Okami Uchiha Haruno, Hermana Melliza de Sarada, siendo menor por unos cuantos minutos, ella descubrirá que en ella reside un gran poder con el que tendrá que proteger a los que ama.
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Narra: Okami
Okami: Y eso fue lo que paso -le termine de contar todo, él me dio un Zape- Auch!!, ¡¿y eso porque fue?! -le dije un enojada por su reacción.
Shikadai: Eso fue por no venir a verme cuando llegaste, ¡¿sabes lo preocupado que estaba?! -Me pregunto enojado, una vena salía de su frente.
Okami: Gomen, es que mis padres no me dejarían, pero, ¿Qué te parece si mañana pasamos el día juntos? para compensarlo -le dije y el rio.
Shikadai: dirás hoy, ya es de madrugada -rio mostrándome la hora.
Okami: tienes razón, mi mamá me matara si se entera de que no estoy -dije, me senté en el marco de la ventana y Shikadai se acercó- Adiós Vago -le di un beso en la mejilla y me fui de su cuarto en dirección a mi hogar.
Narra: Shikadai
Cuando me beso la mejilla sentí como estas se enrojecían, me acosté en la cama a pensar porque la problemática me preocupa tanto, ¿será que me gusta?, no eso no puede ser, talvez solo la veo como mi hermana menor y por eso la quiero proteger, si debe de ser eso, es imposible que ella me guste, ¿verdad?, es un fastidio pensar tanto, ya me dio sueño, lo mejor será dormir.
Narra: Okami
Después de llegar a mi cuarto me quede quieta, pensando, pensando en todo lo que avía pasado este día, conocí a mi papá, salve a mamá y Shikadai lloro por mí, ¿Sera qué le gusto?, ¿Sera qué le gusto al chico que me gusta?, no, no lo creo talvez me ve como su hermana pequeña y por eso se preocupó tanto, si eso debe de ser, como pude pensar que yo le gusto, eso es imposible, el nunca corresponderá mi amor, ¿Verdad?; Finalmente de tanto pensar caí en un profundo sueño.
En el sueño:
Estaba en una espesa oscuridad a lo lejos puedo ver a una mujer con piel blanca y largo cabello azabache el cual era lizo, ojos del mimo color y un quimono morado con un estampado de flores de cerezo.
Hikari: Hola Okami -me saludo la misteriosa mujer- soy Hikari Uchiha -Se presento, sorprendiéndome- Se que debes de estar sorprendida. Yo soy la primera mujer Uchiha en poseer nuestro gran poder ocular y por ende me conocían como "la princesa del Sharingan", sin embargo, esa no era la única razón por la cual me conocían de esa manera -continuo, su voz era dulce, suave y relajante, podrías dormirte con solo escucharla- Mi sharingan era especial, un sharingan del color de tus ojos, verde esmeralda -explico- Tú eres la siguiente princesa Uchiha mi poder reencarno en ti al igual que mi conciencia, más eso no significa que seamos la misma persona, mi conciencia volvió a la vida para ayudarte a controlar mi poder, tú poder.
Okami: Pero, ¿Por qué? -le pregunte, confundida.
Hikari: Porque, tú, mi querida Okami eres la elegida para salvar al mundo de un terrible mal -Me dijo aun con su serena voz- tu entrenamiento será mientras estés dormida, me comunicare contigo al igual que ahora y te enseñare todo lo que necesitas saber, pero ahora es hora de despertar -me dijo y antes de decir algo todo ce volvió blanco.
Fin del sueño:
Me desperté agitada, sentía algo inusual en mis ojos, cuando me vi al espejo ,e lleve una gran sorpresa, tenía el sharingan de 3 aspas pero del color normal de mis ojos, estaba sorprendida de que estos no cambiaran al rojo natural y más el que se haya activado de esa manera tan repentina, pestañe y mis ojos volvieron a la normalidad.
Okami: Que raro, ¿será verdad lo que dijo Hikari-Sama? -Me pregunte a mí misma.
Sakura: ¡Niñas vengan ya tenemos que ir a despedir a su padre! -grito mamá desde la sala.
Okami: ¡Ya voy! -Respondí para después irme a bañar, me vestí con mi ropa habitual, me peine y baje.
Al bajar todos caminamos por la aldea, Sarada estaba sonriente, aunque sé que le afecta la partida de nuestro padre, por lo menos ya no tiene dudas sobre su procedencia. Yo por mi parte estaba feliz de haber convivido siquiera un poco con mi padre, pero también sabía que lo iba a extrañar enormemente.
Okami: Adiós papá -Le dije con una sonrisa ladeada que el correspondió.
Sasuke: Adiós, pequeña Okami -Sonrió mientras golpeaba mi frente con sus dedos medio e índice, acto que repitió con Sarada.
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