El dedo índice de Taehyung delineaba sobre el cielo estrellado cada constelación que este pudiera imaginar, dibujaba sobre el aire las muy hermosas formas que desde nuestro jardín no podíamos ver. Tomé uno de los snacks a nuestro lado para masticarlo mientras continuaba escuchándolo hablar sobre las estrellas y las inimaginables cosas que se escondían justo sobre nuestras cabezas, Tae siempre solía decir que el universo era demasiado grande como para que solamente existiésemos nosotros.Yo podía confirmar eso, obviamente en el espacio no éramos sólo los humanos, pero ahí en ese jardín si podíamos ser exclusivamente nosotros dos, y nada podía importarme más que ello.
_ Ami, ¿Crees que algún día pueda visitar el cielo? - preguntó de pronto, sus ojos reflejaban el brillo del oscuro cielo nocturno - no me refiero a después de morir, esas cosas no existen - reí ante ese comentario - pero me gustaría visitarlo para poder ver más de cerca las estrellas de mis libros
_ Eso es demasiado difícil, pocas personas han podido hacerlo dentro de la historia, ¿lo sabes no? - pregunté viendo como asentía sin despegar su mirada del cielo - sin embargo podemos comprar un telescopio, se que no es lo mismo pero al menos eso nos ayudará a estar un poco más cerca
_ ¿Podemos? - preguntó emocionado
_ Claro que si - respondí peinando los cabellos sobre su frente - podemos...
Aquella palabra solía repetirse en mi cabeza más veces de las que esperaba, yo podía entender lo que significaba aquello pero tenía que Taehyung no pudiese hacerlo. Muchas veces pensé en lo desafortunada que fue mi relación con Yoongi, recordé el dolor de no ser correspondida y honestamente temía que aquello ocurriera otra vez. Obviamente Tae no haría algo como eso, él no podría lastimar ni a la hormiga más pequeña, pero curiosamente el destino los había hecho coincidir en ello, ninguno de los dos podía entender el amor de la manera en la que yo lo hacía, o al menos no al mismo tiempo, y si no lográbamos coincidir, ¿valía la pena dejarlo todo por quedarme ahí?
_ Taehyung... ¿sabes a qué me refiero cuando digo la palabra "podemos"? - pregunté observándolo detalladamente
_ Si - respondió asintiendo sin mirarme - es que tú y yo podemos hacer algo - dijo sin más, reí al comprender que él tomaba todo en un sentido más literal
_ Me refiero al nostros, Tae, tú y yo... como un equipo - dije esta vez esperando que pudiese comprenderlo
_ Un equipo funciona si dos personas se esfuerzan en las actividades que hagan juntos, es como un 50-50 en las matemáticas, si lo vemos de ese modo puedo entenderlo - su mirada se mantenía fija en el cielo estrellado
_ ¿Enserio puedes? - pregunté recostándome junto a él
_ Si yo puedo sentir y se que quiero a Ami conmigo, entonces Ami se siente igual y así podemos ser nosotros, cómo un equipo pero también una familia - respondió sonriendo levemente - me gusta eso, se siente bien porque m-me gustas
_ ¿Y si conoces a otras chicas? Quizás cuando puedas hacer más amigos ya no me querrás a tu lado - mencioné sintiendo esa pequeña pizca de inseguridad
_ No importa, Tae está bien con Ami, podría tener amigos pero n-no es lo mismo, amistad y amor son cosas distintas aunque ambas comiencen con A, la primera letra del abecedario - respondió haciéndome reír - la chica de pelo rojo tonta se me acercaba y no me gustaba, Tae prefiere estar solo, por eso Ami es mejor, Ami si me gusta
Lo observé mientras sonreía para mi misma, en realidad Taehyung nunca necesitó entender nada, nunca necesito algo más que simplemente sentir, él me había demostrado que con o sin dificultades sabía perfectamente la diferencia entre una pareja y lo que podría llegar a ser una amistad, me sorprendía bastante que él pudiese diferenciar algo así de tan buen modo a pesar de su supuesta condición. Taehyung no era tonto, jamás lo sería, en ese instante supe que incluso él era más capaz para entender las relaciones que yo misma, mientas mi cabeza le daba mil y una vueltas él simplemente sabía lo que sentía, no había necesidad de dudar más, estaba seguro y se mantenía fiel ante ello.
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대구 기념품 | 𝙳𝚊𝚎𝚐𝚞 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜
Hayran KurguDecepción, lecciones de vida, una cafetería, amor, autismo y un enorme misterio. Demasiadas emociones para Ami, quién tras una fuerte crisis existencial es obligada a enmendar sus errores en uno de los pueblos más tranquilos de Corea... Daegu. Las l...