¿Niñero? ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉ Libro 1

20. Una visita inesperada

Era sábado, y no era de sorprenderse para Brahms el ver a su chico bailar de forma extraña mientra escucha Party Up a todo volumen importandole poco si a él le molestaba o no la música, pero a decir verdad no le molestaba en lo más minimo, se había acostumbrado ya a esas música que escucha el pecoso. El fuerte aroma de café inundaba por completo la cocina, atravesando incluso las paredes en donde yacía el heredero de los Heelshire observando a su chico preparar café en su nueva cafetera, con cuidado de no hacer ruido, aunque si hiciera algún ruido Noah no lo escucharía por lo fuerte que estaba la música. Se acercó y lo abrazo por la cintura, asustando al menor por la acción repentina, él no tenía la menor idea de que Brahms se hallará en la covina, él más bien creía que este estaba en la biblioteca o en su habitación haciendo quien sabe que. Dejando caer su cabeza atrás, apoyándose en el pecho contrario, le dio el pase libre al mayor, quien oculto su rostro en su cuello, depositando pequeños besos que le causaban cosquillas.

-Estas más cariñoso que de costumbre, Brahmsy-dijo a la vez que acariciaba el dorso de las manos contrarias-Pero ahora mismo estoy ocupado.

Y todo se esfumó como un pedo en el aire. Brahms soltó su agarre y se alejó rápido del chico, que cuando este se dio vuelta para detenerlo el Heelshire ya había desaparecido.

Soltando un suspiro a lo bajo continuó con lo que hacia, el café ya estaba listo, virtiendo el líquido oscuro en un molde le agregó basta azúcar y la gelatina sin sabor, comenzando a mezclar todo, hasta que todo fuese una mezcla uniforme. Estando eso preparado lo sirvió en pequeños potes para luego llevarlos a la heladera para enfriar, hoy iban a comer gelatina de café.

La gelatina de café era algo que Noah quería comer desde que lo vio en un anime, y según lo mostraba el protagonista, Saiki Kusuo, la gelatina de café parecía ser un manjar, pero eso recién lo comprobará luego junto a Brahms.

Fijo su vista en el horno, ya deberían de estar las bomba de papa, apagando el parlante, a paso sigiloso fue hasta la biblioteca llamar a Brahms para que fuera a comer, y ahí lo vio sentando leyendo un libro, no sabría deciros cuál era el libro, pero parecía ser interesante, ya que no se había percatado de la presencia del castaño en la habitación. Se aclaró la garganta como diciendo que estaba allí, Brahms tan sólo lo vio de reojo y continuó con su lectura como si nada.

- ¡Hay, por favor! -exclamo-No te me vengas hacer la víctima ahora-bufo molesto el menor-Levanta tu trasero de ahí y ven a almorzar.

Y eso no le coló ni un poquito bien a Brahms, quien se levantó y se paró frente a Noah de forma amenazante, pero él no retrocedió ni un paso, iniciando una feroz guerra de miradas.

[...]

Al final ganó Noah porque lo agarró de la oreja y lo llevo hasta el comedor, en el que Brahms se sentó de mala gana a comer con una mueca en labios, una mueca que le costó mantener al probar el manjar culinario que le había preparado su chico, aún así, al pecoso se le era muy divertida esa situacion, manteniendo puesta esa sonrisa victoriosa.

Su victoria se dio por hecho cuando el heredero de los Heelshire dejo de resistirse y comenzó a devorar todo como un animal salvaje demasiado hambriento, una mueca de desagrado aparecía en su rostro al ver tal escena, golpeando al mayor con una cuchara de madera para que se comportará, y también por diversión. El golpear repentino de la puerta principal detuvo su accionar, le hizo una sala rápida al mayor de que él iría, este aceptó a regañadientes y continuó comiendo (de un modo más normal) mientras que el más joven de los dos iba atender la puerta la cual no había dejado de ser golpeada, y eso lo comenzaba a exasperar en demasía.

Al abrir la puerta tal fue su sorpresa al ver quien la golpeaba que casi cae de bruces al suelo.

- ¡¿Becky?! -exclamo con sorpresa.

- ¡¿Noah?! -inquirio del mismo modo, acercándose al pecoso comenzando a inspeccionarlo, como si buscará algo- ¡¿Estas bien?! ¡¿Estas herido?! ¡¿Qué te sucedió?!

Esas y más preguntas comenzaron a salir de la boca contraria quien lo sujetaba de los hombros y buscaba una herida con la mirada con desesperación. Él la sujeto ahora a ella por los hombros deteniendo su accionar, sonrió con dulzura tranquilizando así a la más baja. Rebeca Ramos, más conocida por su apodo, Becky, ella había sido su más grande amiga desde, bueno, desde siempre, se conocían desde el kinder, luego se separaron y se reencontraron en tercero de la primaria y desde ese instante nunca más dejaron de ser amigos, a pesar de que uno de ellos había desarrollado sentimientos no correspondidos por el otro, a pesar que uno de ellos batiera para su mismo género, a pesar de todo eso ellos nunca habían dejado de ser amigos. Y Noah, conocía bastante a la joven y sabía a la perfección que algo la había alterado como para que viniera desde Boston a Londres.

La llevo hasta la sala y la sentó en uno de los sillones individuales, mientras él en otro, quedando así ambos de frente-Primero relajate que te desesperas-dijo con tono suave-Y ahora dime, ¿Porque viniste hasta aquí, Becky?

Ella soltó un suspiro profundo antes de hablar, se notaba sus nervios por la forma en la que jugaba con sus rizos.

-Hable con Greta, ella me llamó-explico-Ella me dijo que había sucedido algo en tu casa, no me lo explico muy bien que digamos, ¡pero me dijo que tu resultase herido por una bala! Hay Noah no sabes lo preocupada que estaba que te pasará algo-expreso angustiada-Y como ella regreso allá, me preocupó el hecho que estuvieras aquí sólo y herido.

Greta había regresado a Montana y le había avisado a Becky de lo sucedido, aunque agradecía que omitiera cierto asesinato y resurrección del heredero de los Heelshire, y eso lo alegro de cierto modo, pero la aparición de ella no ayudaba mucho que digamos, acababa de iniciar una relación, una muy extraña relación de pareja con Brahms para que justo apareciera ella, eso complicaba todo, y además de conocer bien a esa mujer, tambien conocía a quien era su pareja, y algo que tenían en común esos dos, era lo celosos que eran.

Alguien allá arriba estaba en su contra si ponía a ese par en su vida en esos momentos, porque desde las paredes todo había sido observado y escuchado por Brahms, y Noah lo sabía, había escuchado a las paredes crujir con su llegada a la sala de estar, y eso dificultaba todavía más el asunto para el menor.

-Becky-comenzo hablar, siendo escuchado por ambos, quienes esperaban con ansias escuchar lo que diría ahora el pecoso-Agradesco que vinieras hasta aquí sólo para ver como estaba, pero pudiste simplemente haber llamad...

- ¡Pero si te eh llamado! -exclamo alarmada, interrumpiendo el hablar del castaño- ¡Desde que Greta me contó lo sucedido te llame cientos de veces y tu no me respondías ni una sola vez! ¡Ni siquiera me respondías el movil! ¡No sabes lo preocupada que estaba por ti, idiota!

Noah no respondió manteniéndose en silencio, al ver que no tenía con que responder prefirió permanecer en silencio.

-No quería que tu familia enterará de lo sucedido-declaro, tirándose hacia atrás derrotada-Pero tu prima, Ruth estaba conmigo cuando Greta me llamó, y ya te imaginarás que sucedió después.

-Les dijo a todos-continuo él-Mierda, ¿y que pasó luego?

-A tu padre casi le da un infarto al enterarse que te dispararon-contaba en un tono más tranquilo-Nona se preocupó demasiado, tus tías se volvieron locas y te comenzaron a llamar todas en simultáneo, y tus tíos comenzaron hacer planea para que venga toda tu familia para Londres para ver si estabas bien-al oír aquello el pecoso abrió los ojos como platos-Pero no te preocupes, logre convencerlos de que no era necesario que viniera toda tu familia a verte, y lo aceptaron sólo si por lo menos venía yo a verte.

Noah le sonrió agradecido-Es mejor así.

-Peroo-siempre hay un jodido pero-Tu tía Ramona me aviso que al final si te vendrán a visitar para Navidad, y así pasar todos una navidad en familia.

Faltaban dos meses para Navidad, así que básicamente tenía dos meses para convencer a Brahms de que venga de visita su familia, y eso iba a ser todo un reto, pero no imposible.

-Y tu, Becky-la llamó- ¿Tu cuanto tiempo pensad quedarte?

-Tan sólo hasta el miércoles-enuncio-Mi vuelo de regreso sale ese día, así que me tendrás que soportar por cinco días más.