Delia seguía buscando y buscando pero sin cruzar el río.
—No veo ninguna equis—dijo mientras se dirigía a mi.
—Tal vez se encuentre cruzando el río—Levanté las cejas.
—No pienso cruzar el río—dijo un poco asustada—No sé nadar...
—Tranquila, no hay necesidad de que nades—me bajé de la piedra y le ofrecí mi mano para que me siguiera a lo cual ella la tomó.
Conocía un camino de piedras para cruzar, así que fui hasta el caminito y lo tratamos de pasar con cuidado, ya que se movían demasiado las piedras, por poco nos resbalábamos pero alcanzábamos a pasar sin mojarnos.
—Ahora puedes buscar de este lado—alcé la mano y ella asintió.
También se puso a buscar con la cabeza agachada tratando de encontrar una equis. Hasta que pasaron unos minutos.
—¡La encontré!—dijo emocionada—¿Cómo escarbo?
—Yo lo haré—Me agaché y escarbé un poco con las manos para sacar una cajita—ábrela.
Ella abrió la caja y sacó lo que había puesto ahí hace unos días, eran dos boletos para una feria, dos boletos para un viaje a la playa, un paseo en el campo con caballos y un collar de oro. Mi mamá me daba una buena cantidad de dinero, tanto como para vivir sola. Pero no me dejaba porque pensaba que destruiría la casa, por eso consiguió una roomie para que me acompañara.
—Esto es mucho... yo no sé si pueda aceptarlo...—dijo sorprendida.
—Tranquila, es tu regalo, puedes ir con quien quieras—obviamente mi objetivo es que fuera conmigo—Pero te advierto que yo conozco esos lugares y bueno... no te perderás conmigo—Sonreí y ella seguía mirándome incrédula—Oye mira, sé que no nos conocemos mucho, pero me gustaría ser tu amiga porque yo también me siento mal ¿sabes?—bajé la mirada fingiendo estar triste—Me gustaría distraerme con alguien, salir un poco de la realidad, pensaba que tu lo entenderías perfectamente y también te ayudaría a distraerte a ti.
—Gracias Astrid...enserio muchas gracias—se empezaron a cristalizar sus ojos.
Mierda, empezaría a llorar.
—No me des las gracias, sólo acepta.
—Si, iré contigo porque te entiendo—me abrazó y empezó a llorar. Yo también la abracé y aunque estuviera llorando no lo tomé mucho en cuenta porque sólo me centré en inhalar su sabroso aroma.
Después de consolarla un poco nos regresamos por el camino de las piedras porque empezaba a oscurecer. Esta vez no pude mantener el equilibrio y caí al río.
—¡¿Estás bien?!—me gritó Delia una vez que yo estaba en el agua.
¡Por una mierda! No había planeado caerme, ni siquiera había llevado ropa seca.
—Si, no te preocupes, sé nadar—nadé hasta la orilla y Delia llegó conmigo.
—Estás empapada y empieza a hacer frío—dijo preocupada—Tenemos que irnos.
—No me subiré así a mi auto—Dije con firmeza, pero estaba temblando de frío—Me tendrás que perdonar pero tendré que quitarme la ropa.
—¡¿Qué?!—se sorprendió.
—No me pienso subir así—me quité mi suéter, mi blusa, mis pantalones y sólo quedé en ropa interior. Ella me miró de arriba a abajo—Subamos—fui al auto y me subí rápidamente por el frío.
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Experta en ilusionar (Terminada)
Romance(chicaxchica) Astrid es una chica fría, cruel, agresiva, egocéntrica, mentirosa, manipuladora, no le importa usar y ver a la gente sufrir. Lo único que busca es placer momentáneo y tratar de sentirse bien. Delia es una chica linda que sufre de depr...