Capítulo 10

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Williams estaciona la limusina frente al edificio de Andrea. Le envío un mensaje a su móvil notificándole que he llegado. Le pido a Williams que baje del auto y la guíe hasta nuestro vehículo, dejo esos asuntos en sus manos, ya que no me interesa que mujer alguna confunda un gesto de caballerosidad con algún interés en ellas más allá del plano sexual.

Me siento inquieto e impaciente, y sé que no es por el hecho de volver a ver a Andrea. Algo ha comenzado a agitarse dentro de mí, convulsionando mis emociones de manera irracional. Mi cuerpo está sediento de nuevas experiencias que lo lleven más allá de sus límites. Hay fuego ardiente corriendo a través de mis venas. Un intenso deseo se está abriendo paso dentro de mí y sé, en lo más profundo de mi conciencia, que Andrea no será capaz de satisfacer esa nueva necesidad.

Abren la puerta de la limusina y puedo observar a una hermosa mujer abrirse paso para tomar asiento a mi lado.

—Hola, Jeremy —hay una timidez inusual en su saludo.

—Hola, Andrea, es bueno volver a verte. —Giro mi cuerpo para quedar frente a ella.

—Me contenta que me hayas llamado de nuevo —responde satisfecha.

—¿Por qué no he de hacerlo? —respondo con indiferencia.

—Luego de lo que paso la última vez que nos vimos... pensé que no querrías volver a verme —responde mientras me mira con un brillo especial en sus ojos.

—El pasado para mí es historia, Andrea, así como espero lo sea para ti. Podemos conciliar nuestras diferencias y comenzar desde cero. Pero deseo dejar claro que no quiero que se vuelva a repetir un hecho como el de aquella noche. Me conoces mejor que cualquiera y, si estoy de nuevo aquí contigo, es porque, a pesar de lo que pasó, sigo confiando en ti. Pero mis principios son los mismos y, si estás dispuesta a respetarlos y a permitir que las reglas se mantengan, yo no tengo ninguna objeción para que volvamos a quedar y encontrarnos cuando así lo considere. —La observo fijamente mientras espero su respuesta. Será mejor que esta vez esté dispuesta a respetar el acuerdo o no habrá nuevas oportunidades.

—Estoy de acuerdo, Jeremy. Respetaré cada una de tus condiciones —responde.

Una vez que acepta con sumisión mis nuevas condiciones, le pido a Williams que nos lleve al destino que he elegido para ella y para mí esta noche. Primero nos dirigimos al restaurante Regency, para disfrutar de una buena comida, y luego tengo pensado llevarla a la inauguración de la discoteca Utopía, a la que mi amigo Tom me invitado una vez que se enteró que había vuelto a Brasil.

Luego de disfrutar de una excelente comida y una agradable estancia junto a Andrea, le comunico la idea de pasar un rato en la discoteca; ella ha aceptado de buen agrado. La noche ha transcurrido normal y sin complicaciones. Andrea ha respondido de buena manera a mis expectativas y eso me satisface.

Llegamos a la disco y enseguida el portero nos recibe. Me identifico como invitado de Tom, y este se comunica con alguien por un minúsculo micrófono que lleva en su oído, conectado a su boca, e inmediatamente nos da acceso. Le pide a una de las anfitrionas del lugar que nos lleve a la zona VIP, donde ya nos espera mi gran amigo.

—Mi viejo amigo, Jeremy, estoy agradecido de que hayas aceptado mi invitación y compartas con nosotros la inauguración de mi nueva discoteca —sonríe feliz.

—Por nada del mundo me la perdería, Tom; además, hace un tiempo que no nos veíamos y esta es una buena ocasión para hacerlo —respondo mientras nos damos la mano.

—Por supuesto que sí, Jeremy, hace más de un año que no coincidíamos y qué mejor forma de hacerlo que celebrándolo en mi nueva discoteca —explica con orgullo.

Pasaje a la pasionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora