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овец мясоеды

▪︎ 𝐎𝐕𝐄𝐉𝐀𝐒 𝐂𝐀𝐑𝐍𝐈́𝐁𝐎𝐑𝐀𝐒

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Alena

Todavía estaba un poco conmocionada por lo que acababa de ver. Mi familia.

Verlos a ellos, escuchar como me llamaban...

Y luego, cuando Percy me sacó de la ensoñación que producía el canto de las sirenas, fue como si me hubieran echado un balde de agua fría.

Ese sueño no iba a pasar. Mi familia no se iba a reunir, por mucho que lo deseara. No podían reunirse.

Todavía podía sentir los restos del ataque de pánico que me había dado cuando me di cuenta de lo que pasaba.

Pero ahora, tenía que centrarme en Grover, Tyson y Annabeth. Grover estaba en esa isla enfrente nuestra, en algún lugar. Annabeth y Tyson... Solo espero que no estuvieran muertos.

La isla del cíclope tenía prados verdes, árboles de frutas tropicales y playas de arena blanquísima. El Vellocino de Oro estaba haciendo esto.

—El Vellocino de Oro— dije. Percy asintió.

No lo veía aún, pero percibía su poder. Entonces, sentí un tirón en la piel del estómago, pero no le di mucha importancia. Me había escocido desde que había saltado al agua.

—¿Se morirá la isla si nos lo llevamos? —sacudí la cabeza

— Perderá exuberancia. Y volverá a su estado anterior, fuera cual fuese.

Me sentí un poco culpable por destrozar aquel paraíso, pero me recordé que no teníamos alternativa.

En el prado que había al pie del barranco, se agolpaban varias docenas de ovejas. Parecían pacíficas, aunque eran enormes, tan grandes como hipopótamos. Más allá, un camino subía hacia las colinas. En lo alto de ese camino, cerca del borde del abismo, se levantaba el roble descomunal que había visto en sueños. Había algo dorado que relucía en sus ramas.

—Esto es demasiado fácil —dijo Percy—. ¿Subimos allí caminando y nos los llevamos?

—Se supone que hay un guardián. Un dragón o...

Justo en ese momento surgió entre los arbustos un ciervo. Trotó por el prado, seguramente en busca de pasto, y de repente todas las ovejas se pusieron a balar y se abalanzaron sobre él. Ocurrió tan deprisa que el ciervo se tambaleó y desapareció en un mar de lana y pezuñas.

Hubo un revuelo de hierba y mechones de pelaje marrón.

Unos segundos más tarde, las ovejas se dispersaron y volvieron a deambular pacíficamente. En el sitio donde había estado el ciervo sólo quedaban un montón de huesos blancos.

𝗦𝗜𝗟𝗩𝗘𝗥 𝗠𝗢𝗢𝗡 ☾︎ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora