Capítulo 15

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-Oi, Kuro san. – dijo Akaashi llegando en su bicicleta, Kuro también estaba llegando a casa, y al ver a Akaashi solo soltó un suspiro, claro que no quería delatar a su hermana, pero era demasiado difícil. – Donde está ____. La dejé en casa, pero salió casi de inmediato, no pude encontrarla.

-Ella... no lo sé... - dijo Kuro soltando un suspiro, estaba de mal humor. Pronto, tanto Akaashi como Kuro se voltearon a ver como Kenma y ____ venían de bastante buen humor en la esquina de la casa, quedando ambos pasmados, inventando mil y un historias y probabilidades en sus cabezas. – Ahí vienen.

-Qué hacen juntos. – dijo Akaashi volteando a ver al pelinegro y dándose cuenta del mal humor que tenía. – No me digas que...

-Agh, maldita sea, no lo sé. – dijo Kuro rascándose un poco la cabeza y dando un paso adelante, ambos chicos que caminaban se dieron cuenta de la presencia de los chicos, pero solo parecían mas felices de verlos. Kuro se acercó a Kenma y estuvo a punto de tomarle el hombro, pero Kenma golpeó su mano repeliéndolo y ____ solo caminó con buen ánimo hasta donde estaba Akaashi, aún medio pasmado. – Oi, Kenma...

-Cállate. – dijo el chico tras repeler la mano de su amigo y tomando el cuello de su camisa para atraerlo hacia él y plantar sus labios contra los del más alto. El mas alto lo miró completamente sonrojado y sorprendido, Kenma solo le sonrió tiernamente. – Ella ya tiene a alguien que ocupa su corazón, y está feliz por mí.

-Tengo algo que contarte. – dijo ella tomando la mano de Akaashi y arrastrándolo dentro de la casa. Estaba bastante congelado por la sorpresa, absolutamente nada tenía sentido. Ella se fue al patio trasero con el pelinegro y lo miró a los ojos. – Akaashi, me gustas, me gustas mucho.

-A mi también, pero... - dijo el chico un poco atontado y luego se dio cuenta de lo que le acababa de decir la chica frente a él. Él abrió los ojos de par a par y una inevitable sonrisa se formó en su rostro. - ¿Qué acabas de decir?

-Que me gustas, me gustas mucho. – dijo ella emocionada tomando la cara del chico y llenándola de besos por todas partes. Akaashi soltó una de esas risas que a ella tanto le gustaban, haciéndola sonreír, él la detuvo tomando sus manos y la miró sonrientemente. – Kenma me dijo que era hora de decirme la verdad porque a mi me gustabas tú, y fue de que... me pregunte ¿ya me gusta? ¿ya? ¿Así de rápido? Y sí, si me gustas mucho y así de rápido ¿no es genial?

-Es maravilloso. – dijo el chico contento y besando los labios de la chica frente a él, sonriendo durante todo el beso. Al separarse de sus labios, la abrazó por la cintura levantándola en el aire haciéndola reír y luego se le quedó mirando mientras la sostenía en el aire. – No puedo creer que realmente te guste.

-Yo no me puedo creer que mi hermano y Kenma se gusten. – dijo ella soltando una risa frente al chico, quien aun la sostenía en el aire, mirándola sonreír como si nunca en su viera hubiese visto algo mas lindo. – Ni siquiera se me había pasado por la cabeza.

-Oigan tortolos, nosotros saldremos. – dijo Kuro con una sonrisa en el rostro y Kenma solo sonrió, ambos chicos en el patio asintieron con la cabeza y los vieron irse.

-Yo la verdad si lo había pensado. – dijo Akaashi y ella alzó una ceja mientras él la dejaba nuevamente en el piso. – Piénsalo, nadie mira así a su mejor amigo, yo no miro así a Bokuto.

-La verdad nunca pensé en cómo se miraban. – dijo ella abriendo la puerta para que ambos entraran a casa y se dirigió a la cocina con Akaashi siguiéndola de cerca. El chico estaba tan feliz que sentía que iba a explotar, así que en cuanto ella se detuvo de caminar, él la abrazó por la espalda y apoyó su cabeza en el hombro de la chica, haciéndola sonreír nuevamente, su estómago dio un vuelco al sentir la respiración del chico en su cuello. - ¿Tienes hambre?

-No. – dijo el chico sin soltarla y ella solo sonrió. – Solo quédate así un poco más.

-De acuerdo. – dijo ella soltando un suspiro y acariciando las manos de Akaashi, entrelazadas en la boca de su estómago. – Eres tan lindo...

Akaashi la soltó y la hizo voltearse hacia él. El pelinegro juntó sus labios en un beso un poco mas intenso que los anteriores, aprisionándola en la isla de la cocina y haciendo que ella se sorprendiera, la electricidad recorrió su cuerpo en el segundo en que cerró los ojos y él tomó su cintura. Akaashi dio paso a su lengua intensificando el beso cada vez más, con sus manos en la cintura de la chica, era casi adictivo. Ella pasó sus manos por el cuello del chico haciendo que la piel se le erizara. ____ comenzó a avanzar con ambos cuerpos pegados hacia el sofá, en donde él se sentó y la atrajo hacia él, sentándola sobre su regazo, sorprendiéndola.

Se le estaba pasando la mano, pero no iba a quejarse por ningún motivo.

La tenía sobre él, en el sofá besándola mientras ella suspiraba entre besos, un tanto agotada. Los besos de Akaashi la consumían por completo era como si sus labios la estuvieran hundiendo en el mar, se le cortaba la respiración y él no dejaba de provocarla aún más. Para ser alguien inexperto, lo hacía bastante bien.

Akaashi abrazando la cintura de la chica, mientras la besaba, la atrajo más a su cuerpo, presionándola contra él, haciéndola jadear. Los ojos de Akaashi ya no reflejaban tanta dulzura, brillaban, la miraban tan intensamente que parecía que en cualquier momento le iba a dar un mordisco. Akaashi estaba comenzando a reaccionar al beso, pero no quería detenerse, era demasiado adictiva, con sus manos recorriendo su cuello como si fuese interminable y quejidos saliendo de sus labios entreabiertos... estaba volviéndose loco.

Llamada entrante de Bokuto.

Akaashi se separó de ella, sorprendido, nunca en su vida había hecho algo así. Ella lo miró agitada, pero muy intensamente, Akaashi se aterro, no podía seguir con eso ¿qué se supone que iba a hacer ahora?

-No vas a contestar ¿verdad?

-Si lo haré. – dijo Akaashi intentando escapar de ella mientras ella se aferraba a su cuerpo, pero finalmente pudo recoger su teléfono y contestó la llamada, haciendo resoplar a la chica. Él sonrió y pasó una mano por su cabello, acalorado. - ¿Bokuto?

-AKAASHI. – dijo el peliplata al otro lado de la línea, haciendo que el pelinegro alejara un poco su teléfono de su oreja, acostumbrado a la manera de contestar de su amigo. – Vi a Kenma y Kuro besándose, estoy... un poco... necesito el contexto de esto ¿sabes algo?

-Por qué no se lo preguntas a ellos. – dijo Akaashi mientras miraba a la pelinegra levantarse de donde estaba y dirigirse a la cocina con el vestido mal acomodado y dejando ver una parte de su trasero. Él alzó una ceja mientras la veía caminar y mordió su labio inferior desviando la mirada. – De seguro que te dicen.

-¿Y si vi algo que no debería?

-Tranquilo, no es nada como eso. – tras hablar unos minutos con Bokuto colgó el teléfono y siguió a la pelinegra hasta la cocina. Se apoyó con un brazo en el mueble de cocina, quedando cerca de ella, haciéndola sonreír. – Oye, tienes el vestido levantado.

-Si no te gusta no mires.

-Nunca dije que no me gustara.

-Nunca dije que no me gustara

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