El olor a comida fresca y las suaves conversaciones en el fondo del oído era un ambiente agradable y común para un lunes en la mañana; a pesar de no faltar el joven estudiante que se lamentaba, con las vacaciones y el baile de navidad presentes en la agenda, no había mucho de que quejarse.
Era un momento bastante cálido a pesar de las clases que pronto seguirían, sin embargo, nadie en la mesa escucharía una queja de Neville sabiendo que la primera clase de los dos menores Gryffindors era herbología, tampoco de Harry, quien todos sabían estaba feliz por el animo de su hermano.
Y aun así, a pesar de toda la normalidad, no era un lunes como algún otro, el entusiasmo a lo largo de la mesa se debía más que todo al ser el primer lunes después del anuncio del baile, y por ende, no muchos despegaban sus ojos del techo y las ventanas donde montones de búhos cruzaban de un lado al otro en un coordinado caos.
A diferencia de algunos, la familia de Harry seguía manteniendo una conversación agradable mientras desayunaban, ignorando la mayoría del ruido y los chismes hasta que un simple búho escolar se poso frente a ellos, con un papel rojo en el pico.
-¿Para quien crees que sea?- Pregunto Neville curioso mientras mantenía un ojo en el búho y otro en el plato donde estaba su comida, para no causar un accidente estando distraído más que todo.
-De Harry no es, nos esta mirando a nosotros- Murmuro Alicia confundida y un poco asustada, no era realmente fan de las aves en realidad.
-¿Me esta mirando...a mi?- Cuestiono Katie con duda, pensó que tendría que ser ella quien preguntara, no era tan atractiva o social y no era para nada el estereotipo de chica de muchas personas del salón, era bastante inesperado recibir una carta.
-No se de que te sorprendes, personalmente creo que eres muy guapa- comento Harry antes de seguir comiendo, con simpleza, asiendo crecer una sonrisa en Katie.
Ella en respuesta le puso un par de fresas en el plato, sin importarle la mirada dirigida, ligeramente destripadora, y luego se giro al búho que la miraba fijamente a ella, solo así, noto su nombre escrito elegante y con brillantina dorada encima del sobre.
No era un aullador, menos un sobre convencional, en realidad, a pesar de sus pensamientos iniciales, no era tan extravagante, solo un pergamino rojo doblado en dos, pequeño y sencillo, que en si mismo era llamativo de aquel modo.
Sin hacerce mucho de esperar la tomo sin cavilaciones y vio al ave irse, antes de abrirlo con un simple movimiento de muñeca, notando inmediatamente después el ataque de una nube de purpurina roja en toda su cara, obviamente proveniente de la carta.
Con un suave gruñido tosió un poco, despejándose, antes de ver las simple letras blancas proveniente del papel rojizo :"Querida Katie, si no te molesto demasiado la broma ¿Irías al baile con tu fiel servidor? Att: George Bromista Weasley" junto a una rosa de origami con relieve al lado de la firma.
Katie miro con gran molestia al gemelo que se reía, y que si no sabia diferenciarlos, él se había delatado solo -¡Si, idiota!- grito mientras le tiraba la carta en la cara, golpeándole en toda la nariz, sin embargo, a pesar del gemido de dolor, no dejo de reír, contagiando un poco al resto de sus amigos.
-Deja te entrego un pañuelo para limpiarte- Animo Harry mientras se inclinaba por su bolso, sin embargo, su exclamación de sorpresa trajo toda la atención a él, para que notaran igual el montón de búhos y lechuzas que estaban allí, esperando a que Harry recibiera su carta.
-Así que eso era lo que causaba tantos murmullos- Afirmo Alicia por lo bajo, mirando con sorpresa y contemplación el montón de aves rodeando a su pequeña luz; si se atrevían a morderlo ella se aseguraría de hechizarlas, incluso si la castigaban por ello.

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Buena esposa
FanfictionHarry Potter ah escuchado como sus inseparables amigos se burlan de el a escondidas, y roto, decide escapar terminando en la zona prohibida de los libros, en donde uno en particular llama su atención tradiciones y costumbres, colores claros, pijamas...