capitulo 5

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Soltó un suspiro agradeciendo la existencia del libro, de nuevo, pero era por un buen motivo, allí también habían hechizos de privacidad y confusión a los demás, y gracias a eso ahora sus "amigos" no podían encontrarle y preguntar por su nueva ropa o peinado, y menos preguntar el por qué los evitaba.

Ahora con esa barrera de hechizos sus amigos no descubrirían es que vagón estaba, lo cual era algo de lo que estaba sumamente agradecido.

A penas llegó a la estación en la mañana su tío lo dejo sin demora, casi tirándolo de un carro en movimiento para que nadie lo reconociera, y luego se fue rápido como un rayo, aunque eso no le importo, su tío ya no era importante y había dejado de serlo hace mucho.

Cuando entro a la estación buscando el andén 9¾ comenzó a sentir miradas y comentarios a sus espaldas, ya era normal para él, pero aún así los escucho, y por primera vez en su vida se había puesto feliz de recibir miradas y escuchar susurros sobre él mientras caminaba con una nueva ropa, bastante hermosa si podía decirlo.

Su ropa ahora era antes una nueva camisa de gala de Duddley, está era blanca pura y elegante, como la de un evento de gala, su tía petunia se la había dado para una reunión, pero no le había servido y había caído en sus manos completamente nueva.

Después de estar seguro de que no la dañaría se dedico a ella, le ajusto a su cintura, añadió unos hermosos tejidos negros de flores en la parte superior de la espalda, en el final de las mangas y en el final de la camisa y listo, era encantadora.

Perfecta para él.

Le acompañaba un pantalón azul oscuro de mesclilla que le llegaba debajo del talon y le ajustaba correctamente, haciendo destacar lo delicado de sus piernas,que ya no se veían como patas de pollo, si no como finas piernas delgadas de un joven

Ya había escuchado en la lejanía a un par de mujeres y niñas o señoritas preguntar al aire de dónde la había sacado la camisa o si podían encontrar una parecida, eso le saco una sonrisa, una real que sentía incluso en el corazón, estaba feliz.

También se había hecho dos par de trenzas pequeñas que se unían detrás de su nuca con un enrollo de hilo negro que se confundía con su cabello, domesticándolo y manteniéndolo más peinado.

Para su suerte había un capítulo sobre recogidas del cabello discretas, de manera que parezca que está suelto, pero ordenado, para disimular y no dañar la ilusión de "suelto y natural" se lo recogían de manera "escondida" por así decirlo, el capítulo ciertamente le había encantado.

Eso le había recordado a su nido de pelo, le había causado gracia.

El resultado era sorprendente, y sin duda alguna bastante agradable, ahora era el de un joven bien vestido y peinado, delicado y hermoso; claro, haciéndole ver algo femenino, pero eso no importaba, para él solo se veía delicado y le encantaba.

Pasó sin ser visto por el muro de piedra y observó el andén, un poco más vacío de lo que acostumbraba, pero aún así ya había gente, aunque al final a pesar del tumulto nadie que le conociera le reconoció.

Cuando ya estaba arriba del tren en un compartimento lanzó un conjunto de hechizos del libro para poder disfrutar la privacidad que tanto le gustaba, estaba acostumbrado a ella, bueno, antes de que Hermione y Ron exigieran estar pendientes de cada cosa de su vida en sus últimos años de Hogwarts, de resto siempre tenía privacidad.

Con ellos eso parecía una vieja ilusión, y aunque ahora seria diferente...por alguna razón no quería estar tan solo, no con ellos, solo...algo de compañía.

Estaba seguro que Ron y Hermione no sabían que él había escuchado como lo despreciaban, ni tampoco la razón de porque los había ignorado, y era muy probable que fueran a exigirle respuestas a penas lo encontraran, respuestas que no quería dar, por eso mejor encerrarse sin ser visto por nadie para ir solo en el viaje.

Buena esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora