• 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍
𝐀𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐈𝐕𝐀𝐍𝐎𝐕𝐀 viaja al Campamento Mestizo por petición de su madre para alejarse de su pasado y conocer una parte importante de su vida, sin saber lo que ese verano en el campamento le cambiaría tanto su futu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
°•¤❁༆
Красивые лаза
▪︎ 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐁𝐎𝐍𝐈𝐓𝐎𝐒
—TRAVIS Y KATIE SENTADOS EN UN ÁRBOL...
—¿Es enserio?— preguntó Travis, molesto.
—Besándose en su sombra...—continuó Connor mientras nos reíamos. Bueno, Connor reía, Travis tenía cara de enfado que luego se convirtió en otra risa, y yo sonreía ligeramente.
Las risas silenciosas resonaban en el interior de la cabaña de Hermes, donde Connor y Travis Stoll preparaban una broma para una chica de la cabaña 4, Katie Gardener, con mi ayuda; Connor y yo nos estábamos burlando del pequeño enamoramiento de Travis en la hija de Deméter, aunque él estaba muy convencido de que era odio lo que ellos dos tenían.
Levanté la cabeza al escuchar los latidos de alguien más, aparte de los que estaban durmiendo que eran más tranquilos. Luke se acercaba a pasos lentos para no despertar a los demás.
—Alena—los Stoll dieron un salto por el susto que les había dado Luke, causando que una sonrisita de diversión apareciera en mi rosto—, sabes que me encanta que estés aquí, pero si Quirón te pilla, estas castigada, ¿lo sabes, no?— dijo el rubio, aguantándose la risa al hecho de que no les había avisado a sus hermanos de su llegada.
—Sí, sí ya voy. — Luke me acompañó a la puerta.
—Algún día de estos vas a acabar castigada por colarte en otras cabañas. Debes tener cuidado.
—Ya lo tengo. — Respondí, ganándome una mirada de reproche por parte del rubio. Me marché a mi cabaña, donde salí al pequeño balcón para mirar la luna. Como cada noche, me acurruqué en una de las sillas, pasé mis brazos alrededor de mis piernas encogidas y clavé la mirada en el cielo nocturno.
{~•~}
Me encontraba dando pequeños giros y andando de puntillas, distraída, mientras me trasladaba por las fronteras del campamento. Repasé la técnica de las piruetas y los fouettes una y otra vez, aunque hacerlo con zapatillas de deporte no era lo más ideal, mi forma seguía siendo igual de buena como todos estos años anteriores. Ignoré los ruidos monstruosos que escuchaba, y me centré en seguir el patrón que repetía muchos días.
La noche anterior, Poseidón apareció en mis sueños —como un buen dios— y me dijo, siendo lo más evasivo posible, que vendría alguien al campamento al que vigilar. Me hubiera gustado unos detalles más, ya que odiaba que la gente hablara de manera misteriosa, ¿no eran capaces de ser directos y a la vez discretos?
