• 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍
𝐀𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐈𝐕𝐀𝐍𝐎𝐕𝐀 viaja al Campamento Mestizo por petición de su madre para alejarse de su pasado y conocer una parte importante de su vida, sin saber lo que ese verano en el campamento le cambiaría tanto su futu...
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невыносимый звук
▪︎ 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐈𝐍𝐒𝐎𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄
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LOS ARRASTRÉ CONMIGO HASTA UN COCHE QUE TENÍA la ventanilla bajada. Estúpido.
-¿Qué haces? -preguntó Annabeth, con nerviosismo.
-Robar un coche. -dije con tono de obviedad. Percy y Grover parecían no haberse dado cuenta hasta ahora, porque abrieron mucho los ojos.
-Pero-¡¿Quieres encontrar más motivos para que nos busque la policía?! Además, tienes doce años, no sabes conducir.
-Primero, no nos van a arrestar. Segundo, sí se conducir. Y tercero, no conozco el camino, así que súbete de copiloto y guíame. -Abrí el coche metiendo el brazo por el hueco. También se habían dejado las llaves dentro. Seguramente, el dueño volvería pronto.
Empujé a Percy y a Grover en los asientos de atrás y a Annabeth en el del copiloto. Me metí en el asiento del piloto y cerré el coche antes de que pudieran salir. Abrí la guantera para buscar un mapa y se lo di a Annabeth.
Arranqué el motor y cambié la marcha. A mi lado, la rubia se cogió de los asientos como si fuera a morir. Miré los retrovisores, y salí de la plaza del aparcamiento. Cambié la marcha y pisé el acelerador.
-Annabeth, ¿por dónde tengo que ir?
-Eh...un segundo... vale. Coge la salida de la derecha y luego a la izquierda.
Seguí sus indicaciones durante todo el trayecto. Detrás, Percy y Grover se habían relajado y mantenían una conversación. Me paré en un semáforo. Estábamos llegando ya a Los Ángeles. Annabeth también se había relajado y ahora hablaba de las indicaciones y de los monumentos que veíamos para tratar de guiarme mejor.
Me tensé cuando escuché unas sirenas. Policías. Miré por el retrovisor, todavía no llegaban. El semáforo se puso en verde cuando los policías se iban acercando. El trío a mi lado todavía no se habían dado cuenta y estaban hablando sobre un sueño de Percy. Ya me encargaría más tarde de eso.
Aceleré bruscamente y Annabeth pegó un chillido. Entré en una callejuela y giré a la derecha. Di vueltas hasta que los perdí de vista.
Volví a pararme en un semáforo y le dije a Annabeth que me diera indicaciones otra vez. Abrí mucho los ojos cuando oí las sirenas de la policía. Me incliné sobre Annabeth para buscar la palanca y tirar de ella, para dejarla tumbada. Les indiqué a Percy y a Grover que se agacharan y les mandé silencio.
Me cubrí los ojos con las gafas de sol que estaban en mi mochila.
Miré por el retrovisor, la patrulla había parado y uno de los policías estaba saliendo del coche. Me acomodé en mi asiento, y acomodé también los espejos. Unos toquecitos es escucharon en la ventana y la bajé, pretendiendo ser inocente.
