Al pensar en todo eso, me ponía muy celosa, demasiado celosa, ¿Cómo se podía ir como si nada con cualquier persona sólo porque yo no accedía a tener sexo? ¡Por dios! La había abrazado en la noche, ese era un logro, ¿Que no era suficiente para ella? No entendía como se podía ir así y sin siquiera darme cuenta.
Nadie se escapa en la madrugada para hacer otras cosas, es obvio que fue a buscar sexo por otro lado.Sentía que quería llorar, estaba celosa y triste, ¿Cómo me podía dejar así? Me senté en la cama y sentí como mis lágrimas empezaron a salir.
Escuché la puerta abrirse y de inmediato miré.
—¿Delia? ¿Que haces despierta? —dijo Astrid con un paquete de dulces en la mano —¿Estás llorando? — Se acercó a mi.
— ¿Adónde fuiste?
— Cuando entramos vi dulces de regalo en la entrada, quería ver si estaban todavía para traermelos todos, es que me desperté por un mal sueño en la noche y ya no pude dormir — Se hincó en frente de mi —Pero ¿Que pasó? —preguntó preocupada.
Se veía tan tierna cuando se preocupaba por mi.
—Nada, también tuve una pesadilla —Tenía que mentir, no le podía decir que estaba celosa por algo que ni siquiera había pasado. La abracé del cuello.
Aún estando hincada me abrazó, pegando su cabeza en mi pecho y así duró varios segundos.
—Vamos a dormir un rato más, y si volvemos a tener pesadillas nos despertamos para distraernos ¿Si? — Me dejó de abrazar para acostarse en la cama e indicarme que me acostara a lado de ella. A lo cual la obedecí y la abracé mientras ponía mi pierna encima de la suya.
No podía evitarlo, me gustaba abrazarla.
— ¿Quieres dulces? —Me ofreció de la bolsa que seguía teniendo en la mano.
— Estoy bien, gracias.
Nos quedamos dormidas por unas horas pero de tanto que tocaban la puerta nos despertamos.
—Maldita sea, yo abriré — dijo Astrid mientras se levantaba de mal humor.
—¿Apoco seguían dormidas? ¡Ya es tarde! Es hora de desayunar — dijo mi madre en cuánto Astrid abrió la puerta.
— Oh lo siento, es verdad, nos quedamos dormidas, una disculpa —dijo Astrid.
— No te preocupes, las esperaremos en la zona de comida, no se tarden —dijo y se fue.
—¿Dónde es la puta zona de comida? — cerró la puerta.
—La buscaremos — dije seria al notar su enojo.
Astrid se encerró en el baño y se escuchó que abrió la regadera, al parecer se iba a bañar. Yo de mientras me puse un traje de baño que cubría todo mi cuerpo.
Cuando terminó de bañarse salió con una toalla y fue por su traje de baño.
— No me volveré a meter sólo para cambiarme — me dió la espalda, soltó su toalla al piso y se empezó a vestir.
— ¡Astrid! — sentí que me puse roja al ver su trasero desnudo, y voltee a otro lado.
— No es para tanto, sólo me estoy poniendo el traje de baño — La miré y terminó de ponérselo — A menos que quieras probar —me miró coqueta.
—Vayamos a desayunar — cambié de tema.
—Eso que tienes puesto ¿Es tu traje de baño? — preguntó confundida.
—Si...
— Está horrible, te verías mejor con un bikini — Se acercó a mi.
— No me gustan, prefiero esto.
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Experta en ilusionar (Terminada)
Romance(chicaxchica) Astrid es una chica fría, cruel, agresiva, egocéntrica, mentirosa, manipuladora, no le importa usar y ver a la gente sufrir. Lo único que busca es placer momentáneo y tratar de sentirse bien. Delia es una chica linda que sufre de depr...