Me voy a casa tan emocionada que mi sonrisa ya no cabe en mi cara. Samy y su novio Jean, mis nuevos compañeros de aventura, me indican que saldremos de viaje a primera hora de la mañana y que nos encontraremos a la salida del pueblo, que es el lugar por el que más transitan viajeros y camioneros, nuestro medio de transporte.
Llego a casa y mamá y mi tía están como siempre, en la cocina. Voy al refrigerador, a por un vaso de agua para calmar la inmensa sed que me ha dejado la algarabía y los gritos que he pegado junto a Samy hace unos momentos en la terminal. Ya es más de mediodía. Me siento a la mesa para tomar un descanso, mientras espero a que mamá me sirva un plato de comida. Ya quedan pocas horas para partir hacia mis vacaciones de verano más soñadas.
—Hola a mis chicas favoritas del mundo.
—Hola, pequeña. —«Joder con el mote de mi tía».
—Hola, hija, ¿tienes el pasaje? —pregunta
—Sí, mamá, todo listo —miento—. Salgo a primera hora de la mañana. He conocido en la terminal a un par de chicos muy cool que tienen el mismo destino que el mío, Samy y Jean, y hemos quedado para hacer juntos el viaje.
—Me parece excelente, así no harás el viaje sola. —Me mira y sonríe feliz.
—¿Qué hay para el almuerzo, mamá? —Tengo tanta hambre que soy capaz de comerme un elefante.
—Tu plato favorito... lasaña. —Punto para mamá.
—Tú eres la mejor mami... y tu comida es la mejor del mundo. —Sonríe feliz y orgullosa.
Mamá y mi tía vuelven a sus quehaceres y yo subo de inmediato a mi cuarto para chequear mi mochila de viaje. Todo está listo y comprobado, ya solo me queda esperar que amanezca para partir con destino a mi maravillosa aventura con mis nuevos amigos y disfrutar del mejor ponche tropical, de una piña colada o tal vez de un ron ponche.
Paso la tarde ayudando a mis chicas con el resto de los pedidos del día. Conversando y bromeando sobre cualquier asunto, para distraer mis nervios que se van haciendo cada vez más gigantes —que me como las uñas— por las expectativas del viaje, por el mundo de posibilidades que se abre ante mis ojos y por la maravillosa experiencia que voy a vivir.
Al llegar la noche, mi madre prepara una hermosa y especial cena de despedida. Solo somos ella, mi tía y Toby —por supuesto que, cuando se trata de comida, es el primero en lista—; y yo, la agasajada. Nos divertimos entre bromas, jaleo y conversaciones entretenidas. Todo es magnífico, sobre todo cuando lo comparto con las personas que más quiero y que son lo más importante de mi vida.
Ya tarde, en mi cama, luego de una noche inolvidable con mi familia, centro mi mirada en el techo —como siempre me gusta hacerlo— imaginando las hermosas playas soleadas, la suave arena cubriendo mis pies, las tonalidades verdes y azules del mar, la espuma color nácar que forman las olas al moverse, las gaviotas revoloteando sobre sus aguas... Cierro los ojos y suspiro... emocionada y profundamente ilusionada con lo maravillosa que es la vida... y así, entre mis pensamientos, me voy sintiendo aletargada, rindiéndome ante el sueño y cayendo lentamente en los brazos de Morfeo.
¡Joder, joder, joder! ¿Volvemos con lo mismo? ¿Es que el bendito artilugio, destructor de los maravillosos sueños en playas soleadas, va a seguir jodiendo toda mi vida? Lanzo la almohada, atinando en el primer intento, y cae sobre la mesa cesando así el ruido infernal. Tomo la almohada y vuelvo a esconder mi cabeza debajo de ella, para continuar con mis sueños maravillosos con torsos dorados y salvavidas con trajecitos de baño bien ajustados.
¡Maldición... joder, joder! Me impulso violentamente de mi cama, lanzando al piso la almohada junto con mi sábana, tomo el reloj y lo beso para que me disculpe por mi arrebato —él solo hacia su trabajo—. Caigo al bajar de la cama —¡ayy!—, porque uno de mis pies ha quedado enredado en la sábana y lo suelto; corro de prisa al baño para tomar una ducha. Cepillo mis dientes a toda prisa y lavo mi cara rápidamente, salgo del baño... y me devuelvo para observarme al espejo —Beetlejuice también se ha ido de viaje—, sigo hasta el guardarropa y descuelgo lo que he de ponerme para el viaje. Dejo mi cabello suelto y pongo un poco de maquillaje sobre mi cara.
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Pasaje a la pasion
RomanceUna aventura en la que un hombre con oscuros secretos y con un pasado que lo ha marcado de por vida decide intentar darse una nueva oportunidad, una joven e inocente chica que a su edad aún no conoce el amor porque le ha sido esquivo en más de una o...