Capítulo 22

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-Él de seguro no cree que lo quiero de verdad... - dijo ____ en la casa de Suna soltando un suspiro, el chico no dijo absolutamente nada, no podía contarle algo como lo que le había confesado Akaashi. – Tengo que convencerlo.

-No creo que sea eso. – dijo Suna soltando un suspiro. – Solo dale tiempo, no apresures las cosas ¿bien? Eso solo va a terminar mal si lo apresuras, tú lo sabes.

-No lo voy a presionar. – dijo ____ con una gran sonrisa en el rostro. – Solo le demostraré cuánto lo quiero.

-Suerte con eso. – dijo el chico mirando su teléfono y la chica salió de su casa con una sonrisa muy decidida. Suna la miró por la ventana un par de segundos más mientras ella se iba. Podía entender a Akaashi y su inseguridad, por supuesto que si, no era extraño que se sintiera de esa forma, _____ era mucho mas experimentada que él y con lo ansiosa que ella estaba por hacerlo, claramente él pensaba que ella tenía expectativas.

Sin embargo, también la conocía mucho a ella. ____ era de esas personas que aman con todo el corazón y que no le interesaba si eras un cretino, si no la quería de vuelta, si eras malo en la cama o si eras idiota, ella solo entregaba todo de si a las personas que amaba gratuitamente. Y él estaba completamente seguro de que daba igual si Akaashi era bueno o malo en la cama, ella lo amaba con todo su corazón, y le daría exactamente igual.

-Ah, llegaste. – dijo el chico abriendo la puerta de su casa con una sonrisa, ella entró y le robó un corto beso en los labios haciéndolo sonreír un par de segundos más. Él miró la bolsa en la mano de la chica y arqueó una ceja. – Qué es esto.

-Vengo a disculparme por presionarte el otro día, y a demostrarte que, porque te amo, te esperaré todo el tiempo que sea necesario. Y para demostrarte mi amor, decidí que voy a cocinar algo delicioso para ti. – dijo ella sonriendo y enterneciendo al pelinegro frente a ella, quien solo la miraba expectante para saber qué era. – Voy a hacer un brownie. Con chocolate amargo.

-Suena delicioso. – dijo él y ella asintió con la cabeza. Ambos entonces se dirigieron a la cocina de la casa y ella puso todos los ingredientes sobre el mesón. Akaashi estiró el cuello para mirar la receta, ____ la miraba también, pero no la entendía. Akaashi soltó una pequeña risa. – ¿Necesitas ayuda?

-No, dije que iba a hacerlo por mi misma. – dijo ella con una sonrisa volviendo a leer la receta y entrecerrando los ojos, Akaashi no dudó un segundo más en subir sus puños para ayudarla y ella lo quedó mirando un par de segundos. – Pero dije que quería demostrarte mi amor.

-Cocinar juntos en mucho mas romántico. – dijo el chico besando la frente de ____, haciendo que ella lo quedara mirando, este solo le sonrió mientras la miraba. – El solo hecho de que me quieras demostrar que me amas me hace sentir muy amado, gracias.

____ no dijo nada, solo lo miró un par de segundos. Estaba a su lado con los puños arremangados, tomando los ingredientes mientras miraba la receta concentradamente, pero con una sonrisa en el rostro. Definitivamente era un momento muy romántico, él mismo había dicho que se sentía amado. Le picaba la lengua por preguntar entones, por qué no le permitía acercarse de esa forma, sin embargo, no dijo nada y solo soltó un suspiro.

Tener sexo no tiene nada de malo. Ella se aproximo mientras miraba la receta para entonces comenzar a ayudarle cerniendo la harina, soltó un suspiro mientras trabajaba. No voy a decirle nada de todas formas, podría molestarse. Ella miró al chico a su lado nuevamente mientras sus pensamientos la consumían, no lo entendía, por más que lo intentaba, no lo comprendía, y él no planeaba comunicárselo. Su cara era seria ahora, parecía concentrado mientras cocinaba, lo que la hizo sonreír, era como un gran chef.

Esto está mal. Akaashi soltó un suspiro mientras vertía las cosas en el bol para poder mezclarlas poco a poco, se sentía mal, algo no era correcto. Ella había llegado a su casa tratando de disculparse por haber sido insistente con él, sin embargo, eso no era lo que le molestaba, pues ella había cumplido con todo, lo había esperado hasta que él estuviese seguro de que a ella le gustaba realmente Akaashi, había sido paciente y se había enamorado de él por medios románticos, por sus medios y a su manera, pero él no podía darle lo que ella quería. Sus pensamientos lo estaban torturando, tan solo imaginarse que, como dijo Suna, la pasaban muy bien juntos teniendo relaciones, podía suponerse fácilmente que Suna era bueno en ello, no parecía una persona introvertida y conocía cada parte de ____, cada centímetro y cada cosa que ella amaba, todos sus puntos ¿cómo podría él complacerla?

El jamás había tenido relaciones en su vida ¿cómo podría competir con la persona que conoce todos sus secretos respecto a absolutamente todo? ¿Cómo podría siquiera pensar en estar a su nivel? ¿Cómo podía estar seguro de si ____ realmente iba a disfrutarlo y que no se iría decepcionada?

-Guau, que gran chef. – dijo ella con una sonrisa en la cara mientras lo miraba, él se volteó hacia ella y la miró un par de segundos. Era preciosa, realmente increíble y que le sonriera de esa forma mientras lo halagaba, era simplemente de otro mundo. La quería, la quería muchísimo, estaba enamorado de pies a cabeza de ella, pero estaba demasiado inseguro sobre si mismo como para demostrárselo en todo su esplendor. – Verte cocinar es todo un lujo.

-¿Lo crees? – ella asintió con la cabeza haciéndolo sonreír nuevamente, él se acercó para besar su frente y ella solo respondió con una sonrisa, contenta por el gesto. Él se separó por un segundo, pero no demasiado, se dio una pausa para observar su rostro. – Que una chica como tu llegue a buscarme a casa, es completamente surreal.

-Te quiero. – dijo ella besando la mejilla del chico, él le robó un beso en los labios y finalmente terminó la mezcla, la puso en el horno en breve y soltó un suspiro para mirar a la chica, quien lo miraba con su rostro sonrojado y unos ojos decisivos. – Akaashi, realmente te quiero.

-¿Realmente?

-Si.

-Entonces, si realmente me quieres ¿verías una película conmigo en el sofá mientras el brownie se cocina? – dijo el chico y ella solo soltó una enorme sonrisa para correr hacia el sofá, sin embargo, él la detuvo antes de que lo adelantara, tomándola por la muñeca. ____ se volteó a verlo y él acomodó un mechón de cabello tras la oreja de la chica. – Yo también te quiero.

-Lo sé. – dijo ella sacándole la lengua mientras seguía su camino, haciéndolo sonreír. Ella llegó al sofá y encendió la televisión mientras Akaashi se acercaba a ella caminando lentamente. Él soltó un suspiro mientras la miraba con una sonrisa en el sofá, hacía tanto por él, se adaptaba y le daba el gusto siempre, era un cretino. Ella se volteó a verlo. – A este paso la veré sola, ven, rápido.

-Dame un segundo. – dijo el chico sonriendo y apresurando su paso sentándose junto a ella y besando su frente. – Tenemos que estar atentos al brownie, o se va a quemar.

-No se va a quemar.

-Eso dicen los malos chefs.

-Eso dicen los malos chefs

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