Los problemas parecen nunca acabar, soy como un imán que solo atraigo caos a mi vida. He pasado por mucho que ya nada me sorprende a excepción de él.
Finalmente sus secretos y su pasado serán descubiertos, no sé si pueda soportarlo todo, es como si...
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"I didn't change my number I only changed who I reply to Laura said I should be nicer But not to you I love a "You mad at me?" text Should've guessed That you would think I was upset You're obsessed Don't take it out on me I'm out of sympathy for you Maybe you should leave Before I get too mean" I didn't change my number - Billie Eilish
Narra Elizabeth
Tom se sentó a mi lado y me quito el vaso dejándolo a un lado de él, lo mire rápido y él solo dibujo una sonrisa, el hombre siguió hablando e inventando diez mil excusas, en realidad nunca quiso hablar de trabajo y obviamente sabía a que me había traído. Y si me dicen que porque no pude soltarme... Me paralice, lo pensé mucho pero no podía moverme.
Luego de media hora salimos Tom y yo de la habitación, volvimos al ascensor y bajamos.
— Tom - lo mire - gracias por eso... Yo intente irme pero no podía...
— Descuida - me miro - no pasa nada.
— Bien.
Bajamos en el piso donde estaban nuestras habitaciones.
— Liz - me miro - es mejor que duermas conmigo esta noche.
— No - lo mire - no dormiré en la misma habitación que tu, no quiero estar contigo en una misma habitación.
— No en ese sentido - me miro - ese hombre es capaz de lo que sea para estar junto a ti y no de una forma amable, por favor confía en mi.
— Nada malo va a suceder.
— Liz - soltó un suspiro - solo confía en mi.
— Ire a mi habitación por mis cosas.
— Bien.
Me acompaño y me espero afuera, salimos y camine hasta su habitación, entramos y él aún tenía toda su ropa en la maleta.
— Bien - me miro - obviamente no dormiremos juntos, voy a dormir en el sofa.
— De acuerdo.
Entre al baño para quitarme el maquillaje, mi vestido y ponerme el pijama, salí y Tom ya estaba acomodando sus cosas en el sofá, me acerque a la cama y me acosté.
— Descansa, Liz.
— Igualmente.
Cerré mis ojos para dormir pero no fue por mucho tiempo ya que desperté de nuevo, mire el reloj y eran las tres y media de la madrugada, desperté gracias a los ronquidos de Tom, me hubiera gustado arrojarle una almohada pero no creo que fuera lo más conveniente en estos momentos.
Regresamos a Londres después de unos días, estaba con mis hijos de nuevo, Amy y Sebastian estaban aquí con nosotros, ella me decía que ya habían comprado todo para la habitación del bebé y que estaban demasiado felices.
