30. Otro Alpha Agradable.

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El último día de celo. Todavía sentía la sangre hervir, pero Kirnan tuvo la paciencia de decirme que el celo ya estaba en sus último día. Dentro de mí sentía una mezcla de orgullo y decepción por haber pasado el celo por mi cuenta. Todo estuvo bajo control. 

Isis estuvo lejos de mí. Y eso me mantuvo a borde. Es lo que importa.

Estoy tratando de no necesitar a nadie.

Cuatro de la mañana y la luna sigue en todo lo alto. Su luz bañaba mi cuerpo mientras yo seguía arrodillado dentro del agua y con mi cabeza cabizbaja, pensando; sobre-pensando más que nada. Mamá está preocupada desde ayer en la noche; y con mucha razón. No puedo conciliar el sueño, ni comer. Continuo en el trance, en la escena donde... yo, ya saben.

Estoy empezando a detestar esta dependencia.

El hielo dejó de quemar mi piel, ahora el granizado pareció adaptarse a mi temperatura. Por ahora, el calor del celo se mantiene. Kirnan ha estado gimoteando adolorido desde entonces.

A esta hora de la madrugada, mamá está durmiendo en el sillón más grande. La puerta está abierta para que pueda vigilarme. Me preocupa que se esté congelando con este invierno tenaz. Puedo escuchar su leve respiración, como también escucho las raíces estirarse bajo la tierra del jardín, a los animales del bosque, algunas voces a pocos kilómetros.

Todo se escucha con claridad en la madrugada. 

Pero no la escucho a ella; no sus aleteos ni sus latidos.

Me incomoda molestar a mamá, se acerca a mí cada ahora. Queriendo que coma, que me hidrate, que duerma antes del viaje. Y yo simplemente no puedo. 

Isis me dejó.

Solo de nuevo. 

Miro a la luna y susurro entre labios que Isis me quiera ver. La Diosa tiene mi mensaje, pero no le entregará a ella.

— Me niego a que este sea nuestro fin.

Miro a la luna y me pierdo en ella. Hay algo de cierto en las leyendas humanas sobre los lobos. Observar la luna nos hipnotiza. Hay una claridad tan bella en ella, su luz, su color, su forma perfecta. Ella nos cuida en los momentos donde la oscuridad quiere tragarnos. Ahora es cuando más la necesito.

No estoy solo, la luna me ha estado acompañando estos días. Ella me entiende completamente.

Ese viaje se siente aterrador.

Respira.

Los guardias llegarán en cualquier momento y me exiliarán. Es una trampa.

Cuando lleguen será para que firmes la petición. Si es que llegan. Se burla.

No sé si sea prudente ir, pero no puedo negarme. Es un decreto real.

Iremos, es nuestra única forma de estar con Isis a sola y que nos explique todo de una vez toda esta mierda. Me estoy reprimiendo para no lastimarte. Te lo advierto, firma. O lo haré yo.

Vamos a un servicio. No son vacaciones. Y no voy a acercarme a ella. Ella nos botó y... todas nuestras cosas.

Tú te rendiste, no yo. Me revelaré ante ella. Ya es tiempo que me conozca. 

Nos dejó, así de fácil.

TÚ falta de comunicación. Yo hablaré con ella.

* * * *

— Conozco de un método que te hará dormir, y cuando despiertes querrás acabar con toda la carne. Tienes que comer, Bastian.

Mamá metió su mano en el agua y tomó mi mano helada entre las suyas, cálidas.

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⏰ Última actualización: Feb 11 ⏰

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