𝟾장

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La mirada de Taehyung demostró un extraño asombro al escuchar mi pregunta, sabía que me estaba arriesgando al acercarme demasiado rápido, pero eran estas circunstancias sin Eungyeon las que debía aprovechar para hacerme más cercana a él.

Taehyung asintió levemente volteando su vista nuevamente a su desayuno, yo tan solo sonreí internamente, después de todo esperaba ser rechazada y abandonar mis expectativas de conocer un poco más de él. Subí para alistar mis cosas, aproveché de dejar comida agua y suficiente para Yeontan, no sabía cuanto tardaríamos, pero probablemente sería algo de todo el día.

Llegamos a la estación de metro después de haber tomado un autobús para llegar hasta ahí, había escuchado de mi madre que el hijo de Eungyeon solía atenderse en Seúl, pero debido a la distancia pudieron conseguir que un doctor cerca de Daegu llevara su tratamiento.

Cuando llegué a este lugar tuve mil sentimientos encontrados, jamás había visitado Daegu pero mi pecho se presionó ligeramente cuando mis pies tocaron la estación, como si en esta o en alguna otra vida este lugar hubiese sido importante para mi.
Como si en algún momento de la historia Daegu hubiese sido mi hogar.

_ ¿p-puedo preguntarte algo? - susurró Taehyung, la voz a través de los parlantes había anunciado que nuestro tren estaba por partir

_ Claro que si Tae, ¿sucede algo? - pregunté con un tono dulce y calmado, había notado como Taehyung se estresaba con tanta gente a su alrededor y no quería aumentar su incomodidad

_ solo si puedo, no te sientas obligada, no es una necesidad, no, bueno... - su mirada vagó por el piso antes de que pudiese responder - ¿crees que pueda sentarme junto a la ventana?

Su mirada se había levantado hacia mi lentamente mientras formulaba su pregunta. No me miraba directamente a los ojos, pero noté como, con gran esfuerzo, había mantenido su voz para poder preguntarme aquello.

Quisiera describir como me sentía pero en realidad las palabras me faltaban, ni yo misma podía definir lo que se sentía ver esos ojos llenos de inocencia con temor al pedir algo tan banal pero seguramente tan importante para él.

_ Claro que si Tae, puedes sentarte donde gustes - respondí sonriendo

Su cabeza iba apoyada al gran cristal, podía ver desde mi asiento como su mirada se concentraba en cada detalle, paisaje, edificio. En cada cosa que estuviese afuera y que fuese distinta para él.
Seguramente Taehyung no tuvo antes la oportunidad de ver el mundo, de viajar, de conocer edificios antiguos ni los de la moderna capital, probablemente toda su vida se había pasado en entre su casa y los hospitales o consultas médicas. Este pequeño viaje era su único escape a lo que, para él, era la normalidad.
Quizás por eso sus ojos se llenaban de brillo al ver la misma trayectoria pero en distintas estaciones, porque ahora era otoño, de esos otoños en los que hace un poco más de frío que de costumbre, pero que a pesar de eso se siente cálido, como un recuerdo en el corazón, o como el anhelo de disfrutar recorrer el mundo mientras las anaranjadas hojas caen sobre tu cabeza.

Pocas veces había visto el rostro de Taehyung así de sereno, este estaba tranquilo solamente cuando no había nadie más con él además de Yeontan, aún así, estar arriba de un tren rodeado de personas no parecía alterarlo. Unos blancos audífonos rodeaban sus orejas mientras su mirada caía conforme el sueño se apoderaba de él.

 대구 기념품 | 𝙳𝚊𝚎𝚐𝚞 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora