Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic

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Ver a Levi en acción fuera de los muros era embriagante, por decir poco.
Luché constantemente para no abrir mi boca cada vez que el Capitán acababa con un titán, y para ser honesta verle luchando me parecía tan sexy.
Pero borré esos pensamientos de mi mente, ya tendría tiempo para analizarlos y torturarme con ellos cuando regresaramos al campamento.
Por ahora, me tocaba monitorear el área mientras los caballos corrían a toda prisa.
El escuadrón estaba dividido en distintas alas, Levi conveniente estaba en la mía.
El bosque estaba cerca, y sería casi imposible moverse ahí en los caballos. Así que esperabamos la orden de Levi para lanzarnos a los árboles, yo revise al menos diez veces que mi aparato estuviera correctamente conectado y atado a mi.
Para cuando Levi se lanzó a las ramas, el resto ya estaba detrás de él.
Me echó un vistazo en cuanto aterricé en un pino con gruesas ramas y asintió, yo le guiñé un ojo y él sonrió de lado.
La misión era meramente para depurar, aunque Hange planeaba capturar a al menos un titán para experimentos. Levi se había opuesto, pero no es que a Hange eso le importará.
Nuestro trabajo era mantener el área libre de más titanes mientras Hange y el resto atrapaban a la criatura, y había sido bastante fácil hasta ahora.
Los titanes empezaron a aparecer por decenas, todos nos balanceabamos en los árboles acabando con las criaturas en segundos.
De alguna manera Levi y yo terminamos al frente, juntos. Era como una danza, funcionamos como uno solo y los titanes caían tan rápido que al cabo de unos minutos no quedaba nada más que hacer.
Yo estaba agotada, sudaba y mi respiración estaba agitada. Miré a Levi de pie junto a mi en la rama de un árbol, su vista clavada en el suelo. El equipo de Hange había atado al Titan y lo había subido a la carreta enorme que ella había construido, el capitán tenía el rostro serio sabía que un titán dentro de los muros siempre era arriesgado.
-Vamos Capitán, Eren es un titán y vive dentro de los muros.¿ Te aterroriza esta cosa que apenas puede sostener el peso de su cabeza?- dije intentando relajar un poco el ambiente. Aunque las risas y gritos de emoción de Hange ayudaban bastante.
-Me preocupa Hange- dijo con seriedad- Me preocupa no saber lo lejos que está dispuesta a llegar por un simple experimento, lo que está dispuesta a dar.
Entendía su preocupación, Hange era su amiga pero también era la mujer más aferrada a la ciencia que había conocido. Levi sabía que no tenía ningún poder sobre ella, y que sus sugerencias o preocupaciones con respecto a sus experimentos nunca serían escuchadas por ella.
-Hange sabe que te tiene a ti para defenderla a ella y a todo el campamento si algo sucede con el Titan dentro de los muros- dije acercándome un poco.- Confía en ti y en tus habilidades, por eso se arriesga.
Levi suspiro pero después asintió con paciencia mientras sonreía de lado, Hage a nuestros pies casi lloraba de felicidad.

El regreso al campamento fue tranquilo, a pesar de que arrastabamos a un titán horroroso que no dejaba de quejarse.
Eren a mi lado se veía satisfecho, cuando le pregunté a que se debía la sonrisa en su rostro me dijo que era una de las pocas veces que había terminando una expedición sin convertirse. Extrañaba eso.
-Me alegra que lo hayas disfrutado- dije- fue un buen espectáculo el que diste.
Él sonrió de nuevo.
Mikasa a su lado también.

Después de que todos tomáramos un baño, yo me dirigí a la cocina. Sabía que dos cocineras no serían suficientes para servir a todo el escuadrón así que me puse un delantal y empecé a llevar comida, Levi y Hange no estaban a la vista pero el resto esperaba hambriento por su plato.
Cuando por fin Levi apareció fue directo hacia mi, yo estaba sirviendo un poco de vino en la copa de Armin, el chico miraba con ojos nerviosos el líquido rojo.
-Una copa no hará que te emborraches Armin- dije riendo- Pero si quieres puedo traerte algo más.
El negó rotundamente y Eren a su lado sonrió y le dio un par de palmadas en la espalda.
La mano de Levi se posó en mi cintura y yo me gire para verle, se veía agotado.
-¿Esta todo bien?- pregunté.
-Si, solo venía a ver si podías enviarle un plato de comida a Hange, trate de convencerla de venir pero es imposible.
Yo asentí mientras sonreía.
-Le llevaré la comida yo misma.
-No, yo lo haré tu también deberías cenar.
-Igual que tú- dije tomando su mano y arrastrándolo hasta una esquina de la mesa- siéntate y come, regresaré en un rato.
Él asintió.

La mujer devoró el plato de cena en segundos luego de que me negara a irme hasta verle comer al menos un par de bocados, luego de eso volvió a su experimento.
-¿Estás segura de que no quieres más? - dije dirigiéndome a la puerta.
-Sí, si, vuelve al comedor. Levi debe estar vuelto loco sin ti ahí.
Solté una carcajada, Levi vuelto loco por perderme unos minutos no era algo que sonara real. Al menos no para mi, pero la mirada de Hange me hizo sospechar de mi propio criterio.
-_____, creo que no tienes idea de lo mucho que te quiere ese hombre. De verdad, algunas veces me da miedo lo mucho que se contiene para no parecer un psicópata sobreprotector cuando se trata de ti y tu seguridad. Honestamente no sé cómo terminó la misión de hoy sin un paro cardíaco o algo por el estilo, te vi saltando entre los árboles y casi podía escuchar a Levi gritar que te detuvieran.
Puse una mueca, si Levi se había sentido así, no lo había demostrado en absoluto.
- Le ha costado bastante, pero creo que sabe que es lo mejor para ambos.
Hange me miró y sonrió de lado con ironía.
-Se que tal vez no me corresponde decir esto, pero Levi es mi amigo desde hace tiempo y...- se detuvo.
-¿Y?
- Cuando te encarcelaron... Dioses, jamás lo había visto tan fuera de si. Estaba perdido y nadie entendía bien por qué, creo que ni siquiera él lo sabía. Se había vuelto loco, estaba a punto de asesinar a todos los ministros y jueces. Su reputación y lo que la nación le debe ayudaron, de lo contrario estarían ambos en la cárcel. -No dije nada, no sabía que decir. - A lo que me refiero es que... Me alegro que se hayan arreglado, me alegro de que estén juntos y me alegro de que Levi tenga a alguien que le ame como se lo merece. Gracias, _____.
-No es caridad, Hange. No tienes que agradecerme, yo también me siento afortunada de estar con él. No te preocupes, nada malo va a pasar, ya no.
Ella sonrió de lado y luego me pidió que me fuera o Levi la mataría por hacer que me perdiera la cena, yo sonreí y salí corriendo hacia el comedor.

Levi había esperado hasta que yo regresará para empezar a comer, la mayoría había terminado y ahora solo charlaban relajados.
-¿Ha comido?- dijo él tomando un trago del vino barato de la mesa.
- Por supuesto- dije haciendo una mueca, este vino era horrible.
-Es horrible, lo sé- dijo él.
-Solo necesito un par de copas para relajarme e ir a dormir en paz. Por cierto, dormiré con la chicas hoy.
-¿Por qué?¿Te he molestado? Yo dormiré con los chicos, no tienes que volver a tu catre- dijo él, y pude ver la angustia en sus ojos.
-Calma- dije rozando su mano- Te ves muy cansado, creo que es mejor que tengas tu cama para ti solo un par de días y descanses bien sin mi ahí ocupando media cama.
-Yo...- empezó, y supe que había sido un error.- está bien si no quieres volver, entiendo que puede ser molesto despertar en la madrugada conmigo gritando y sacudiéndome, solamente dímelo.
-No, Levi. No es eso.- dije casi suplicando, y está vez tome su mano con fuerza- De verdad pensé que sería mejor para ti descansar hoy, se lo complicado que puede ser cambiar por completo tu rutina por alguien, y creí que tal vez necesitabas tu espacio hoy.
-Como quieras- dijo él, y luego terminó su cena sin decir una sola palabra más.
Se puso de pie sin despedirse unos minutos después, y se fue sin siquiera mirarme.
No pude terminar de comer, sentía un nudo en el estómago y el vino ácido no lo hacía mejor.
Un par de horas después cuando termine de recojer y lavar los platos, decidí que debía ir a hablar con él. Aún no era tan tarde, sabía que no estaría dormido.
Luego de tocar la puerta un par de veces y ver que él no aparecía supe que no quería hablar conmigo o verme, así que me dirigí al único lugar en el que nadie más me encontraría. Necesitaba pensar, y necesitaba intentar comprenderle.