Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic

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Es escuadrón se había dividido en las habitaciones de la casa, incluso la de Levi.
-¿Estas seguro de que dormirás aquí?- le pregunté una última vez cuando se dirigió a la sala donde Jean y Connie ya ocupaban un par de los sillones y dormían profundamente.
-Una noche no me matara- dijo con demasiado entusiasmo, sus mejillas estaban rojas y podía escuchar como arrastraba las palabras al hablar. El vino había hecho efecto en él y verle un poco ebrio me parecía divertido.
-Gracias por todo Lev- dije mientras sujetaba su mano.
-Basta Amren, no hago esto para que me agradezcas. Lo hago porque te amo.
Mi corazón se encogió, y no pude evitar sonreír.
-Descansa- dije mientras le besaba con suavidad, el solo asintió y me miró hasta que cerré la puerta detrás de mi.
Esa noche, en mi fracción de la cama que compartía con Mikasa y Sasha dormí con tanta paz que apenas sentí la incomodidad.

La mañana siguiente, luego de que todos se fueran Levi me dio un tour por toda la casa.
Mi parte favorita fue el jardín trasero que estaba conectado con el bosque y a tan solo unos metros se encontraba un pequeño río, el agua clara y helada.
-No hay nadie más en al menos dos kilómetros a la redonda- dijo el sentándose junto a mi a la orilla del riachuelo.
- Mi casa estaba cerca de un río también, mi madre iba todas las mañanas por agua.
-Por suerte nosotros tenemos un pozo, y no tienes que venir aquí a diario.
-No me molesta.
Él solo sonrió, y me hizo compañía por al menos unos quince minutos.
- Mi madre me pidió que la enterará junto al río...- susurré, mi pecho empezaba a doler y sentía las lágrimas acumularse en mis ojos- Ni siquiera pude ver su cuerpo... No sé si la enterraron o si solamente la arrojaron al río.
-_____- dijo Levi, su mano apretando la mía. - Lo siento.
Hubo silencio unos cuantos largos segundos y luego el dijo:
-Yo tampoco pude enterrar a la mía, y tampoco sé qué pasó con su cuerpo.
-Lev, yo... Lo lamento, no lo sabía.
-No podrías saberlo, eres la primera persona a la que se lo cuento.
Apreté su mano en respuesta, porque no sabía que más decir. Me sentía abrumada y triste, pero también me sentía feliz de que pudiera ser la persona en la que Levi confiara, incluso si se trataba de secretos tristes y traumas del pasado.
-Tal vez deberíamos construirles un par de lápidas aquí, creo que a mi madre también le hubiera gustado descansar en un lugar como este.
Sonreí y asentí, las lágrimas no dejaron de escurrir. Levi me abrazó y esperó a que dejara de llorar para ponerse de pie y empezar a darme instrucciones.
- Tú busca rocas de todos los tamaños, si son más grandes que tú puño mejor. Iré por las herramientas y un par de trozos de madera...
-Sí, capitán.- respondí, y él sonrió de lado mientras se dirigía a la casa.
Veinte minutos después ambos tallabamos el nombre de nuestras madres en un par de gruesos trozos de madera rectangular, Levi con más precisión que yo.
Había formado un par de círculos con las rocas los suficientemente lejos del río como para que no los arrastrará, al centro había plantado una lavanda para mi madre y luciles para la suya.
Leví había clavado los trozos de madera lo más profundo que había podio, y también había encendido un par de velas que cuidamos por unos minutos mientras apreciabamos nuestro trabajo.
-Gracias- le dije.
-Prometeme que descansaré aquí también, con ella- susurró mirando hacia la cripta.
-Solo si tú me prometes lo mismo.
-No se cómo esperas que salga de mi tumba a asegurarme que te entierren aquí.
-No sabemos quién se irá primero, pero si soy yo haría un par de tratos con el inframundo y su rey para poder asegurarme de cumplir la promesa. ¿Qué estás dispuesto a hacer tu, Cápitan?
-¿Crees que al rey del inframundo le gusten los hombres?- preguntó genuinamente, y yo no pude evitar soltar una carcajada.
-Creo que cualquier rey cumpliría tus caprichos si lo pidieras de buena manera.
-¿Ah sí?- dijo casi ronroneando, y mi piel empezó a arder.
-Aqui no, descarado.
-Entonces deberíamos volver a la casa- contestó poniéndose de pie.
-No tengo prisa.
-Me matarás.
-Tentador.
-_____, por favor...
Tomé su mano por fin y le dejé arrastrarme con demasiada velocidad hasta la acogedora habitación que compartiriamos por lo que el había asegurado iba a ser el resto de nuestras vidas.