• 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍
𝐀𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐈𝐕𝐀𝐍𝐎𝐕𝐀 viaja al Campamento Mestizo por petición de su madre para alejarse de su pasado y conocer una parte importante de su vida, sin saber lo que ese verano en el campamento le cambiaría tanto su futu...
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°•¤❁༆
вечеринка гномов
▪︎ 𝐔𝐍𝐀 𝐅𝐈𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐆𝐍𝐎𝐌𝐎𝐒
Desde este capítulo van a empezar a haber cambios de idioma en la historia, pondré la traducción en los comentarios, pero si ven una letra en cursiva en los diálogos, será que están hablando español. Gracias por su atención, disfruten del capítulo <3
ESTÁBAMOS ANDANDO POR EL BOSQUE DE LA ORILLA de nueva Jersey, apreté los dedos de Percy sobre los míos, que me había sujetado todo el camino hasta aquí, ayudándome a no caerme. Todavía no oía nada, solo el zumbido que se mantenía ahí desde que el autobús había explotado.
Grover, Percy y Annabeth mantenían una conversación que no llegaba a entender. Me anoté mentalmente aprender a leer los labios.
Me pasé una mano por la cara, aguantando las ganas de llorar de frustración, y cuando paramos me incliné sobre un árbol, dándoles la espalda, y miré mis dedos llenos de sangre de mis oídos. No sabía cuanto tiempo iba a tardar en curarse, pero esperaba que fuera poco.
Oye, oye. Escucha mi voz, respira hondo y suéltalo por la nariz.
Así, así, genial.
No me di cuenta de que Annabeth se estaba acercando a mí hasta que me puso una mano en el hombro y yo le di la vuelta, aprisionándola entre el árbol y yo con el brazo torcido detrás de la espalda. La solté parpadeando.
Percy y Grover se acercaron a nosotras, y Annabeth gritaba algo, pero no llegaba a entender nada, y Annabeth estaba gritando tanto que el zumbido se hizo más fuerte. Hice una mueca por el dolor, cada vez más asustada de no poder escuchar.
Percy se acercó a mí y me puso la mano en la mandíbula, di tal salto por el contacto repentino que casi me estampo contra el árbol. Pero Percy se volvió a acercar a mí, está vez con precaución y me di cuenta de que solo quería quitar la sangre de mi mandíbula. Dejé que lo hiciera siguiendo su mano con la mirada.
Cuando se dieron cuenta, Grover ahogó un grito y Annabeth frunció el ceño, sorprendida.
Annabeth dijo algo y Percy hizo un gesto hacia mi mochila. Permití que lo hiciera descolgándola del hombro.
Percy sacó un cuadradito de ambrosía y me dio una botella con néctar, y me sentí terriblemente estúpida por no pensar en toda la medicina que mis primos me habían dado, todavía no acostumbrada a los tratos de los semidioses.
