-¿Qué hacen? - Nos interrumpió la chica y Astrid me soltó.-Lo que pasa es que Delia se siente mal del estómago y ya se quiere ir - dijo Astrid.
-Pero ya me siento mejor, así qué mejor hay que volver. No seas maleducada - dije.
-Si te sientes mal, te puedes ir, yo le explicaré a Emanuel- dijo la chica un poco preocupada.
-No te preocupes, estoy bien - dije y entré al restaurante.
Llegué con Emanuel y me senté. Justo en ese momento nos llevaron la comida, la verdad es que todo se veía delicioso, pero no me daban muchas ganas de comer de tan sólo pensar que Astrid todavía no entraba.
-Esto está buenísimo, ¿quieres probar? - dijo Emanuel y me ofreció de su cuchara.
-Está bien, ya me diste curiosidad- iba a probar pero justo llegó Astrid y tiró la cuchara.
-¡¿Qué te pasa?!- Le reclamé.
-Nuestros padres están molestos, nos tenemos que ir- me tomó de la muñeca.
-No me iré - Le dije con autoridad pero al notar su cara roja del coraje, sabía que iba a explotar más en cualquier momento y eso no era nada bueno - Bien... - Me levanté resignada.
-Yo pagaré -dijo Astrid y dejó dinero en la mesa.
-Lo siento- Le dije a Emanuel y Astrid me llevó a la salida.
-Espero verte en estos días - Le dijo Astrid a la chica y ella asintió.
Una vez que nos alejamos del restaurante, me solté de su mano y no pude evitar soltar mis celos.
-¡¿Te piensas volver a ver con ella?!
- ¡Claro que si! ¡Tú andabas muy coqueta con ese imbecil! ¿Qué más da?
Intenté irme de con ella pero me volvió a hablar.
-Delia, ¿Es verdad que es tu novio?
- ¡No! - Ahora la que estaba enojada también era yo - No entiendo porqué te crees eso sí sabes que te quiero a ti, pero tú eres la imbecil - Me volví a ir y esta vez me dejó hacerlo.
Decidí perderme por el hotel ya que quería estar tranquila, Astrid me había hecho enojar otra vez por su estúpido comportamiento inmaduro.
Pasé cerca de la boda que estaba en la playa y me entretuve viendo a todos un rato, cómo bailaban y se divertían. A mí no me gustaban las fiestas, pero si me gustaba observarlas.
Mientras tanto me preguntaba cuándo fue la última vez que realmente estaba tan feliz como ellos se veían. Porque con mi familia casi no me divertía, aunque los quería.Me senté en la arena de la playa y observé las olas que apenas se veían por la luz de la fiesta. La luna también reflejaba un poco el mar pero al otro lado se veía muy oscuro, cómo si el cielo y el mar no estuvieran ahí, cómo si estuviera vacío...
Me preguntaba si todos nos íbamos a una especie de vacío negro cuando moríamos ¿Simplemente nos íbamos a la nada? ¿Vemos negro por el resto de nuestra existencia? Me daba miedo saber que una parte de mi prefería estar ahí que aquí.Ver el mar me daba nostalgia, me recordaba a mi infancia cuando vivía en una costa junto con muchos otros familiares. Cuando acampabamos en la playa y nuestras mascotas se metían a nadar en el mar. Los niños jugábamos con la arena y entre nosotros. Creo que la mayoría de mi infancia fue muy buena, mi única preocupación era no aburrirme.
Pero todo lo que incia acaba y mi niñez fue una de ellas, junto con todos los demás niños que jugaban conmigo. Ya que unos se hicieron adictos, otros ya tienen hijos, otros fallecieron y uno de ellos está en la cárcel.
No se podía retroceder en el tiempo, pero esperaba que algún día, en algún lugar pudiera jugar de nuevo con aquellos inocentes niños...
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Experta en ilusionar (Terminada)
Romance(chicaxchica) Astrid es una chica fría, cruel, agresiva, egocéntrica, mentirosa, manipuladora, no le importa usar y ver a la gente sufrir. Lo único que busca es placer momentáneo y tratar de sentirse bien. Delia es una chica linda que sufre de depr...