Advertencia: Escena 🔥
Casi 18 años.
Mhm. Mm. Mmmm.
— Estás despierto a buena mañana.
El suave susurro de Isis invadió mi habitación, sentí sus manos cubrir mis antebrazos, la abracé con más fuerza y dejé que mi nariz cayera en su cabello.
— Algo común, tú sabes eso — besé su cuello, besos suaves que, apenas cubrían centímetros de su piel, quería tenerla sensible entre mis brazos.
— ¿A qué hora tienes que irte? Quédate una hora más — se giró para darme la cara. Isis recién despierta era más tierna de lo que ya era — Una horita más — sus dedos me pidieron un poco más de tiempo — Por favor — y luego hizo morritos que me hicieron perder.
— Puede quedarme una hora más — llené sus mejillas de besos, Isis acarició mi cabello, que ella rasque mi cuero cabelludo con sus uñas, me hacía ronronear como un gato.
— Mis padres llegarán al palacio al medio día, me hubiese gustado dormir contigo hasta tarde...
— Pero tengo entrenamientos, lo sé; y tú tienes clases, lo sé — pellizqué su nariz respingona.
— Y no quiero que faltes ningún día — sonrió orgullosa — No soy mala influencia.
Reí. El de la mala influencia era yo, y que ella tomara ese papel, era ridículo.
— No lo haré, soy el mejor guerrero entre todos esos idiotas, no bajaré mi rendimiento por si llego a faltar un día, o una semana, o un mes. Soy el mejor y seguiré siendo el mejor.
El cuento se cuenta solo, el de las habilidades físicas soy yo, el del instinto soy yo, el de los sentidos hiperdesarrollados soy yo. No tengo magia, pero soy fuerte y hábil a sus ataques.
— Tengo el presentimiento de que mi macho será el General de nuestras tropas — Isis empezó a jugar con la piel de mi pecho, gruñí por lo bajo.
— Esperemos que algún día el General pueda ver eso y que la envidia nunca llegue a consumirlo.
Para ser general... Uff Diosa. Debo subir muchos niveles y será en los próximos años.
A ver. Yo era el más fuerte, más veloz, con habilidades e inteligencia en mi grupo de futuros soldados. Pero ellos hacían de la vista gorda, no me querían en un puesto superior que al de su propia especie; porque como sabrán, las hadas tomaban los cargos más altos para prevalecer en el linaje como nobles.
— Me gustaría hablar con papá, pero... — Ella se detuvo de hablar.
— Pero no quiero tener un puesto por influencias, será por mí y solo por mí — mis dedos acariciaban el valle entre sus pechos, distraídamente.
— ¡Es que ya mereces ser el líder del grupo, Bastian! Hablar con papá ayudaría a que tengas el puesto que hace tiempo te mereces.
— Estoy bien así — fruncí mis labios — De acuerdo, no te preocupes por mí — acaricié la arruga en su frente — ¿Cuándo irás a verme entrenar?
Mi ego se subía cuando Isis visitaba el campo de entrenamiento y cuando era mi turno de demostrar alguna actividad o enfrentarme con algún compañero, mis habilidades surgían con más fuerza, queriendo ganar y sobresaltar.
Me transformaba como un pavo real mostrando todo su plumaje a su hembra.
¿Qué les puedo decir? Por primera vez puedo demostrar que era bueno en algo, soy un completo presumido.
— Hoy día tengo clases de supervivencias contra Slopios (animales que cazan a las hadas para comerse sus alas) — hizo una mueca — No puedo faltar, ¿te imaginas que hoy nos enseñen sobre alguna táctica que pueda salvarme la vida y yo no vaya, y que el cualquier momento algo desastroso me ocurra y que la única forma de salvarme era con la táctica que nos enseñaran hoy y como no fui no podré salvarme y entonces moriré-?
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Encantado
WerwolfElla... Isis. Mi pequeña hada me tiene completamente hechizado. Ella ha sido mi mejor amiga de toda la vida, la he amado desde el primer momento en que la sentí. Mi compañera. Mi hembra. Mi destinada. Mi Isis. Y me estoy esforzando para que lo nue...