37

31 2 0
                                    

Luego de que Percy se desmayara, vi a Luke comenzar a trabajar en sus heridas y ponerle un paño en su frente. Entonces me armé de valor y entre a la cabaña. Al verlo allí respirando lentamente, me arrepentí de inmediato, traté de salir de nuevo pero Luke me detuvo. Maldita sea, lo voy a matar.

—Ahora nos necesita más que nunca, Silena. Está realmente mal, no se que le sucede. De un momento a otro tiene un ataque de pánico, grita cosas sin sentido y ver alucinaciones. Debo saber que está pasándole para poder ayudarlo.

No me quedaba de otra, además... Ya era tiempo de que corrigiera mis errores.

—Tienes razón, debo estar ahí para él. Creo que... Que voy a intentar, voy a estar para ambos, solo dime que hacer.

—Bien, lo primero que hay que hacer es esperar durante una hora, si no mejora... Entonces sabremos lo que ocurre, mientras tanto hay que ponernos hacer la cena y luego cocinar algunas hojas medicinales para ayudarlo, ¿crees poder hacer eso?

—Por supuesto, Luke. Haré lo que sea.

Salí de la cabaña y tomé la canasta que estaba cerca de la puerta junto a unas cajas, caminé hasta el campo y recogí las frutas que pude hallar, luego fui más adentro del bosque y busqué las hojas medicinales para que pudiéramos hacerle la medicina a Percy. Sonreí al haberlas encontrado, suspiré y fui de regreso a la cabaña, mientras que de camino a ella, estuve  pensado en todo lo que me había pasado en mi vida y al final de cómo llegué aquí, tal vez mi muerte si significaba algo, tal vez era esto.

Llegué a la cabaña y desde la ventana pude ver a Luke ponerle un paño húmedo en la frente de Percy, luego revisaba su respiración. Me preparé para volver a entrar, suspiré y al final abrí la puerta, entrando a la cabaña junto con la canasta llena. Luke sonrió al verme, yo lo miré y asenti. Dejé la canasta sobre la mesa y comenzamos a trabajar. Al finalizar, servimos la medicina en un vaso y lo dejamos reposar. El resto lo hicimos como crema, Luke se acercó de nuevo a Percy, y le puso la crema medicinal en su herida y lo dejó descansar.

Estaba tan cansada que no espere más y me senté en la silla, luego Luke me miró y se sentó en ella, suspiró y habló.

—¿Cómo estás? —me preguntó, aunque no fue la mejor pregunta, no debío hacerla. Pero agradezco el gesto, lo miré y le fulmine con la mirada, luego la suavice.

—No lo sé, me siento bien, pero a la vez culpable. Tengo miedo de que nunca despierte...

—Eh, no digas eso. Sabes que despertará, el peleará, el jamás se rinde ni lo hará nunca. Lo conoces Silena, él no es así.

—Si lo conozco, se que no se va a rendir pero aún así, con todo lo que está pasando... Tengo miedo, ¿dónde están los demás? ¿Dónde está Annabeth?

La verdad era que esa era mi mayor duda, ¿dónde estaban todos los del campamento? Entonces Luke me miró y suspiró cansado.

—No tengo ni idea, desde que escaparon del bunker, no se ha donde han ido, tal vez Percy sepa. Pero no me ha dicho nada, todos están bien, de eso estoy seguro, no te preocupes. Todo va a estar bien Silena.

—Tienes razón, debo estar calmada y confiar en ellos. Además si tenemos oportunidad, podremos volver a verlos y también saber que haremos.

Luke asintió y ya no dijo nada más. Cerré los ojos un momento para despejar mi mente y no pensar en todo aquello que necesitábamos hacer. Era cansado y no saber que tiene Percy, eso lo complica más.

—Creo que es hora de que descansemos. Debemos tener fuerzas para mañana y averiguar que le sucede a Percy.

—Si, bueno Luke... Cuidalo, estoy realmente cansada así que no creo que me despierte... —solté un bostezo—. Tengo el sueño pesado y después de todo lo que ha pasado... Necesito un descanso, linda noche Luke.

El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora