La profunda sensación de antigüedad y calor que estaba en los pasillos lo acariciaba suavemente con cada paso, él solo podía suspirar dándole la bienvenida, era por eso que Hogwarts siempre se sentía como casa.
Esa armonía silenciosa más presente a esas horas que en cualquier otro momento, pues la mayoría de las personas en el castillo aun descansaban y por ello el silencio podía vagar con comodidad.
No muchos estaban despiertos en lo que denominaban "Horas impías" a pesar de que el comedor ya estuviera abierto para darles la bienvenida; por costumbre, ellos tampoco tenían demasiada hambre, por lo que estaban paseando por los pasillos casi abandonados para pasar el rato.
Alicia, como era común, había decidido dormir unos 5... o 10... mejor dicho media hora más antes de acompañarlos, por lo que solo eran él junto a Katie y Ange, quienes disfrutaban de la caminata.
Tranquilos y callados apreciando la mañana, que siendo sinceros, era hermosa, y adoraba poder pasar parte de sus días así; en años anteriores, a pesar de amar el caminar por los cientos de pasillos, sus antiguos amigos preferían dormir, quedarse en la sala común y tenerlo siempre cerca.
Él, en ese entonces, había abandonado mucho de si mismo para no escuchar más conferencias de Granger ni las quejas de Weasley, pero desde que los había dejado atrás y había aceptado esa parte de si, ya no tenia tantos inconvenientes.
Era libre de amar y disfrutar sus pequeñas costumbres, y con verdaderos amigos ahora, compartirlas con alguien más.
El libro de ayuda a su autoestima también le había impulsado en eso pasos agigantados, y junto a todo el apoyo de sus amigos y familia, cada vez era más fiel a si mismo.
Sin embargo había días más duros que otros, y pensar en el pasado lo hacia dudar de vez en cuando de sus decisiones, por eso mismo se le había escapado un comentario sobre él no siendo tan bello como la mañana, negando el alago que katie le había dicho, lo que, al parecer, había erizado los pelos de sus compañeras y, ofendidas, exigían que se retractara.
-Sinceramente Harry, ya deberías aceptarlo- suspiro Katie ligeramente enojada, mirando con reproche a la figura más pequeña que seguía caminando delante de ellas; resoplo internamente ¿Cómo podía su pequeño niño despreciarse así? Pensó que ella junto a los otros ya habían corregido esos pensamientos.
Él, presintiendo su molestia, le devolvió una pequeña sonrisa de disculpa, pero sin ceder a las demandas -Eres hermoso ¡No deberías negarlo!- exclamo Kat más alterada.
Angelina negó con la cabeza al ver la mirada llena de duda oculta y la sonrisa tímida de su pequeño niño -Cariño ¿Cómo no te das cuenta de lo bello que eres?- se quejo con un tono algo exasperado -Tenemos que cambiarte los lentes- Declaro.
Pero en lugar de burlas o negativa ante su comentario, Harry le miro pensativo antes de reflexionar en voz alta -¿Crees que sea eso? Bueno, se que veo un un poco borroso, pero no creo que sea para tanto- murmuro quitándose las gafas para limpiarlas, sin notar como las chicas se detenían de golpe ante su respuesta.
-¿Que carajo?- murmuro Katie de inmediato, lo suficientemente bajo para que solo Angelina pudiera escucharla, para alivio de ambas, pues Harry no apreciaba comentarios así.
-Espera ¿Esa no es tu receta?— pregunto Angelina, ahogando el tono alarmado y preocupado que quería salir de su garganta junto a las palabras, al menos Harry no la estaba mirando, no podía ocultar las emociones que pasaban por su rostro, Katie se veía igual.
Harry pareció pensarlo unos segundos antes de continuar con su camino, obligándolas a moverse -No creo... yo, bueno, antes funcionaban mejor, pero ahora es un poco mas deficiente- Informo él rápidamente, pero sin darse cuenta de la importancia de sus palabras; Ciertamente las cazadoras no lo ignoraban igual.

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Buena esposa
FanficHarry Potter ah escuchado como sus inseparables amigos se burlan de el a escondidas, y roto, decide escapar terminando en la zona prohibida de los libros, en donde uno en particular llama su atención tradiciones y costumbres, colores claros, pijamas...