Erwin y Levi entablaron una conversación con términos que yo no entendía, yo estaba sentada junto al rubio y frente a mi estaba Hange mirándome con emoción.
-¿Tu cabello es real?- dijo y yo reí incrédula.
-¿Cree que uso peluca?- contesté, mi cabello no era nada de otro mundo, simplemente era rizado, pero era verdad que no había visto a mujeres con el cabello rizado por aquí, al menos no sin haber pasado la noche poniéndose todo tipo de artefactos en la cabeza.
-¡No!- dijo Hange apenada- pero es un desastre.
Hice una mueca, Levi al frente miro a Hange de reojo y Erwin empezó a disculparse. Para haberme recogido de la calle, me trataban como si fuera realeza.
Yo reí, y sentí la tensión irse en un segundo.
-Es verdad que es un desastre- dije- pero no es una peluca, mi madre lo tenía así, solo un poco más claro.
Hange no hizo más preguntas sobre el tema, y eso me alegro, pero si parecía tener más cosas que decir.
Quería conversar con ella, pero tenía la impresión de que una vez empezará a hablar, nada la iba a detener. Así que incline la cabeza hacia un lado, y en un par de minutos estaba completamente dormida.
No quería hacerlo, pero el cansancio cayó sobre mis hombros como un velo pesado, y recordé que en los últimos tres días había dormido solamente un par de horas, así que al final me permití cerrar los ojos.
Cuando llegamos al campamento me sorprendió ver a muchos chicos de mi edad entrenando y ejercitándose, se preparaban para una misión en el muro María dijo Hange, yo solo asentí, no tenía idea de que estaba hablando pero debía disimular.
No había crecido en la ciudad, mi madre había hecho todo lo posible por qué mi conocimiento sobre los titanes, la guerra contra ellos y ese tipo de cosas fuera básico. Tanto que cuando llegue a la ciudad creí que todo había sido un sueño, o una historia que ella se había inventado para mantenerme alejada.
Hange me mostró las cocinas y luego los dormitorios del poco personal que tenían, me dijo que nada de lo que viera aquí debía salir de aquí. Yo no tenía a nadie a quien contarle nada, no debía preocuparse, fue lo que le contesté.
También me dieron un par de mudas de ropa, además de una especie de uniforme que utilizaba el personal, Erwin no comento de donde había salido yo a los demás, simplemente pidió que me agregaran a sus dinámicas y el resto asintió.
Pasé el día conociendo el lugar y a las dos mujeres de mediana edad que estaban en la cocina, no eran las más amables y yo no era buena haciendo amigos.
Por la noche ayude a preparar la cena, y con los pobres ingredientes de la cocina me las arregle para preparar un panque insípido de postre, las mujeres casi lo escupieron cuando lo probaron, pero considerando la situación, estaba bastante decente.
Un grito atravesó el comedor, venía desde una esquina y el resto de los comensales no parecían estar sorprendidos.
Una chica de pelo rojo, brincaba en su asiento mientras se comía gran parte del panque a mordidas. Otro chico la sujetaba por la cintura y uno más intentaba quitar el postre de sus manos.
-¡Sasha!- grito el castaño- Déjanos algo.
Pero ya era demasiado tarde, la chica ya había devorado toda la ogaza.
El resto de la mesa la miraba mientras se chupaba de los dedos el blanco azúcar, yo sonreí un poco.
Tomé el último panque y lo llevé a su mesa, de todas formas nadie en la cocina iba a comérselo.
-Me alegra ver que les gustó el postre- dije mirando a la chica mientras ponía el otro pan al centro de la mesa.
-Gracias- dijo un chico de cabellos casi negros y enormes ojos verdes. Los demás respondieron a coro sus agradecimientos.
-¿Eres nueva aquí?- dijo una rubia que tenía rostro de porcelana, yo asentí.
- Llegué hoy- dije y ella sonrió, el resto ya atacando al pan en la mesa.
-¿No eres demasiado joven para trabajar en un campamento?- insistió la rubia.
-Tambien soy demasiado vieja para vivir en el orfanato- contesté, y me arrepentí al segundo.
-Oh, lo siento yo...- empezó la chica.
-No, no, yo lo siento- conteste, toda la mesa nos miraba- No sé si soy demasiado joven para trabajar en un campamento en realidad, pero necesito ganarme la vida de alguna manera y el capitán Erwin fue lo suficientemente amable como para ofrecerme este trabajo. Disfruten del postre- dije por fin, y me retiré a la cocina.
Hubo un tiempo en el que mi intención fue unirme a los Survey Corps, pero muchas preguntas surgirían con respecto a mi pasado y a mis habilidades en el combate si aparecía al reclutamiento completamente capaz de hacer lo que todos hacían, pero sin ningún historial de entrenamiento en algún campamento.
La realidad era que mi madre había pasado toda mi vida entrenandome, yo no sabía de dónde venía ella. No sabía nada de su pasado, pero si sabía que había sido algún tipo de soldado porque sus habilidades eran inmaculadas.
Yo era menos ágil que ella, pero si más precisa y siempre había estado orgullosa de mi habilidad para aprender de ella. Aunque nunca dejará que me enlistara a ningún tipo de guardia o ejercito.
"No te entreno para que aprendas a matar ____, te entreno porque no tengo otra cosa más que ofrecerte. Pero eso no te da el derecho de asesinar criaturas, la vida va más allá de lo que los humanos perciben"
El mundo no había sido justo conmigo, y luego de su muerte me las había arreglado para sobrevivir en la ciudad. Varias veces sus habilidades me habían salvado de situaciones incómodas, y yo siempre le estaría agradecida.
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Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic
FanfictionEnemies to lovers. _____ Amren es una mesera con un pasado que todos desconocen, y no es hasta que termina enfrascada en una relacion extraña con el capitán Ackerman que se da cuenta de lo mucho que necesita un héroe que la salve de crímenes que no...