Capítulo 9

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—Pero ¿qué coño te pasa, Jeremy?, ¿pretendes salir y exhibirte desnudo por los pasillos del hotel? —pregunta Jackson esperando una explicación por lo que acaba de pasar.

—¿Tenías que aparecerte jodidamente en estos momentos, Jack? —le respondo con exasperación.

—¿Acaso soy un maldito pitoniso para predecir o suponer que en este preciso momento estabas follando? —me dice con fingida indignación.

—Gracias a tu puta intromisión no he logrado hacerlo y la presa se ha escapado de mis manos justo en el momento en que ya había claudicado a mis encantos —sonrío con diversión, a pesar de la molestia por haber dejado escapar a la chica por su culpa.

—Pero ¿qué carajos, Jeremy...? Dime lo que está pasando y quién es esa chica que acaba de salir corriendo de esta habitación como alma que lleva el diablo —pregunta ansioso en espera de mi respuesta.

—Ni si quiera me diste tiempo de averiguarlo, Jack... estaba bañándome y, cuando salí de la ducha, solo la encontré allí. No sé de dónde salió, ni cómo entró, solo se encontraba aquí... visiblemente sorprendida por mi presencia. Creo que supuso que no había nadie en el penthouse y la sorprendí justo en el momento en que estaba incursionando en el lugar.

—¡Joder! Jeremy, ¿y si entró a robar?, ¿has revisado si te falta algo?

—No he revisado, aunque tampoco creo que haya entrado para hacerlo. Como te dije anteriormente, estaba saliendo del baño, la atrapé aquí y luego escapó... Salí corriendo tras ella cuando llamaste inoportunamente —sigo recordándoselo— y bueno... ¿acaso no has sido tú mismo el que me ha advertido sobre mi desnudez? Apenas tuve oportunidad de perseguirla para detenerla y averiguar quién era y bueno... —me encojo de hombros— ya se ha ido y creo que ya no será posible averiguarlo.

—No entiendo como una persona pueda acceder hasta estas instancias sin ser descubierta o sin que nadie la haya notado entrar. La seguridad de este hotel tendrá que ser objeto de revisión, Jeremy, esas cosas no pueden pasar en nuestro hotel, imagínate si esto llega a oídos de nuestros clientes o se hace pública la noticia. Nos traería problemas serios.

—Ve y averigua con el personal de seguridad cómo entró y si tienen información sobre quién es la chica. Pregúntale al ascensorista, probablemente llegó por esa vía. Cualquier cosa que averigües, llámame de inmediato, quiero saber quién es ella. —Me voy a la habitación a cambiarme, pero Jack me detiene antes de irme.

—¿Y se puede saber a qué viene tanto interés por saber quién es la desconocida? —Cruza los brazos sobre su pecho con actitud arrogante, a sabiendas de que presume conocer mis intenciones con ella.

—Tú lo has dicho, querido hermano... velar por la seguridad de los clientes del hotel. —le tomo el pelo.

—Ah, sí... ¿seguro que solo se trata de eso? No se tratará más bien del hecho de que ibas corriendo tras ella desnudo y completamente empalmado. Jeremy, ¿acaso es un nuevo entretenimiento? —pregunta con suspicacia.

—No te voy a negar que tuve esas intenciones cuando la vi. ¿Y quién no las tendría con semejante delicia? ¿Acaso no la observaste? Esa mujer era hermosa por donde quiera que se le observara. —Me pongo duro tan solo de recordarla.

—Con la carrera que llevaba no pude observarla con detalle, pero con lo que alcancé a ver supongo que tengo que darte la razón. Si no estuviera ya casado, te aseguro que también iría por el juego. —Siento una especie de furia cuando lo escucho referirse a ella con intensiones sexuales.

—Vete a la mierda, Jackson —le digo con furia contenida—. Ve y averigua lo que te pedí. Tengo una cita y me estás retrasando —le digo con mal humor.

Pasaje a la pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora