24. Té y galletas

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Despertó abruptamente por una patada que le dio el menor tirándolo de la cama, por Dios santo, aún seguía cansado por lo de ayer como para que no lo dejarán descansar. Necesitaban una cama más grande si planeaban seguir durmiendo juntos, por que así no podían, él no podía despertarse a mitad de la noche porque su chico quiere apoderarse de toda la cama, tendrá o no sueño pesado él, pero aún así las patadas y golpes de Noah lo despertaban en un dos por tres. Con pesar se levantó del suelo, comenzando a buscar de forma inmediata su ropa, que estaba regada por todo el suelo al igual que la de Noah, se vistió tranquilo, sabía bien que el pecoso no se iría a despertar horas más tarde, así que podía aprovechar para ordenar un poco allí, su cuarto era un chiquero, desde que a Noah se le abrió la herida  aquella vez, no tuvo muchas oportunidades  para bajar allí y ordenar aunque sea un poco, y ahora, ese cuarto había sido en donde él y Noah se habían unido. Su vista recorrió todo la habitación, deteniéndose en él, su cuerpo estaba lleno de marcas,  chupones que él le había dejado, y estaba sucio, manchado por sus líquidos. Llenando una pequeña fuente con agua y un trapito húmedo, se acercó a su chico, estaba sucio y no podía dejarlo así, además sabía bien que después no se podría ni parar. Comenzó a pasar el paño por su abdomen, limpiando los rastros de semen, además del sudor, pasando por cada centímetro de piel, la vergüenza que antes sentía en ocasiones así se había ido, después de lo que pasó ayer sería estúpido si se sintiera incómodo de estar, de esa forma con su chico.

Se sobresalto por el repentino despertar del menor, quien saltó a sus brazos, cayendo ambos al suelo, teniendo de regreso al chico encima suyo como la noche anterior- ¡Buenas, buenas! -lo saludo alegre, tenía el humor a flor de piel, que sin darse cuenta hablo en español, confundiendo al mayor-Y, ¿como amaneciste? Yo con hambre.

-Tu siempre tienes hambre-canturreo, besando esos labios que tanto adoraba, eran tan dulces y encajaban a la perfección con los suyos, como si hubieran sido hechos para complementarse con los de él- ¿Que quieres desayunar?

-Té-musito-Ya que el té es algo que si sabes preparar.

-Jaja, que chistoso-bufo, sonriente.

Y  es que cuando estaba con Noah, el tiempo no pasaba y todo era perfecto, sólo ellos dos.

Joder.

Si se hubiera enterado antes que Noah se iba a comportar mañoso con él luego de tener sexo se lo hubiera cogido desde el primer día. Al más joven le dolía todo el cuerpo, y le costaba caminar, pidiéndole a Brahms que lo ayudase a vestirse, y lo hizo, pero luego le pidio que lo cargará, y Brahms como todo un caballero que era, acepto a cargarlo, como si fuera un bebé perezoso, teniendo al chico abrazado a su pecho, jugando con los vellos de su pecho mientras él preparaba el desayuno a ambos. Dejando al chico en el sofá, se fue hasta la cocina, y regreso de forma inmediata con dos tazas de té, entregando una a su chico, quien gustoso la acepto. De forma rápida fue y volvió de la cocina con un paquete de galletas, y a Noah le brillaron los ojos al verlo, extendiendo sus manos para tomar las galletas.

Comenzando a comerlas ansioso, él mayor estiró su mano para agarrar una, gran error, esta fue mordida por el pecoso en defensa de sus galletas-Lo vuelves a intentar y no verás nunca más la luz del sol.

Hay fue cuando aprendió por las manos que no hay que tocar la comida de Noah sin su consentimiento.

Ninguno dijo nada más luego de eso, quedando en silencio disfrutando de aquella infusión preparada por el heredero de los Heelshire, un aroma que inundaba por completo la habitacion, ese olor al té de manzanilla daba un ambiente relajante.

El pecoso le dio un último sorbo al té, antes de dejar la taza sobre la mesita, dejando caer su cuerpo sobre el del mayor, terminandose sus galletas.

- ¿Quieres? -ofrecio.

-Me estás dando la ultima-rio, abriendo la boca, en señal para que se la diera él, este le correspondió la sonrisa, obedeciendo a la orden muda-Rico.

¿Niñero? ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora