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Hola aquí, pequeños pajarillos

Creo que es más seguro que publique pasando un día o dos, el capítulo de hoy no es tan extenso como el de ayer pero sí con una carga emocional.

Nos leemos abajo.


                            Capítulo 6   No perteneces a ninguna parte


La mañana del último lunes del tercer mes la encontró con una suerte de mierda, se había quedado dormida tanto que solo pudo vestirse rápido y correr con una tostada para que su hermana no se fuera sin ella. Momentos como este la detestaba, ¿Qué le costaba ir a verla o tocar su puerta para ver si todo estaba bien? ¡Gritarle incluso! Pero no, nadie la despertó así que salió de mal humor por no haber comido.

¡Con un demonio! Olvido agarrar el impermeable y ahora se empaparía solo hasta llegar a la entrada del edificio 2. No tenían ni un repuesto en la camioneta así que al salir corrió lo más rápido que pudo sin poder evitar mojarse.

La primera hora de matemáticas, horrible empezar clases así, pero se entusiasmó pensando que Alice estaría ahí. Se sentó en el sitio habitual y vio a la vampiresa le saludo alegre, pero...

Alice ni contesto su saludo ni la mira por un momento, así transcurrió la clase entera. Su mal humor aumentaba acompañado de un sentimiento más. Intento hablar con ella, pero en cuanto tomo su mochila la pequeña vampiresa ya no se encontraba ahí.

Aun confundida se dirigió a su clase de historia, tendría solo una hora, de hecho era el día que más compartían juntos. Y volvió a ocurrir lo mismo.

Era el mismo Jasper de las películas y la descripción del libro. De atmosfera cerrada, gestos impropios de un ser vivo y sentado a tres bancas lejos de ella. Ni un saludo ni una mirada desperdiciada a su lado del aula.

Eso dolió, dolió demasiado su mal humor se quedaba corto para el dolor emocional que le estaba causando la pareja de vampiros.

Hasta el viernes del anterior mes todo iba bien, bromearon y estaba convencida de que podía llamarlos amigos, pero Jass...Jasper era a quien se apegó más, el cambio de actitud esta forma de ignorarla y desterrarla como si todo lo antes vivido no importara la lastimo más que cualquier otra cosa en esta nueva vida.

Las lágrimas pugnaban por salir, no las dejaría, no las dejaría.

Se había apegado a Jasper, lo consideró importante sentía que tenía a alguien en este nuevo mundo, sentía como si un hilo arraigado en lo profundo de su corazón fuera cortado dejándola desangrarse a morir sola.

Soledad era la palabra perfecta, Jasper y Alice la habían sacado de la soledad haciéndola sentir aceptada y aunque reconocía no era sano por lo rápido del apego, pero le dieron tres meses y un poquito más de su tiempo no es solo verlos y a la mañana siguiente decir que eran super amigos...llevaban malditos cuatro meses, si redondeaba, hablando. Al fin sentía que en una parte de este lugar ella podía estar y volver ahí. Ahora ya no tenía nada.

Estaba sola otra vez.

Deseaba poder ir a su casa y encerrarse en su dormitorio, pero cada vez que lo pensaba el recuerdo era de su anterior vida ya que aquí se sentía una intrusa.

A saber, que dijeron en las otras clases, llego a la cafetería esperando que el dolor en su estómago se debiera al hambre. Los vio ahí sentados en su mesa favorita mientras la pareja de los del último año charlaba entre ellos mientras Edward perdía su mirada en alguna parte de las paredes de la cafetería simulando llevar el ritmo de una melodía con sus dedos.

Nueva vida, niña idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora