One-shots AllSteve

SpiderShieldPool

Mención de incesto.

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El divorcio se había llevado a cabo hace un año.

A la edad de cuarenta y siete años, Steve era un Omega abandonado, desecho y con una cicatriz en su cuello.
Cicatriz donde anteriormente había una bonita marca que portaba con orgullo, siempre lo había hecho así ya que se sentía afortunado de tener a un buen alfa como Tony cómo su destinado.

Pero incluso, aún siendo destinados y almas gemelas habían deslices y mentiras.

Aún lo recuerda, ahí sentado en aquel departamento viejo de Brooklyn, podía recordar cómo su alfa empujaba sus caderas con fuerza contra las nalgas de Bucky.

James había entrado en celo, y su buen alfa había decidido ayudarlo.

Sabía que no había sido su culpa, después de todo, un alfa era débil ante un Omega en celo.

Y aún cuando Tony no tenía culpa, no quería estar con él. No cuando había marcado a Bucky como su Omega.

Tony le rogó, le suplico de rodillas su perdón.
Lo perdono pero no podía volver a él. No sin recordar cómo lo encontró con James.

Se sentía traicionado, engañado y herido. Su lobo aullaba en sollozos, por suerte aún seguía vivo.

El lazo aún seguía presente pero se iba acabando de poco a poco y he ahí la cicatriz.

Dentro de poco, sería oficialmente un Omega desechado.

Soltó un fuerte y profundo suspiro, se levantó de aquel cómodo sillón y camino a la cocina. Busco el pan, jamón, queso, tómate y lechuga.

Se haría un desayuno común, hizo naranjada, busco la caja de donas e hizo un poco de café.

El olor del desayuno le hizo babear, su estómago gruñó y se sentó en aquella mesa.

Estaba por dar el primer mordisco a su sandwich cuando vio a su cachorro.

Sonrió con cariño cuando lo vio bostezar, el cabello de Peter estaba alborotado y se veía adorable...

- Buenos días, amor - saludo cariñoso antes de ir abrazar a su cachorro. Ronroneo feliz y se froto meloso contra el joven. - ¿Vas a desayunar? Compre las donas que tanto te gustan.

- Buenos días, mamá - saludo el cachorro con una sonrisa - Realmente no, lo siento. Quedé con Wade para desayunar...

Wade Wilson...

Su cachorro y aquel joven de nombre Wade eran alfas, ambos estaban en una relación amorosa y aunque al principio se negó a ese amorío... Al final lo acepto.

Su cachorro era feliz... Y no le quitaría esa felicidad.

Con un pequeño suspiro asintió, soltó a su bebé para sonreírle.

- Bien, trata de no llegar tarde a tu cita - aconsejó.

Vio a su niño asentir y después de una taza de café se regresó a su habitación. Negó levemente, regreso a la mesa y ahora sí, mordió el sándwich.

El crujir del pan hizo que su estómago estuviera en un paraíso. El jamón, queso, tómate y lechuga hicieron juego y soltó un pequeño gemidito ante lo delicioso que estaba aquel sencillo sandwich.

De poco a poco se comió todo, bebió jugo de naranja y se arriesgo a comer una dona de glaseado blanco con chispas de colores.

Aún no entendía como las donas era algo delicioso, pero no se quedó en investigar.