17

67 4 2
                                    

—No es cierto... ¡No! —exclamó un poco más fuerte Jason, las demás personas nos miraron confusas. Tuve que levantarme rápidamente y tome a Jason del brazo.

—No lo grites —le susurre a su oído, pude escuchar como su respiración iba cada vez más rápida—, mira... Vamos hablar en mi habitación, es más privado. Allí les explicaré todo.

Esta vez hablé un poco más fuerte para que todos ellos me escucharan. Algunos asintieron a mi dirección. Annabeth se levantó y guió algunos hacia la puerta, no sin antes agradecer a Lou por la comida y despidiéndose de sus padres, los que estaban allí.

Solo Jason, Carter, Magnus, Leo, Piper, Thalia, Nico, Will y Travis quedaron conmigo. Arrastre a Jason junto a los demás hacia la puerta donde llevaba a las otras habitaciones.

Ellos me siguieron sin dudar, no querían quedarse atrás. Avanzamos por el pasillo hasta llegar a la gran habitación que daba a las otras. Caminamos hasta la del fondo y entramos, allí ya nos esperaban los demás y Annabeth.

La habitación era algo grande, pero no tanta. Algunos se sentaron y otros simplemente se quedaron de pie, esperando una explicación sobre mi situación. Me senté en mi cama y suspiré.

—Todo comenzó después de haber vencido a Gea... —Leo de pronto me interrumpió, asustado.

—¿Ella te...?

—No —negué—, ella no me hecho una maldición, no es obra de ella. Miren, fue cuando Annabeth y yo decidimos terminar el colegio, para poder ir a la universidad, tener una vida normal, Annie quería estudiar arquitectura y yo, Oceanografía. Me encanta el mar, y quería estudiarla, a mi manera claro.

—Pero entonces después de haber terminado el colegio —habló Annabeth—, ambos nos inscribimos en la universidad de Nueva Roma, vimos algunonos de ustedes y en ese lapso de tiempo visitamos a mi primo, Magnus. Tenía unos problemas y Percy se encargo de ayudarlo.

—Luego, iniciamos las clases, todo iba bien. Ya íbamos por la mitad del semestre cuando... —hice una pausa y mire a Annie, ella asintió. Tomé aire y volví hablar—, cuando me enferme de la nada. Tenía malestares en el cuerpo, todo me dolía. Vomitaba todo lo que comía, pasaba con Diarrea y algunas veces no podía dormir porque el dolor era insoportable, me daba demasiada fiebre y tenia muchas, pero muchas pesadillas....

—Fuimos al médico para preguntar lo que le sucedía, nos vio un mortal. Dijo que todo era normal, que sólo estaba resfriado, que era normal. Y también debía ser por el estrés de la universidad, por que aún somos jóvenes. Entonces preguntamos por algún médico semidios, queríamos saber que pasaba en verdad.

—¿Por qué no me buscaron a mi, o a uno de mis hermanos? —preguntó Will totalmente confundido.

—Por qué no queríamos preocuparos, todavía no sabíamos que tenía —respondí—, además... Tenía miedo, ¿vale?

Ellos me miraron sorprendidos, jamás había admitido delante de ellos o cualquiera, que tenía miedo. Pero todo en la vida puede pasar.

—¿Y mi padre? —volvió a preguntar Will.

—Tu padre desaparecio desde que todo esto inició, Will. Pero además de eso, tratamos de contactar con él o con su hermana, pero no habían rastros de ellos, supongo que en ese entonces ellos estaban como mortales, bueno Lester. Pero no sabía nada de Artemisa. Nadie supo que fue lo que pasó, y después la enfermedad o lo que tengo avanzó más rápido.

—Nadie pudo decirnos que le pasaba a Percy —siguió Annabeth por mi—, así que decimos desaparecer por un rato, hasta que las cosas se solucionaran. Pero entonces ocurrió lo del accidente y todo Nueva York era un caos total. No sabíamos que hacer, lo único que pudimos, fue escapar y escondernos.

El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora