras que Leo la abrazaba fuertemente. No quería saber que fue para ellos, pero era importante.

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