Dark "I See You": Levi X T/N Fanfic

28

-Mierda- dije mientras me quitaba el aparato de la cintura, había terminado el entrenamiento y el resto se dirigía a las duchas. Yo estaba atascada con uno de los seguros, nunca podía abrirlo.
Levi me vió a unos metros de mí y se acercó para ayudarme.
-Déjamelo a mi- dije en cuanto su mano se dirigió a mi pierna.- Tengo que poder hacerlo, aaaggg maldita sea.
Jalé el seguro tan fuerte que mis dedos dolieron pero no se abrió, un dolor profundo vino desde mi vientre y amenazó con debilitar mis piernas.
De verdad odiaba estar en mis días, era lo peor.
-Perdón- dije cerrando los ojos e intentando tomar un poco de aire.
Levi espero a que retirara mis manos del aparato y se hincó junto a mi cadera, con sus manos pálidas abrió el seguro en dos segundos.
-Puedo hacer esto el resto de mi vida- dijo mientras se ponía de pie.
-Por supuesto que no dejaré que eso pase- contesté- ya lo resolveré.
-¿Te sientes bien?- dijo tomando mi mano con delicadeza- Te duele algo.
Afirmó.
Yo fruncí el ceño.
-¿Cómo sabes?
-Has estado enterrandote las uñas en las palmas de las manos por dos horas durante el entrenamiento.
Era verdad, lo que me sorprendió fue la facilidad que tenía Levi para notar gestos que significarán algo en mi comportamiento.
-Estoy bien, solo tengo cólicos. Iré a tomar un baño y descansaré.
-¿Quieres que te lleve la cena?- pregunto mientras avanzábamos.
-No te preocupes, no tengo apetito. Lo único que quiero es una buena cama en la que descansar, mi espalda me está matando.
-Duerme en la mía los días que necesites, yo puedo dormir en el dormitorio de los chicos.
Negué.
-No, claro que no. Debes descansar también, y mi catre...
-Esos catres son la cosa más incómoda para dormir, por favor ____. De todas formas no es como que duerma muchas horas en la noche, tengo insomnio la mayoría del tiempo.
-No puedo Levi- insistí- Le pediré algo a Hange para el dolor y pronto se me pasará, te veo mañana ¿De acuerdo?
-No.

La cama de Levi era el cielo comparada con la tabla horrorosa en la que dormía cada noche, en cuanto salí de bañarme me recosté y el alivio recorrió mi cuerpo.
Levi me había arrastrado hasta su habitación y luego se había ido dejando la puerta cerrada con seguro, la realidad es que no proteste en cuanto vi que su cama al menos tenía colchón.
Dormitaba y empezaba a anochecer cuando él entró cargando una bandeja en sus manos.
-Te traje un poco de té, he escuchado que la menta es buena para los cólicos. Hange también te mando unas píldoras en las que está trabajando, no tienes que tomarlas si no quieres - dijo sentándose a los pies de la cama mientras me pasaba una taza humeante.
-Gracias- dije, y el líquido recorrió mi cuerpo con calidez, decidí tomar una de las píldoras no tenía mucho que perder. -¿Ya has cenado?
Él asintió mientras se ponía de pie.
-Iré a dormir, descansa.
-No Levi, espera.- dije.- Duerme aquí, hay espacio para ambos, no tienes que ir con los chicos a dormir en un catre horrible.
Él se quedó helado, no movió un un músculo.
-Yo... No creo que... ____ yo...- dijo con dificultad.
-Esta bien, no tienes que hacerlo si no quieres. Solo trataba de asegurarme de que no pasarás una mala noche, será solo hoy mañana estaré mejor. Gracias, Levi.
Él me miró y pude sentir como se rompía algo en él, no debí haberle pedido que se quedará conmigo.
-Tengo pesadillas- dijo en un susurro- A veces despierto gritando a media noche y no puedo concebir el sueño, duermo máximo cuatro horas seguidas y después...
-Levi...- dije, y mi voz se rompió- No debí aceptar tu oferta, seguramente no dormirás nada hoy- empecé a ponerme de pie- Por favor vuelve a tu cama, y no te preocupes por mi solo es una mala noche al mes...
Me detuvo tomándome de las manos y sentándome a la orilla de la cama.
-Dormiré aquí- dijo decidido.
Le miré, había miedo en sus ojos pero yo jamás podría tenerle miedo a él.
-No me importa despertar por la noche- dije posando una mano en su mejilla- Siempre voy a estar aquí para ti.
Él sonrió de lado y luego me besó.
Sus besos eran dulces y sus manos se sentían firmes en mi espalda.
-Gracias- susurró en mi boca.
Y luego de que se lavara la cara, nos metimos a la cama y en un par de segundos conseguimos dormir.

-Levi- susurré-Levi, despierta. Son casi las 8...
Era una roca, dormía tan profundamente que yo pude levantarme e ir por el desayuno y el nunca se movió.
Por la noche nunca le sentí despertar o gritar, así que supuse todo había estado bien.
-Levi- volví a decir- Vamos, tenemos entrenamiento en media hora.
Abrió los ojos con pereza luego de que lo sacudiera un par de veces, y cuando se percató de la situación se sentó de golpe y me miró con preocupación.
-¿Qué hora es?- dijo con la voz rota.
-Casi las 8- contesté y él se llevó las manos al pelo e hizo por ponerse de pie- Te traje el desayuno.
Miró la bandeja a sus pies y luego a mi.
-¿Qué pasa?- dije entregándole una taza con café.
Él bebió un sorbo, aún con el rostro sorprendido.
-¿Te he despertado por la noche?- pregunto preocupado.
Negué.
-Para nada, y tengo el sueño bastante ligero.
-Yo... No puedo recordar la última vez que dormí tantas horas seguidas sin...
-Me alegra que hayas descansado- dije, y su rostro aún estaba tan sorprendido.- Temía que mi presencia te hiciera aún más difícil dormir.
-¿Difícil?- dijo casi ofendido y yo asentí- ____, eres increíble.
-Eso lo sé- conteste y él soltó una carcajada.
-Por favor, no vuelvas a ese dormitorio. - dijo, y sonó casi como una súplica.
-No creo que este permitido que duerma aquí para siempre.
Me encontré con su rostro sonriendo de oreja a oreja, me jalo del brazo hasta que quedamos frente a frente.
Y luego me dio un beso.
-Yo hago las reglas aquí- dijo mientras me besaba- Sí lo deseas, puedes mudarte a mi habitación.
Cuando nos separamos su nariz estaba roja y sus mejillas también, sonreí.
-Me encantaría- contesté y él sonrió para mi.