La verdad.

Capítulo 23

Antes que nada, la imagen que pongo en este capítulo no es de mi autoría, la encontré en facebook hace casi un año, si saben de quien es pueden escribirlo en los comentarios, aunque creo que tiene una etiqueta la imagen. Sin más, disfruten el capítulo.

POV Stiles.

Era lunes por la mañana y precisamente ayer por la tarde Derek me pidió que fuéramos novios a lo que inmediatamente le dije que sí, por lo que a la hora del almuerzo ambos estábamos listos para contárselo a la manada

+ He, chicos, queremos decirles algo. – dije nervioso al poco rato de habernos sentado todos a comer.

+ ¿Pasó algo malo? - Preguntó algo alarmado Scott

+ No, nada de eso, es una buena noticia, pero no estoy muy seguro como reaccionen.

+ De acuerdo, dinos. – me alentó Scott

+ Bien, Derek y yo estamos saliendo. – solté aliviado y feliz de al fin decirlo aguardando a las reacciones de mis amigos.

* ¿Qué no salían ya desde hace unas semanas? – preguntó Lydia.

+ No, ¿Por qué crees eso? – pregunté viendo las caras de obviedad de los demás

* Derek y tú han estado demasiado juntos desde hace semanas, además, se notaba que había algo entre ustedes.

+ ¿Tú también lo sabías, Kira? – le pregunté

* He, Liam, Mason y yo ayudamos a planear las citas que tuvieron estas tres semanas. – me respondió un poco cohibida por mi reacción de sorpresa dejándome solo la posibilidad de voltear a ver a mi ahora novio con los ojos entre cerrados.

- Te dije que ya tenía un plan, nunca preguntaste si recibí ayuda. – se excusó Derek. - ¿Qué hay de ti Scott? No luces sorprendido tampoco.

+ Stiles me lo dijo hace no mucho tiempo. – Ahora fue el turno de que Derek me viera a mí como si me hubiera robado todas sus galletas.

· A mí me lo dijo cuando cortó conmigo, fue uno de los motivos. – agregó Malía logrando una mayor sorpresa de Derek. – Pero tranquilo, no hay problema, ahora es tuyo, primo. – mencionó como si yo fuere un producto de supermercado.

+ Bueno, creo que ambos fuimos demasiado ciegos para ser los últimos en ver lo obvio. – y así, sin más, Derek me besó castamente logrando una ovación de todos los presentes en la mesa.

Los siguientes días transcurrieron ligeramente tranquilos, aún seguíamos alerta por la aparición de Kate, pero podía disfrutar mis tardes con Derek, charlando de comics, películas, deportes y cualquier otra cosa que nos gustara, incluso a veces nos quedábamos en silencio escuchando música acostados.

Asimismo, le dijimos ese mismo lunes a mi papá sobre nuestra relación lo que ameritó una pequeña, pero muy vergonzosa plática sobre responsabilidad afectiva y un arma cargada con acónito en el cajón del cuarto de mi papá, por lo que ambos huimos hacia mi habitación para despejarnos un rato de la incomodidad que acabábamos de pasar.

El viernes había llegado y afortunadamente aún no teníamos noticias de Kate, pero sí de Deaton quien nos citó a Derek y a mí en su consultorio, entre que pasamos tiempo y esperábamos a Kate ambos habíamos dejado la investigación de lado, sobre todo porque ya casi se acababa el tiempo que teníamos para volver a convertir a Derek en adulto.

* Hola, chicos, gracias por venir, les tengo noticias, creo que al fin lo descubrí. – y en cuanto mencionó esas últimas palabras comencé a asustarme sobre los posibles casos que podían suceder.