Los días avanzaron dándole así la bienvenida al tan esperado diciembre, la cafetería se decoró con esferas y estrellas mientras en algunas puertas ya se encontraban colgadas las típicas coronas navideñas, incluso en el parque central ya habían instalado un árbol de navidad muy bien decorado.Los días iban avanzando bastante tranquilos, decidí no reclamar a Eungyeom el hecho de haber tratado de dejarme mal delante de Tae, estaba segura de que si lo había hecho era porque había notado la cercanía entre nosotros dos, debía dejarlo pasar por el momento para mantener las cosas calmadas, o al menos esa era la idea que tenía hasta la tarde del 10 de diciembre.
Aquella tarde salí del trabajo como de costumbre, había decidido darme la vuelta larga para así poder pasar por fuera del pequeño local que atendía Hoseok, sin embargo él no se encontraba allí. Caminé hasta el pequeño parque cercano encontrándomelo sentado como de costumbre, observaba como Yeonsok jugaba junto a sus amigos mientras bebía el típico café en lata que solía llevar siempre.
_ No pareces muy contento - dije sentándome a su lado - pasé por la tienda de conveniencia pero no estabas allí
_ Me despidieron. Y no, no lo estoy - contestó suspirando - hace días que no te veo
_ he estado ocupada trabajando, además tengo trabajos finales para poder recuperar el año que perdí en la universidad - contesté observando a Yeonsok - ¿sucede algo? ¿que pasó con tu empleo?
_ El hijo del dueño creyó que me robaba estas - respondió alzando la lata de café - lo peor es que aunque el señor sabía que las pagaba a fin de mes prefirió darle la razón a ese idiota y simplemente me despidió
_ eso es horrible - comenté analizando la situación de Hoseok - si quieres puedo ayudarte a buscar otro empleo
_ de todos modos eso no importa, no es lo que más me preocupa en este momento...
_ ¿hay más? - pregunté preocupada
Hoseok guardó silencio unos segundos sin quitar la vista de su pequeño hermano, él jugaba tranquilamente, su mente no era capaz de analizar y entender lo que había sucedido aquella mañana.
_ Hoy ha venido una pareja al hogar de menores, de esas parejas que... ya sabes, no pueden tener hijos. Ellos tienen mucho dinero, una casa enorme y estabilidad matrimonial - comentó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas - Yeonsok es muy inteligente, incluso más que yo - dijo sonriendo con tristeza - Él llamó su atención Ami, tuvieron una entrevista, aún no es seguro, pero si se deciden completamente... lo van a adoptar
Mis oídos parecieron taparse escuchando tan solo los fuertes latidos de mi corazón, jamás pensé ver tanta tristeza en un rostro, mucho menos si se trataba del chico al cuál siempre veía sonriendo sin importar qué tan dura fuese su vida. Volteé el rostro encontrándome con Yonseok riendo animadamente junto a sus amigos, él era pequeño, probablemente su mente no podía relacionar todavía lo que había sucedido ni lo que sucedería después, pero estaba segura de que aún con toda aquella inocencia y ignorancia hacía el mundo él si podría sentir lo que significaría alejarse de la única familia que conoció en su vida. De pronto mi mente viajó hasta Paula, la pequeña de ojos verdes que robaba casi todo el espacio de mi corazón, la había extrañado enormemente desde que llegué a Daegu, pero sabía que estaba bien, que estaba con mis padres. No podía imaginar el dolor de Hoseok, su miedo, cada sentimiento que te hace agonizar cuando se trata de soltar a quienes amas, y en este caso, a la única persona que realmente importa en tu vida.
_ No entiendo... ¿no eres mayor de edad? Yeonsok no es completamente huérfano, ¡te tiene a ti! ¡Tú eres su familia! ¡Su única familia sanguínea! - hablé exaltada - ¡¿Porqué no puede quedarse contigo?!
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대구 기념품 | 𝙳𝚊𝚎𝚐𝚞 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜
FanfictionDecepción, lecciones de vida, una cafetería, amor, autismo y un enorme misterio. Demasiadas emociones para Ami, quién tras una fuerte crisis existencial es obligada a enmendar sus errores en uno de los pueblos más tranquilos de Corea... Daegu. Las l...