Todos esos días habían sido una combinación de emociones con sentimientos enredados y tiempo sin sentido lleno de cambios
Como si los vientos de tormenta apuntaran en una sola dirección con el propósito de esparcir todo en un diferente orden y dejando un llamativo desastre, decidiendo que el destino en realidad era una montaña rusa y un patio de juegos, solo para crear su propio y disfrutable desorden.
Quienes fueran los que planearon su vida, se habían divertido bastante últimamente con los giros de emociones en su interior y el caos que lo rodeaba desde cada rincón, sea bueno o malo, pero bastante desordenado en cierto modo.
Supuso que se estaba acostumbrando a eso.
Parecía que pasaba tanto y aún así las fechas demostraban lo contrario, tenía el sentir de que cada hora era en realidad varios días llenos de emociones intensas en dónde cada semana representaba un mes, hasta que el calendario delataba las cosas a como eran en realidad
En un solo día lo inundaban tantas cosas que comenzaba a considerar imposible sentir más de lo que sufría, en realidad, ya debería ser incapaz de tanto; desde que había comenzado el año escolar todo parecía diferente, eran demasiadas cargas emocionales para su gusto.
Reía, y si se descuidaba entonces lloraba, la ira llegaba a cada instante como si siempre estuviera a punto de estallar, el miedo y los nervios lo carcomían hasta dejarlo en miseria y pánico... y luego se esfumaban como un recuerdo de sus años más jovenes.
No sabia que estaba mal con su cabeza, no podía comprender.
Sonreía a su hermosa lechuza, tarareaba por los pasillos, y dos segundos después se encontraba encerrado en un salón con la necesidad destruir en pedazos las cosas allí abandonadas, como si no pudiera mediar lo que sentía ¿Qué estaba mal?
Harry estaba seguro de que, si no fuera por todo el apoyo y todas las manos de la gente en que confiaba, ofrecidas a sostenerlo y mantenerlo de pie, él seguro se derrumbaría, lo habría hecho los primeros días sin duda alguna.
Estaba agradecido con ellos por haberlo ayudado de ese modo, siempre a su cuidado, haciéndolo reír y divertirse o solo pasando con él el rato, era feliz con ellos.
Como si intentara agarrarse a esa preocupación con uñas y dientes, frunció el seño, intentando en pensar en todo lo que lo atormentaba, en el miedo que sentía al perder el contra, en por que estaba despierto a esa hora de la madrugada, porque se sentía mal, pero el mero pensamiento de sus amigos espanto el miedo, y sin poder evitarlo, se encontró sonriendo mientras pensaba en ellos.
Mientras caminaba tranquilamente por los pasillos, sin inquietud alguna en esa fría y cómoda mañana, ignoraba lo que se escondía bajo esa repentina calma: él ya no sabia que era el control emocional, y tal vez, ni siquiera podría entender la palabra.
No por ahora, al menos, cuando todo parecía abrumarlo a montones, cada simple emoción... un huracán...
Siguió tarareando camino a la biblioteca, disfrutando la bella mañana para un poco de investigación y curiosidad personal, seguro que podía encontrar algo interesante y contárselos a sus hermanos, seria divertido oíros hablar y opinar de su próxima lectura.
Amaba lo cálido que se sentía con ellos, siempre agradable; después de todos pasar tiempo con ellos, además de leer el libro, era su mayor disfrute, sentirse contento al estar con ellos en la misma habitación, incluso sin conversaciones de por medio.
Amaba su compañía, eran tan dulces y amables, realmente habían llegado bastante profundo en su corazones, más que aquellos... traidores.
Pero ellos eran honestos, lo querían y compartían con él con amables y dulces sonrisas, ni siquiera tenia que preocuparse nunca, ellos estaban allí para él siempre ¿Verdad? Pero habia pensado lo mismo de Mione y Ron.

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Buena esposa
FanfictionHarry Potter ah escuchado como sus inseparables amigos se burlan de el a escondidas, y roto, decide escapar terminando en la zona prohibida de los libros, en donde uno en particular llama su atención tradiciones y costumbres, colores claros, pijamas...