| Epílogo |

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                 °•¤❁༆                тысячу лет

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тысячу лет

▪︎ 𝐌𝐈𝐋 𝐀𝐧̃𝐎𝐒

CUANDO LLEGAMOS AL CAMPAMENTO, TODO PASÓ MUY RÁPIDO. Fuimos a nuestras cabañas a darnos una ducha, pero justo cuando salí envuelta con una toalla, la puerta se abrió de golpe dejando paso a Lee que me estrechó tanto en te sus brazos que pensaba que me iba a dejar sin respiración.

Después de cambiarme, salí por fin para saludar a los demás campistas, incluidos los abrazos de mis primos, que se pegaban a mí como garrapatas. No había hecho amigos en el tiempo que había estado aquí. Beckendorf se acercó a mí el primer día para enseñarme el campamento, y los Stoll y Luke me ayudaron a integrarme un poco con la cabaña de Hermes y en las actividades del campamento.

Mis primos fueron los primeros que me cayeron bien, principalmente porque fueron muy amables. Cuando empecé a entrenar tiro con arco, me alagaban por lo bien que lo hacía, aun que estaban confundidos por quién podría ser mi progenitor. Cuando Artemisa me reclamó, las cosas se volvieron difíciles. Muchos campistas me tenían miedo y curiosidad, y mis primos me cuidaron todavía más.

Habíamos sido los primeros héroes en regresar vivos a la colina Mestiza desde Luke, así que todo el mundo nos trataba como si hubiéramos ganado algún reality show. Según la tradición del campamento, nos ceñimos coronas de laurel en el gran festival organizado en nuestro honor, y después dirigimos una procesión hasta la hoguera, donde debíamos quemar los sudarios que nuestras cabañas habían confeccionado en nuestra ausencia.

Mis primos me hicieron la mortaja -obviamente, ya que en mi cabaña solo estoy yo- una tela blanca con una luna y una flecha en el centro, y pequeñas estrellas brillantes en el resto de la tela.

Me senté con la cabaña de Hermes, entre Travis y Scott, mientras mis dirigían el coro. Después, me acerqué a Charlie para hablar sobre su enamoramiento con Silena y como podría ayudarle. Cuando se marchó con una sonrisa en el rostro y me quedé sola frente a la hoguera, no pude evitar imaginarme como sería si estuvieras aquí, conmigo.

No tienes idea de cuánto me odio por torturarme de esta manera y simplemente dejarte ir, pero no puedo hacerlo. Eres la parte que completa mi cuerpo y mi alma, y no estás.

Escuché como unos pasos se acercaban a donde estaba, así que me levanté y me dirigí a mi cabaña antes de ponerme a llorar, dejando atrás el olor a agua salada al que ya me había acostumbrado.

El 4 de julio, todo el campamento se reunió junto a la playa para asistir a unos fuegos artificiales organizados por la cabaña 9. Dado que eran los hijos de Hefesto, no se conformarían con unas cutres explosioncitas rojas, blancas y azules.

Al principio, me negué a ir. El ruido que los fuegos artificiales producían eran insoportables, pero cuando Beckendorf me preguntó que con me iba a ver los fuegos artificiales y le expliqué la situación, se empeñó a hacerme unos tapones que hacían que solo pudiera escuchar los ruidos cercanos, y no los fuertes.

𝗦𝗜𝗟𝗩𝗘𝗥 𝗠𝗢𝗢𝗡 ☾︎ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora