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-Me gusta este- dije señalando la botella color esmeralda en las manos del hombre que nos atendía en la vinatería.
Ya habíamos probado al menos diez vinos distintos y mis mejillas empezaban a enrojecer, miré a Levi solo para encontrarme con el mismo rostro pálido de siempre.
-Levare diez  botellas de este- dijo y luego apretó mi mano en la suya mientras seguíamos al dueño.
El lugar parecía caro, el vino era algo que no todos podían costear. Para que necesitaba Levi tanto vino, no lo sabía y tampoco sabía porque estábamos aquí ahora, era un día normal de entrenamiento y el Capitan había decidido darles a todos un descanso y pasear por la ciudad. No me molestaba, pero no sabía la razón y eso me hacía ruido.

-Volvere en una hora, elige algo que te agrade- dijo y luego de besar mi mejilla y mirar a la encargada de la boutique con más amabilidad de la que había visto jamás en sus ojos, me dejó.
-Bienvenida Señorita Ackerman- dijo.
Un ruido salió desde él fondo de mi garganta en mi intento por detener una carcajada.
"Señorita Ackerman" sonaba completamente equivocado.
-¿O prefiere que la llame señora?- dijo la mujer al ver mi rostro de incredulidad. - asumí que como es tan joven no le gustaría ser llamada señora...
-Señorita Amren está bien- contesté lo más amable posible, ella solo asintió.

Luego de unos quince minutos viendo atuendos elegantes y casuales empecé a pelearme conmigo misma en los probadores, no sabía para que quería Levi que me vistiera. Pero a juzgar por la cantidad de vino y el precio de este, supuse era algún evento pomposo con sus comandantes.
No quería ser el centro de atención, pero tampoco quería parecer la asistente del Capitán. Así que elegí un par de vestidos que reflejarán eso, aunque no estuviera segura de cómo Levi me presentaría.
La voz de Madame Cateu sonaba en lo más profundo de mi cabeza cada que subía un cierre, acomodaba una falda o cerraba un botón. Nunca fui lo suficientemente bonita para ella, siembre había algo de mi cuerpo que criticar. Me había generado inseguridades con las que no había crecido y había hecho que odiara de donde venía.

Esperé a Levi luego de escoger un fino vestido esmeralda, el escote no era nada escandaloso aunque la tela ondeaba en mi cuerpo y a veces se pegaba demasiado en ciertas áreas.  Aun así me parecía modesto, la seda y las esmeraldas siempre funcionarían.
La mujer me había dicho que no me quitara el atuendo, y se había encargado de recoger mi cabello y maquillar mi rostro.

-Te ves hermosa ____- dijo una voz familiar a mis espaldas, el aire que no supe había estado guardando todo este tiempo en mis pulmones salió e hizo que mis mejillas se enrojecieran- Podría jurar que no sabes utilizar una daga si no la viera atada a tu pierna.
Sonreí nerviosa llevando una mano a mi pierna, Levi hacia que mi cerebro funcionará a la mitad de la velocidad.
-Luces muy apuesto también, podría jurar que vives una vida acomodada en algún lugar remoto del país y bebes té ridículamente caro mientras lees libros pretenciosos en tu mansión de mármol.
Levi rio.
-Eso fue demasiado específico.
-Tengo mucha imaginación.
-¿Ah sí? Pues entonces te toca imaginar a dónde te llevaré, porque no diré una palabra así que ni siquiera empieces.

Pensaba tener una idea de hacia donde íbamos, pero cuando el carruaje dejo la ciudad y tomo un camino que no conocía fue que me di cuenta de lo mucho que me había equivocado.
Estábamos a las puertas de una pintoresca casa de campo, al rededor no había más que árboles frutales y vida silvestre.
La casa no parecía abandonada, pero si parecía vieja. Luces, música y risas salían por las ventanas. No tenía idea de donde estábamos, o cual era la ocasión.
Levi abrió la puerta y la luz y los gritos me golpearon en un segundo, apenas pude procesar lo que la gente decía mientras recibía abrazos y regalos.
Era mi cumpleaños.

Hacía mucho que había perdido la noción del tiempo, sabía que era verano pero no tenía idea de que tan avanzado estaba el mes. Tampoco tenía idea de cómo Levi se había enterado, yo jamás le había dicho y ahora que lo pensaba él tampoco había mencionado su fecha de cumpleaños.
Me gire hacia él luego de que Hange casi me estrangulara, su mano aún sostenía la mía con fuerza.
-¿Qué es esto?- dije y no pude evitar sonreír.
-Feliz cumpleaños Amren.- contestó él y luego me soltó para que el resto del escuadrón pudiera abrirse paso.
Todos vestían más elegantes de lo que jamás los  había visto, la casa al rededor era elegante y fina. No podía imaginar a quien le pertenecía, o que había hecho Levi para organizar esto aquí.
Luego de que todos me entregaran regalos envueltos casi comicamente y me desearan feliz cumpleaños, Hange me arrastro hasta en salón principal.
Junto a la chimenea de piedra y una ventana que cubría toda la pared había un piano de cola que había visto mejores días a juzgar por la pintura marrón desgastada, pero que aún así lucia increíblemente brillante en una esquina de la sala.
-¿Qué?- pude apenas decir.
-No pude encontrar nada mejor, ha costado mucho encontrar un afinador y estoy seguro de que es más viejo de lo que me gustaría admitir, pero es todo tuyo.- dijo Levi junto a mi.
-Levi, esto debió haberte costado una fortuna. No puedo aceptarlo, además no tengo un lugar a donde llevarlo.
-Bueno, supongo que tendré que cobrarte renta por tenerlo aquí.
Mis ojos casi se salieron de sus cuencas cuando me di cuenta.
La casa era suya.
-Yo...- no sabía que decir, todo estaba en completo silencio, solo la música tenue  en el tocadiscos hacia menos espeso el momento.
-Si te consuela, lo he conseguido a un precio bajo, ha costado más repararlo pero aún así no ha sido tan caro como lo imaginas. La familia de un colega estaba a punto de deshacerse de él, solo les tuve que pagar el transporte aquí - susurró en mi oído.
-Lev- dije, y un nudo en mi estómago me avisó que las lágrimas estaban por salir. No las contuve.
En su lugar, abrace al Capitán y le agradecí con todo mi corazón. Nunca nadie que no fuera mi madre me había dado un regalo, u organizado una fiesta. Me sentía feliz de una forma en la que nunca me había sentido, no podía procesar del todo mis emociones así que lloré mientras Levi me abrazaba y consolaba. Sentí a la multitud dispersarse y volver a su charla, incluso escuché la música subir el volumen.
- No sabía que tenías tan buen gusto- dije despegandome por fin de Levi- la casa es hermosa, nunca mencionaste tener una casa tampoco. 
- ¿Era importante?- dijo sarcástico.
-Por supuesto que era importante, saber que tenías una casa tan hermosa hubiera hecho que funcionaramos tan rápido.
-¿Ah sí?
- Lo habría hecho funcionar desde el día cero.
Levi rio, de verdad.
-La  casa es tuya ahora también, no está lejos del campamento. Puedes venir aquí siempre que te plazca, te entregaré una copia de las llaves.
-Gracias Lev. De verdad. - dije.
Me levanté de su lado y me dirigí al piano, hacia años que no tocaba uno. En casa había un pequeño piano de pared que mi madre había arrastrado desde la ciudad, era mi cosa favorita en ese lugar.
Toqué un par de notas solo para sentir el peso de las teclas, estaba bastante bien afinado y sonaba mejor de lo que me pude imaginar.
Sabía cientos de melodías de memoria, mi madre llevaba partituras para mi cada dos semanas cuando visitaba la ciudad.
Pero la última pieza que me llevo fue la que más tiempo me tomó leer y ejecutar, mi madre no había alcanzado a escucharla completa. Solo fragmentos de pasajes que repetía una y otra vez sin éxito, tal vez era hora de que alguien la escuchara propiamente. 

https://open.spotify.com/track/6sabZsBLfsXuo2haLXZLkW?si=6WhLQBeXS22-0v9Izz4lgA

Cuando estaba aprendiendo la pieza no la sentía como una melodía triste, ahora era distinto. Tal vez la melodía no era triste en si, pero los recuerdos que me traía cambiaban por completo como mi cabeza percibía las notas.
Toqué por un par de minutos, nadie a mi lado se movió. Sentía como si el tiempo se hubiera detenido, y para mí sorpresa mis manos no habían olvidado nada.
También lloré, la chica que tocaba estas mismas notas hace años ya no estaba, y no volvería. Su vida de paz y serenidad en la campo se había convertido en una pesadilla, pero al menos algo bueno había salido de eso.

Levi esperó a que levantará la vista cuando termine de tocar, vi a Jean correr hacia la grabadora y poner música haciendo que todos se dispersaran luego de un par de aplausos que se apagaron al darse cuenta de que yo lloraba.
El Capitan no dijo una palabra, solo se sentó en el banquillo conmigo y me abrazó hasta que pude respirar. Me abrazó hasta que mi memoria dejo de abrumarme y pude darme cuenta de lo afortunada que fuí, me abrazó hasta que estuve segura de que esto no era un sueño y nunca había sentido tanta felicidad.





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Primero que nada k pedo hermanxs, me desconecté unos meses y está cosa ya tenía más de 1000 vistas. Muchas gracias d verdad gente con poca estabilidad mental y ausencia de figura paterna ajajsjsjs.
Empecé este fanfic hace un año y no creí que llegaría a tener vistas, lo hacía por diversión y para distraerme pero entré a la uni y ya no pude dedicarle el tiempo que necesitaba.
Me disculpo por no haber actualizado en tanto tiempo, trataré de hacerlo más seguido. Also disfruten la paz y los capitulos altamente cursis, no actualizar me dio tiempo de pensar en lo que quiero hacer realmente con esta obra de la literatura contemporánea, y la paz no está en mis planes. De nuevo muchas gracias lxs Tkm.

Dark "I See You": Levi X T/N FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora