Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic

19

Conocía a todos los compañeros a los que había sido presentada, pero ahora como cadete del escuadrón.
La historia de cómo sabía todo lo que sabía fue explicada por Hange antes de que yo llegara de vuelta del hospital, lo cual agradecí.
-¿Entonces tú y el capitán son buenos amigos?- pregunto Connie, un chico de cenizos cabellos.
Amigos, pensé para mí misma. No sabía que éramos, supongo que amigos estaba bien por ahora.
Habían pasado un par de semanas desde que Levi me había besado en la sala del hospital, y después de eso no lo había vuelto a intentar.
De hecho, no lo había visto más de un par de veces después de eso. Había pasado un mes.
-Sí- contesté- Somos amigos.
-¿Entonces podrías pedirle que me asignen una ración más de comida en el comedor?- dijo la pelirroja a su lado.
Yo reí.
-Eso podría conseguirlo sin necesidad de meter a Levi- al capitán Ackerman- me corregí- en esto.
La chica salto de felicidad y se alejó corriendo llevándose a su amigo con ella.
-No creo que debas darle más comida a Sasha- dijo un joven detrás de mi- Ya tiene demasiada energía.
Me giré, era Jean.
-Creo que su energía es vital en el escuadrón- conteste.
-Eso es verdad- dijo el joven de finos razgos, era demasiado apuesto. Pero siempre tenía una expresión amarga en el rostro, no sabía a qué se debía. Pero si había escuchado que había perdido a su mejor amigo en las expediciones de hace un par de años.
-Jean ¿Cierto?
- Así es- dijo extendiéndo su mano.
-____- contesté tomandola- Un placer.
-Por favor no le digas esto al capitán Levi, pero fue genial verte peleando con él.
-No se lo dire- dije riendo- pero te lo agradezco. Creí que lo único que había logrado ese día fue humillarme.
-En absoluto, ese día te ganaste un lugar en el escuadrón. Todos lo vimos.
Sonreí de lado, sus palabras me consolaban.
-¿Esperas a alguien?- preguntó.
-Oh- dije mirando hacia el artefacto que esperaba en una mesa a mi derecha- Hange dijo que hoy me enseñaría a usar el aparato con el que pelean fuera de los muros, llevo aquí una hora.
-No creo que venga, lleva horas en la oficina de Erwin. Pero yo puedo enseñarte, al menos lo más básico por el momento.
-Te lo agradecería, me gustaría estar preparada lo más pronto posible.
-No creo que te resulte complicado- dijo guiñando un ojo mientras tomaba el equipo- ven conmigo.
Y le seguí.
Jean conecto el equipo al los dos extraños postes en los que entrenaban, al parecer lo primero que debía dominar era el equilibrio.
Estuvimos ahí al menos una hora,
él siempre se aseguraba de estar cerca cuando caía y evitaba que tocará el suelo.
-Es más difícil de lo que parece- dije levantandome con dificultad.
-Es verdad- contestó- pero si el escuálido de Eren pudo hacerlo con un artefacto dañado y un poco de fe, entonces no dudó que en un par de días lo resolveras.
-Gracias, Jean. Ya puedes dejarme aquí, creo que me tomara más tiempo y seguro tú estás ocupado.
-La verdad es que no-
-Hange te necesita en su oficina, cadete.- dijo un voz familiar a nuestra izquierda.
Era Levi.
-Capitán- dijo Jean inclinándose. -Te veo luego ____.
Yo asentí sonriendo.
-Gracias.
Cuando Jean desapareció entre las habitaciones, Levi se acercó a mí.
No dijo una palabra, solamente empezó a desabrochar los cinturones que me ataban al artefacto en los postes.
-¿Qué haces?
-Estoy entrenando- dije con molestia y quite su mano de mi cadera.
-Saliste del hospital hace dos días y ya estás colgada en el aire haciendo acrobacia, ¿Estas loca?
-Ya no estoy herida, y no tengo tiempo que perder si quiero ir con ustedes en la próxima expedición.
-Por supuesto que no irás con nosotros en la próxima expedición- contestó molesto.
-¿Qué haces, Levi?- dije alejándome.-No te apareces por semanas en el hospital y los días que vas solo es por las noches mientras duermo, y cuando por fin salgo y llego aquí me prohibes entrenar y me dices que no iré a la próxima expedición. ¿De que se trata? Estoy harta de que no digas nada, no se qué pasa en tu cabeza Levi. Si no te comunicas conmigo esto no va a funcionar, habla de una vez.
No me miró, apretó la mandíbula mientras veía a lo lejos y tardo un rato en contestar.
-No sé... No sé cómo actuar. No sé cómo hacer esto, no debí... No debí besarte ese día, estuvo mal. Fue poco profesional de mi parte, fue inmaduro y...
-Basta- dije, y sentí un nudo en el pecho que casi me hizo llorar- No tienes que explicarme porque te arrepientes, pero si no quieres hacer esto entonces no deberías ser negligente con mi entrenamiento.
-No es lo que quería decir, yo...
- Empezaré a entrenar mañana, te guste o no. Sobre el resto... Me queda bastante claro que fue un error, no volverá a suceder.
Me alejé llevándome mi equipo conmigo, sentía las lágrimas formarse en mis ojos.
Me encontré dirigiéndome a mi antiguo dormitorio pero luego recordé que debía ir al dormitorio de las chicas y tuve que limpiar mi rostro y disimular lo que acababa de pasar.
El beso de Levi era lo mejor que me había pasado en años, y saber que para él fue un error me dolía más de lo que quería admitir. Pero debí habérmelo esperado de él, fui estúpida al pensar que podría estar enamorado de mi también.

-Entonces tú y el capitán... ¿Son sólo amigos?- pregunto Sasha desde su cama.
El resto de las chicas me había recibido con bastante amabilidad y habían preguntado si mi cama era cómoda o si necesitaba más cobijas, yo agradecí su hospitalidad y estar rodeada de chicas que al menos sabían comunicar sus emociones.
-Creo que incluso amigos es mucho decir- contesté- supongo que me ayudó porque necesita soldados, y hubiera sido un desperdicio enviarme a la cárcel.
-Nunca le he visto preocuparse por nadie, pero tiene sentido lo que dices. Más alla de ser un buen guerrero es un estratega. - dijo Christa.
-Seguramente la idea la tuvo Erwin- dijo Ymir- Levi solo fue el anzuelo, después de todo la nación está en deuda con Levi, y a Erwin lo aborrecen. Si sugiriera algo así, la corte no le hubiera hecho el favor. Pero a Levi por otro lado...
Nunca lo había pensado así, y me resultó aún más doloroso. Tal vez Levi había fingido más allá de lo que creí, tal vez el beso era parte de su estrategia también...
-Suena lógico- contesté- aún así, es mejor que pasar mis días en la cárcel.
-Oh, querida- dijo la morena- no tienes ni idea.