38장

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Una fría mañana de otoño Daegu los recibía nuevamente, parados justo frente a la casa que se había vuelto un tesoro para Eungyeom, se encontraban ella, su hijo y Yeontan, el nuevo integrante de aquella pequeña familia.

Después de meses estaban nuevamente ahí, cuando la puerta fue abierta muchísimos recuerdos llegaron a la memoria de Eungyeom, deseó que aquel matrimonio hubiese estado allí para recibirla con tanto amor como solían hacerlo, pero esta vez no, esta vez era ella quién debía proporcionarle un hogar lleno de amor a su pequeño. Ahora sabía que Taehyung padecía de aquel síndrome, sabía que su crianza sería mucho más difícil, y sobre todo, sabía que debía cuidarlo de las malas personas que caminaban fuera, personas como las que la habían lastimado y herido tanto.

Ella se aseguraría de cuidar a su pequeño a cómo diera lugar.



_ Mamá, ¿q-que es eso? - preguntó confundido el pequeño Taehyung

_ Este papel tiene escritos contactos importantes cariño, en caso de que alguna vez ocurra un accidente tú deberás llamar a estos números con este teléfono - dijo enseñando el teléfono fijo en la pared - no debes preocuparte mucho cielo, yo te enseñaré

_ ¿p-pero y quién es? - preguntó el pequeño aún más confundido

_ Este de aquí, son los bomberos - dijo señalando el primer número - debes llamarlos en caso de que veas mucho fuego en nuestra casa. Este de acá - dijo ahora señalando el del medio - debes llamarlo si sucede algún accidente, como caerse, cortarse muy grave o desmayarse, la ambulancia llegará a ayudarnos, ¿lo entiendes?

_ S-si, cómo en las p-películas - respondió el pequeño

_ ¡Exacto! Vas aprendiendo bien - sonrió Eungyeom - y este otro es la policía, has visto muchas películas así que ya sabes que en caso de robo hay que llamarlos

_ Si mamá - asintió obediente - ¿el último número de quién es?




Eungyeom observó aquel último número suspirando pesadamente al leer el nombre sobre el, dudo mucho si escribirlo o no, no sabía si en caso de alguna emergencia ellos podrían ayudarles, o si tan sólo quisieran hacerlo, pero después de todo sabía que no tenía con nadie más con quien contar, y que si de algún modo ellos no acudían con ayuda, su otra mitad siempre llegaría a ella.


_ Ese número... Son personas importantes Tae, no puedo explicarlo ahora porque es complicado incluso para mi, pero en caso de que algún día me veas muy muy mal, debes llamarlos... incluso si llegaras a quedarte solo por mucho tiempo y yo no vuelvo, debes llamar a ese número en caso de que sientas mucho miedo, ¿está bien mi amor?

_ S-si mamá - respondió el pequeño un tanto asustado





Tiempo después de eso Eungyeom recibió una carta, pero no una cualquiera, una carta que había deseado recibir desde hace muchísimo tiempo. No había recibido el correo en varios días, y cuando de pronto una carta llegó a nombre de Yun Suryen no pudo evitar saltar de alegría. En la vida de Eungyeom habían muy pocas personas que recordaba con cariño por haberla ayudado, y Suryen era una de ellas, su amiga de la infancia finalmente se había puesto en contacto con ella a travez de una carta.




"Querida Eungyeom, ¿cómo estás?

Lamento haberme ausentado tanto tiempo, he estado demasiado ocupada con la vida aquí, pero no es de mi de quién me gustaría hablar, ¿Qué a sido de ti? ¿Cómo has estado? Te escribí hace un tiempo pero recibí una respuesta negativa, desconozco el motivo del porqué ya no vives con tus padres pero sé que algo debe haber pasado.

 대구 기념품 | 𝙳𝚊𝚎𝚐𝚞 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora