Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic

8

-¿Disfruta de la fiesta, Comandante?- dije mientras rellenaba la copa de Erwin con un poco de vino tinto.
Era el cumpleaños de Hange y además todo el escuadrón de Levi estaba por salir a una expedición importante, así que celebraban.
-Amren- Dijo Erwin, sus mejillas un poco rosadas.- ¿Por qué no deja de trabajar un segundo y disfruta de la celebración?
-Porque entonces no habrá quien rellene su copa, o la de nadie más. ¿Quiere eso?
-Vamos Amren, dese un descanso.- insistió el Comandante.
Levi a su lado me miró, estaba tan serio como de costumbre. Parecía un sueño la noche pasada.
Todos estaban devorando el festín, bailando, cantando y bebiendo. Una pequeña banda tocaba melodías alegres en una esquina, todos se veían felices.
Los jóvenes cadetes estaban al borde del colapso, al parecer nunca habían bebido tanto alcohol.
Un trio bailaba al centro de la pista, incluso sus superiores se reían de ellos.
Me senté con ellos mientras rellenaba la copa vacía frente a mi, el vino no era el más bueno pero iba a bastar.
-¿Qué le ha pasado en el rostro, Amren?-pregunto Erwin.
Levi se tensó, yo no me moví ni lo miré.
-Una rama, Comandante- dije en tono relajado.
-¿Ha ido al bosque a pelearse con los árboles?- definitivamente estaba un poco ebrio.
-Algo así - contesté riendo.
-Tal vez debería considerar unirse a las tropas, le tomará un tiempo, pero sería de más utilidad que en la cocina.
-Llámeme cobarde, Comandante. Pero no creo llegar a ser un soldado digno de sus tropas aunque entrene por el resto de mis días. - dije, y mentir se sentía cada vez más difícil. Pero no podía hacerle esto a mi madre, no sabía mucho de su pasado pero si sabía que había huido de algo.
-Los mejores soldados están escondidos en los lugares más remotos- dijo Erwin- considerelo.
Hange a mi lado estaba definitivamente ebria cuando me puse de pie y me acerque a retirar su copa, Levi asintió en agradecimiento.
-Oh mi querida ____- dijo ella, su voz apenas legible- Un pajarito me dijo que tienes una voz espectacular ¿Acaso no es perfecta esta mujer? ¡Cocina de maravilla, tiene sentido del humor, es guapa y además sabe cantar!- exclamó casi gritando mientras veía a Erwin y a Levi, me tenía abrazada por el cuello y me sacudía como a una muñeca de trapo.
-Puedo decir lo mismo de usted- dije soltandome dé su agarre. Ella se rió a carcajadas.
-Conozco a alguien perfecto para ti- empezó, y el color abandono el rostro de Erwin- Un gran amigo. Bastante malhumorado y poco sociable, pero muy bien parecido. Creo que podrías hacerle bien, él ya ha dicho que-.
-¡Hange!- dijo Erwin poniéndose de pie- ¿Por qué no me muestras el nuevo artefacto en el que estás trabajando?
Hange saltó de su asiento y arrastró a Erwin fuera de la cocina, el resto no lo notó.
-Me debes una canción, ____. Tal vez para mi próximo cumpleaños- había dicho la mujer antes de irse.
Un golpe sordo llegó desde el otro lado de la sala y pude ver a un joven castaño caer al suelo como un bulto, sus amigos atrás tampoco tenían mucho equilibrio.
Corrí hacia él y sentí a Levi moverse a mi lado.
Jean, lo reconocía ahora como lo hacía con todos, conocía sus nombres pero no a ellos.
-Eren, Mikasa, Armin- gruñó Levi- Lleven a Connie y a Sasha a su dormitorio, Amren y yo nos encargaremos de Jean.
-¡Capitán!- Exclamaron los tres al unísono.
Jean era alto y bastante pesado, lo arrastramos de edificio a edificio con bastante dificultad.
-No puedo creer que la chica bonita de la cocina este llevándome a mi habitación- dijo Jean arrastrando las palabras.
-Cuida tus palabras, cadete- gruñó Levi al otro lado.
-Oh vamos Capitán- siguió Jean- no puede negar que es linda. Deberías unirte a los Survey Corps, así podría verte a diario en el entrenamiento.
-¡Jean!- dijo Levi casi gritando. Jean solo soltó carcajadas.
-Tranquilo capitán- intervine- Está ebrio, no recordara nada por la mañana.
-Pero tu sí.
-No me molesta- dije- Es un chico bastante agradable.
-Entonces le gusta que alimenten su ego con cumplidos- dijo Levi.
-Por supuesto- contesté con sarcasmo, pero él no lo tomo bien.
Levi no dijo nada más, casi aventó a Jean en su cama y salió deprisa de la habitación. Yo me quedé a quitarle las botas, traje cubetas y las coloque a un lado de las camas del resto y me asegure de acostar a Jean sobre su costado, así si vomitaba por la noche no se ahogaría.
-Gracias- dijo Mikasa luego de que les ayudará a acomodar al resto.
- No hay de que- contesté- suerte en la expedición.

Llegué a mi habitación completamente exhausta, había pasado todo el día en la cocina preparando la comida de la fiesta, y luego toda la noche sirviendo mesas y arrastrando borrachos.
Y aún así, no pude dormir.
La incertidumbre me mataba, saber que algunos de los soldados que se iban no regresarían, o que algunos regresarían con heridas de por vida.
Estaba preocupada por todos y ni siquiera los conocía bien, por esto no me había permitido encariñarme con nadie.
Y aún así me consumía la duda.