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Pasé varios días en el hospital sola, y no me molestaba. Pero el dolor y la incomodidad me estaban matando, además de la comida asquerosa que me llevaban a diario.
Hange me visitó una sola vez, solo apreció para decir que se alegraba de que estuviera despierta pero que debía volver al campamento. Yo me alegré de verla, y de ver el entusiasmo en su rostro cuando mencionó que me entrenarían como parte del resto.
No tenía mucho que aprender, mi madre me había enseñado con la misma técnica que a los Survey Corps. Lo único que apenas sabía cómo usar era aquel artefacto que los hacia volar por los aires.
Cuando por fin pude caminar sin caer al suelo de dolor, tuve una visita que arruinó por completo la poca felicidad que había logrado conseguir ese día.
-Comandante, ¿A qué debo el honor de su visita?- dije con sarcasmo.
Erwin no hizo expresión alguna, solo se sentó en la silla a mi costado.
-Solo vengo a aclarar las cosas entre nosotros, Amren. Trabajaremos juntos y no quiero que nuestros encuentros sean incómodos.
-No hay nada que aclarar, Comandante. Entiendo su posición y porque hizo lo que hizo, pero no espere que le agradezca nada.
-No lo espero- contestó con frialdad.
-Tampoco espere respuestas de mi, si supiera algo con respecto a los secretos de estado que tanto buscan no le diría una palabra.
-Tampoco espero eso- repitió- aunque si me gustaría que aclarara las cosas con el capitán Levi. Últimamente ha estado insoportable y temo por el escuadrón 104.
-¿Y qué tengo que ver yo con su actitud odiosa? Que yo sepa siempre ha sido bastante malhumorado.
-No se que fue lo que pasó entre ustedes dos, pero si sé que la distancia le ha afectado. Levi es un hombre discreto, pero lo conozco desde hace tiempo y se que usted es la razón de su impaciencia. - dijo poniéndose d pie.
-Lo dice como si yo tuviera la culpa de que me utilizará.
-Seguía órdenes mías- contestó Erwin- Es un soldado fiel, no tenía otra opción.
-Tampoco tenía principios, veo.
El rubio suspiró.
-Pasaran el resto de sus días juntos ya sea en el campo de batalla o dentro de los muros, por favor arreglen sus diferencias. Después de todo, sin su influencia estaría pudriéndose en la cárcel.
Dicho eso, salió de la habitación.
El juez había dicho que gracias a que yo era cercana al capitán Ackerman, habían podido llegar a un acuerdo.
Una vez más le debía mi vida a él, y me odiaba por eso.

En mi segunda semana en el hospital decidí salir a dar un paseo por los enormes pasillos, podía caminar mejor y mis costillas dolían menos al respirar.
Cuando llegue a la sala de espera de mi piso encontré a Levi sentando en uno de los amarillentos colchones, leyendo un libro que parecía ser poesía.
Reconocí la tapa en cuanto la cerró y me miró con ojos asustados, ese libro era mio.
-Supongo que han buscado ya en toda mi casa la estúpida información que mi madre guardaba- dije, y mi voz casi se rompió.
Levi se puso de pie con rapidez y me miró de arriba abajo.
-Vuelve a la cama por favor, debes reposar. Tus costillas aún no-
-Basta, Levi- lo interrumpí.- No pretendas estar preocupado por mi, si tanto te persigue tu conciencia debiste haberlo pensado antes de traicionarme así.
La mirada en su rostro parecía de dolor, no era el capitán inexpresivo que todos conocían.
-Lo lamento- dijo, su voz de verdad sonaba arrepentida. -No quiero pelear contigo, ____. No quiero que me odies, y no quiero que nos tratemos como si no nos conociéramos.
-Pero no nos conocemos, Levi. Fingiste ser mi amigo y fingiste disfrutar de mi compañía para sacarme información, estoy segura de que si hubiéramos llegado a más no te lo hubieras pensado dos veces y me habrías sacado toda la información que buscabas.
- ¡PERO NO LO HICE!- gritó.
-Oh, ¿Y debo agradecerte eso?
-No te estoy pidiendo que me agradezcas nada, estoy pidiendo que confíes en mí de nuevo.
-¿Para qué? Seguramente moriré en alguna expedición porque iré en las primeras filas como la criminal que soy, no le veo el sentido. Aunque tampoco es como que mi muerte fuera a dolerte, eres la persona más insensible que he conocido.
Algo se rompió en él cuando las palabras salieron de mi boca, y yo me arrepentí al instante.
-Todo me duele igual o peor que al resto- contestó casi en un susurro- Ver morir a mis colegas no es algo que disfruto. Cuando regresé aquella noche de la expedición, había perdido a la mitad de mis compañeros y a un par de soldados tan jóvenes... No quería estar solo con mis pensamientos y por eso terminé en tu habitación, y no me arrepiento. Quisiera que estuvieras ahí esperando siempre que regrese de una expedición, pero sé que tu vida es pelear y se que tal vez sufras tanto como todos cuando volvamos de los muros pero aún así me consuela saber que alguien ha visto mi lado más vulnerable y que sabe que no soy un monstruo insensible que no llora la muerte de los que me rodean. -Mi corazón dolía, sabía que todo era verdad. Y no tenía palabras para responderle algo, simplemente estaba ahí de pie. Como una estúpida. -No sé quién eres, y no se porque tú. Pero cuando estaba afuera, peleando en la lluvia y rodeado de cadáveres solo podia pensar en lo mucho que añoraba estar contigo en esa estúpida cocina bebiendo el peor té de lavanda que he probado en mi vida.
Levanté las cejas.
-¿El peor?- dije. Sonrió de lado y bufó sarcástico. - El té de lavanda es mi favorito.
-Lo sé- contestó.
Hubo una larga pausa en la que yo sabia debía decir algo, pero las palabras no llegaban.
-Lo siento- dije por fin.
-Yo también- dijo él.
-Se que no eres un insensible, lo supe siempre. Lamento lo que dije, hacías tú trabajo y me salvaste de la cárcel yo...
-Basta- dijo acercándose- Ninguno le debe nada al otro, pero por favor no me alejes de nuevo...
Estaba tan cerca que podía ver los destellos en sus ojos azules, era tan hermoso.
-No lo haré.
Mi respiración se aceleró cuando su rostro se acercó al mío y su mano casi tocó mi mandibula, mis piernas temblaron y mi estómago se revolvió.
-¿Puedo?- dijo con voz grave, sentí su aliento besar mis mejillas.
Asentí.
Su mano helada se posó en mi rostro mientras se inclinaba hacia mi, yo cerré los ojos y me sujete con fuerza del tubo de metal del que colgaba mi suero.
Sentí sus labios apenas rozar los míos y mi cabeza explotó en mil sensaciónes, fue un beso tan sutil. Apenas duró unos segundos pero pude sentir su desesperación y le correspondí en cuanto me acercó a el, posando una mano en mi cintura.
Solté un gruñido de dolor, había sido involuntario. Pero hizo que él se separara de golpe, su nariz rojiza por el contacto y sus ojos brillando.
-Mierda, lo siento...- dijo de prisa retirandose- Vamos de vuelta a tu habitación, no deberías...
-Shh- dije- deja de darme órdenes, aún no soy tu cadete.
Sonrió de lado y tomó el artefacto de metal con una mano mientras con la otra me a sostenía de la cintura.
-Pero lo serás pronto, y lo voy a disfrutar- dijo sonriendo.
Su rostro se veía tan hermoso cuando sonreía que casi no noté que me amenazaba.
-No la tendrás fácil, Capitán.
-No esperaba menos de ti, Amren.

Dark "I See You": Levi X T/N FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora