1. "Niñera"

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Abrió los ojos con pesadez, su teléfono no había parado de sonar desde hace media hora y ya comenzaba a molestarle bastante, estiró su brazo hasta este, lo tomo y atendió al llamado sin ver antes quien lo llamaba con tanta insistencia-Diga-dijo apenas. Era de madrugada y apenas si había dormido, no tenía muchos ánimos de hablar con alguien a esas horas. Del otro lado se oyó estática, luego una voz que de oía lejana, parecía que estuviera discutiendo con alguien, a pesar de eso no lograba distinguir de quien era esa voz que le sonaba tan familiar y a la vez tan desconocida. Tal vez era a causa del cansancio, lo que mas deseaba en este momento era dormir y sea quien sea esta persona le estaba quitando varias horas de sueño placentero- ¿Quien es? Hable ahora o callate para siempre.

-Soy yo, Greta-escucho del otro lado de la línea.

- ¿Que Greta? Conozco a muchas Greta's, tendrás que ser más específica querida-bramo, soltando un bostezo al ultimo.

-Greta Evans.

Ya estando sentado en su futon fijo su mirada perdida en el póster de Batman: el caballero de la noche intentando recordar quien era la tal Greta. Medito hasta un buen rato, hasta que la recordó al fin-Eres la amiga de Becky, la que tenia una risa super rara.

Un bufido se escuchó del otro lado-Si. Soy la de risa rara.

- ¿Y para que me...-bostezo- llamaste? O, mejor dicho, ¿cómo demonios conseguiste mi número?

Ella río nerviosa-Fue Becky... Ella me contó que buscabas empleo, y yo me enteré de que una pareja en Inglaterra busca a alguien para que cuide de su hijo por un par de meses e inmediatamente pende en ti, la paga es buena y...

- ¡NO SE DIGA MÁS! -la interrumpió entusiasmado. Sus ojos se abrieron en par en par cuando oyó lo último, sin duda alguna el dinero era lo que mas necesitaba últimamente, además, la casera ya estaba a nada de sacarlo a patadas a la calle-Te mandaré mi currículum para que se los envíes a la parejita esa.

-Perfecto. Yo te avisaré cualquier cosa.

[...]

3 días después...

Guardo su teléfono móvil en el bolsillo trasero de su pantalón, elevando la mirada, vio frente suyo la gran entrada a la mansión de los Heelshire, algo deteriorada pero aún así era funcional, con algo de fuerza logró abrir la puerta dándose paso al gran patio que poseía dicha mansión. Con su equipaje en la mano camino hasta la casa.

Mientras tanto en el interior de esta, los Heelshire esperaban con impaciencia que llegará la niñera sin saber la sorpresa que se llevarían al ver a su deseada "niñera". La puerta del salón fue golpeada, ambos se dirigieron una mirada fugaz antes de que la señora Heelshire fuera atender a la nueva niñera. Abrió la puerta tapándose con una joven que a primera vista parecía no saber arreglarse su cabello color caoba que le llegaba por encima de los hombros; de tez blanca oliva decorada con pequeñas pecas; ojos grandes y finos color miel con dos grandes bolsas negras debajo de estos; de labios pequeños y carnosos de un rosa pálido y una nariz refinada, de figura delgada h delicada, como una muñeca. Era hermosa en cortas palabras. Pero había algo en ella que le molestaba bastante a la señora Heelshire. Su ropa, le molestaba algo en ella; llevaba una cazadora de cuero café, unos vaqueros ciruela rasgados dejando a ver las medias de red, y unos tenis deportivos negros. La señora de la casa, la invito a pasar y está gustosa aceptó, mientras se sacaba sus tenis la señora Heelshire hablo-Es un alivio que pudieras venir tan rápido con tan poco tiempo de anticipación-agradecio-. Sigame señorita Nora, ya los hemos...

-Es Noah-la interrumpió. En ese instante la señora Heelshire se dio cuenta que era lo que le veía de rara a esa "chica". Ella no era ella la bien era un él-Si. En mi currículum sale que me llamo Nora Smith, ese fue un error de imprenta-explico-Mi nombre es Noah Smith.

¿Niñero? ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora