• 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍
𝐀𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐈𝐕𝐀𝐍𝐎𝐕𝐀 viaja al Campamento Mestizo por petición de su madre para alejarse de su pasado y conocer una parte importante de su vida, sin saber lo que ese verano en el campamento le cambiaría tanto su futu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
°•¤❁༆
Яркий свет
▪︎ 𝐋𝐔𝐙 𝐁𝐑𝐈𝐋𝐋𝐀𝐍𝐓𝐄
CUÁNDO NOS ADENTRAMOS EN EL TREN Y COGIMOS asiento, nos acomodamos. Percy se sentó a mi lado, dejándome a mí el lado de la ventana y Annabeth y Grover se sentaron enfrente de nosotros.
Percy giró la cabeza para mirarme y me examinó la cara con los ojos.
—Oye, ¿has dormido bien?
Un segundo. ¿Qué?
— ¿Qué? —pregunté, como una idiota.
—Tienes ojeras—señaló los puntos debajo de mis ojos, y dirigí mi mano a la zona—, y pensaba que habías dormido mal, a lo mejor alguna pesadilla, por eso he preguntado.
Vale, ¿qué?
Te ha preguntado cómo has dormido porque te ha visto con ojeras, no hace falta estar tan sorprendida.
— ¿Ojeras? ¿Eh?
—Luna, ¿estás bien?
— ¿Me... me has preguntado si he dormido bien?
Percy asintió con la cabeza y frunció un poco el ceño. Parpadeé varias veces para aclararme la mente y despejar la sonrisa.
— ¿Pasa algo? —preguntó, con un deje de preocupación, se acercó un poco a mí.
—No, no. Yo... Estoy bien, sí, he dormido bien, solo me has pillado un poco de sorpresa.
¿Un poco?
Nunca me han preguntado cómo he dormido, no me digas nada.
—Por cierto—dijo, llamando mi atención—, lamento haberme dormido ayer por la noche—hizo una pausa y un leve rojo tiñó sus mejillas. —, no quería hacerlo, pero... bueno, tu voz me relajó mucho, el acento ruso le da un aspecto a tu voz... calmante, y cuando hablabas en voz baja yo tenía mucho sueño y... sí, bueno, eso. —Las mejillas de Percy se habían ido teñido de un rojo más fuerte a medida que hablaba, y yo no pude evitar que mi corazón se saltara un latido. No se había dormido porque le había aburrido, sino porque escucharme le relajó— lo que estabas diciendo era muy interesante...—tragó saliva—alguna vez podrías contármelo todo, pero mejor que no haya cansancio de por medio.
Me regaló una sonrisa nerviosa.
—Mi voz... ¿te relaja?
—Eh...sí, algo así. Sobre todo cuando tienes la voz dulce que tenías por la noche, y baja. Además...eh...tienes una voz muy bonita.
