Capítulo 8

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Mi encuentro con el equipo de Sutton; ha sido de gran provecho. Hemos acordado con satisfacción el proyecto de remodelación y la construcción de nuevas áreas en el hotel. Ethan ha sabido entender a la perfección mis ideas y cuál es la visión que tengo para modernizar cada área. Sé que vamos a hacer un buen equipo de trabajo, ya que sus ideas concuerdan exactamente con lo que quiero. Victoria, su compañera, es una mujer impresionante y me he dado cuenta de que Ethan no la perdía de vista y, hasta cierto punto, pude notar una indudable posesividad con ella. Sé que hay algo entre ellos, se nota a leguas.

Luego de almorzar con ellos y mantener una amena conversación, al final de la tarde me dirijo a mi habitación para cambiarme y encontrarme esta noche con Andrea. La conocí en una de mis visitas a Brasil hace dos años. Realmente cuando venía en plan investigativo a reunirme con el detective privado que había contratado para hacer seguimiento a todos los movimientos de Andrew.

Jackson y yo fuimos a por unos tragos a uno de los bares del hotel. Cuando llegamos al lugar, nos sentamos en la barra y pedimos unos tragos. Poco tiempo después pude divisarla frente a nosotros al otro lado de la barra. Pude notar como mantenía su mirada fijamente en mí, mientras posaba sobre una copa de Martini sus labios rojos carmín. Vi mi oportunidad y, sin perder tiempo, me levanté del sitio donde estaba sentado junto a Jackson —él me miró interrogativamente sin entender lo que hacía— y fui sin dilación a la conquista de mi pasatiempo nocturno... y, sin ninguna duda, así lo había sido.

Mantuvimos encuentros sexuales consensuados, sin compromiso alguno. Ella aceptó cada una de las condiciones que le impuse para mantener nuestros encuentros. No quería ningún tipo de complicación ni le haría promesas que no estaba dispuesto a cumplir. Esto era solo una relación sexual en la que los encuentros eran convenidos o simplemente ocurrían cada vez que yo así lo solicitase. Le prohibí tajantemente que me llamara a mi teléfono —era una condición general con todas las mujeres con las que ligaba— o que fuera ella que conviniera de modo alguno nuestros encuentros.

El sexo con ella era salvaje y tórrido. En nuestra cama no había restricciones en cuanto a lo que estábamos dispuestos a hacer. Ella se entregaba incondicionalmente al placer y me permitía llegar lo más lejos que quisiera. La lujuria y el placer eran los conductores de nuestras acciones, no había cabida para ningún tipo de sentimientos; mi corazón estaba blindado para cualquier tipo de relación que implicara algo más que satisfacción sexual. Pero me gustaba la forma en la que ella cedía a mis peticiones, totalmente sumisa a mis deseos; y esa era la razón por la que se había convertido en la única mujer con la que me había acostado por más de una vez, ya que tenía por regla no repetir con la misma mujer luego de una noche con ella.

Pero nuestro acuerdo acabó luego de un año de concertados encuentros. Ella ya no estaba conforme con el convenio que inicialmente habíamos aceptado. Nuestro último encuentro había puesto fin a una relación de mutuo acuerdo. Esa noche ella cambió y lo pude intuir incluso antes de que nos acostáramos. Su mirada era diferente y la forma en que se había entregado a mí no era habitual a la forma en que lo hacía en anteriores oportunidades. Sus toques fueron más íntimos, y su forma de besarme más pasional y menos lujuriosa. Llegó a pedirme incluso que la penetrara sin usar protección, a lo que yo rotundamente me negué. Comencé a sentirme incómodo con la situación, pero aun así no me detuve. Cuando concluimos con el acto sexual, me rogó para que pasara la noche con ella, a lo que por supuesto también me negué... Ella sabía que no me quedaba a dormir nunca con ninguna mujer, fue una de mis primeras condiciones, aun así, me presionó para que accediera.

Comencé a molestarme por sus exigencias fuera de lugar. Y fue entonces cuando todo se fue a la mierda.

—¿Me puedes explicar qué es lo que te está pasando, Andrea? —exigí respuesta.

Pasaje a la pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora