No me di cuenta de cuanto había durado en el hospital hasta que el padre de Delia me despertó.—Creo que es mejor que te vayas a casa, ya es muy noche —dijo su padre.
Miré mi celular y marcaban casi las tres de la madrugada. No me había dado cuenta de cuando me quedé dormida.
—¿Cómo sigue? —le pregunté refiriéndome a Delia.
—Todavía no ha despertado pero los doctores dicen que se encuentra mejor.
Sentí un gran alivio, como si volviera a respirar.
—Estuvo a punto de irse, al parecer también tomó opioides —Se le cristalizaron los ojos —Tal vez algunos de sus órganos se dañaron —negó con la cabeza tratando de no derramar lágrimas —De todas maneras agradezco que estés aquí, eres una buena amiga —dijo el padre quien estaba sentado a lado de mi.
—O sea que ¿Tomó pastillas? —pregunté.
—Si...
—No sé porqué lo hace... No la entiendo —suspiré triste.
—Creo que nadie lo sabe —volteó a ver a su esposa quién aún estaba llorando en la banca de a lado —A ella es a la que le afecta más está situación, no es la primera vez que pasa por esto —agachó la cabeza —la madre de mi esposa también intentó quitarse la vida en varias ocasiones, afortunadamente no lo logró, pero mi esposa nunca supo porqué lo hacía, al igual que no entiende a Delia. Hacemos lo posible, tratamos de ayudarla pero simplemente no sabemos que pasa por su cabeza —Suspiró —Ya puedes irte a descansar, ya no tendrás que preocuparte.
—Lo siento mucho —volteé a ver a la madre —y... gracias pero me quedaré hasta que despierte.
—No es necesario —insistió.
—No estaré tranquila hasta que abra los ojos —dije desanimada.
—Entiendo...—tomó mi hombro —Seguiremos aquí —sonrió de lado y regresó para sentarse con su esposa.
¿Por qué Delia me hacía esto? La había tratado bien ¿Por qué se quería ir? Por eso me había dejado, para irse sin remordimiento. Cuánto la odiaba por intentar quitarse la vida de nuevo, pero a la vez la amaba demasiado y solo quería que despertara, se mejorara y poder salir del hospital.
Al día siguiente tuve que salir del hospital para comprarme algunos cigarros y tratar de relajarme. No nos habían dado nuevas noticias y estaba tan preocupada que ni siquiera tenía hambre. Así que no desayuné y a lo largo del día descargué un estúpido jueguito en mi celular para tratar de distraerme mientras esperaba noticias.
Más tarde tuve que ir a las pláticas de mala manera y por obligación, no quería que mi madre me estuviera llamando.
Cuando se acabaron regresé de inmediato al hospital y seguíamos teniendo las misma noticias, Delia se encontraba más estable pero aún no abría los ojos y nadie podía pasar a verla.
Después de tantas horas sin comer, comenzaba a sentirme agotada por lo que tuve que comer en la cafetería del hospital. La verdad es que fue el más asqueroso y peor sandwich que había probado en mi vida, me dieron ganas de vomitar por lo que tuve que comprar papas de la máquina expendedora para quitarme el mal sabor que me había dejado.
Me dirigí con la cajera de la cafetería para quejarme.
—Será mejor que contraten a mejores cocineros y dejen de vender su mierda de comida asquerosa —le devolví el sándwich mordido y regresé al piso en donde se encontraba Delia.
Quería entrar con ella, quería verla pero nadie me lo permitía, me estaba desesperando ¿Por qué no podían hacer su maldito trabajo rápido?
Me volví a quedar a dormir ahí. Les dije a los padres que ellos podían ir a descansar, pero solo su mamá se fue y se quedó el papá.
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Experta en ilusionar (Terminada)
Romance(chicaxchica) Astrid es una chica fría, cruel, agresiva, egocéntrica, mentirosa, manipuladora, no le importa usar y ver a la gente sufrir. Lo único que busca es placer momentáneo y tratar de sentirse bien. Delia es una chica linda que sufre de depr...