Cuando la efímera navidad llegó a su fin tomé el tren que me llevaría de vuelta a lo que se había vuelto mi rutina diaria. No podía evitar dejar de pensar en todo lo que mi madre había dicho con respecto a Eungyeom. Su enfermedad, sus cartas, su padre y el padre de Taehyung. Volvía a Daegu con una nueva visión acerca de aquella mujer, y aunque estaba segura de que nada de aquello justificaba sus actos tampoco podía criticarla. Eungyeom había sufrido en la vida y ahora me tocaba poner de mi parte para lograr que ella perdonase a la joven versión de mi madre.
Llegué a Daegu al medio día tal como sucedió la primera vez, Eungyeom también se encontraba allí esperándome, a diferencia de que ahora llevaba a Yeontan en sus brazos en lugar del enorme cartel con mi nombre. Recordé la alegría con la que ella me recibió aquel día, realmente ahora su semblante se encontraba muchísimo más apagado.
_ Feliz navidad - dije cuando finalmente estaba frente a ella - muchas gracias por recogerme aunque ya sepa el camino
_ Feliz navidad para ti también Ami - respondió con una casi sonrisa - Vamos, el tráfico sigue horrible
A diferencia de Seúl, Daegu no estaba lleno de decoraciones o anuncios por doquier, si observabas atentamente podías ver algunas coronas navideñas en una que otra puerta, algunas casas tenían unas simples luces navideñas colgando del tejado y otras adornaban sus árboles naturales del jardín como si fuesen un pino navideño.
_ ¿Qué tal estuvo la navidad? - pregunté a Eungyeom mientras tenía en mis brazos a Yeontan sacando la cabeza por la ventana
_ Estuvo normal. Tae y yo cenamos, vimos una película navideña y luego quiso ir a dormir. Eso es todo - respondió sin voltear a verme - supongo que la tuya estuvo excelente
_ Pasar tiempo en familia siempre lo es - respondí recordando las conversaciones con mi madre - Mamá me contó sobre la navidad que pasaron juntas cuando eran adolescentes, se nota que siente mucha nostalgia al hablar de ello
_ Aquella navidad... - dijo ella en un suspiro - le estaré eternamente agradecida a Suryen por aquella navidad
_ También hablamos sobre las cartas que solías enviarle - dije esta vez volteando a verla - Mamá lamenta mucho el no haber respondido a todas, se siente culpable aunque no haya podido venir debido a su embarazo
_ Losé Ami - respondió aprovechando el semáforo en rojo para mirarme - Suryen... ella fue muy buena, demasiado diría yo, no tengo palabras para poder describir toda la gratitud que siento hacia ella. Supongo que por eso estás aquí, de algún u otro modo quería devolverle el favor
_ Gracias por ello - respondí sonriendo, el auto había comenzado a andar nuevamente - Mi madre siempre dice que fuiste la mejor amiga que pudo tener en su vida
Los ojos de Eungyeom se cristalizaron tan pronto como escuchó aquellas palabras, el ambiente estaba envuelto en un silencio completamente nostálgico. Aquel día sentí después de muchísimo tiempo la misma sensación que me invadió el día en el que llegué a Daegu, Eungyeom se sentía cálida y confortable, estar con ella se sentía como un hogar. Pocos segundos después mi mente se vió envuelta en todas las cosas que habían pasado últimamente, no podía dejar de pensar en toda la información que ahora almacenaba en mi mente, intentaba unir hilos, intentaba conectar cables, intentaba ordenar todas las piezas del rompecabezas pero algo faltaba, siempre había algo que no cuadraba.
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대구 기념품 | 𝙳𝚊𝚎𝚐𝚞 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜
FanfictionDecepción, lecciones de vida, una cafetería, amor, autismo y un enorme misterio. Demasiadas emociones para Ami, quién tras una fuerte crisis existencial es obligada a enmendar sus errores en uno de los pueblos más tranquilos de Corea... Daegu. Las l...