Le dolía hasta el alma el verlo en aquel estado, gran parte de su cuerpo se hallaba con marcas de golpes, había perdido mucha sangre por una herida de bala en el abdomen, por suerte la bala no había perforado ningún órgano vital, estaba a salvo, y comparado con quien lo dejo en ese estado, sin duda él estaba mucho mejor que el otro sujeto que ahora se hallaba a tres metros bajo tierra. Él, por su parte permaneció a su lado toda la noche, importandole poco si lo descubrieran o no, él estaría para su chico, estaría para él a cada momento, y se detestaba por no estar a su lado cuando todo sucedió, se sentía del asco, le había fallado a su chico, no había estado con él cuando ese maldito sujeto lo atacó y dejarlo en ese lugar.
Recordaba bien lo ocurrido la mañana anterior; el fuerte pisar de los pies contra el piso lo había despertado, con pesar camino por sus pasadizos, llegando a la cocina, lo vio, corriendo de un lado a otro apurado, su ropa estaba desarreglada, y ni hablar de su cabello, bueno, su cabello siempre lo estaba, así que no era muy raro el verlo así. Fijándose en la hora, vio la razón del porque de su preocupación, iba a llegar tarde.
Y salió corriendo de la casa con una rodaja de pan tostado en la boca. Y cuando Noah se marchó, Brahms supo en su interior un extraño malestar, no le gustó, no le gustó ni un poco, se sintió extraño, como si algo malo fuera a pasar, y eso lo supo desde el momento en el que se fue, desde ese instante supo que algo malo sucedería, no con él, más bien con Noah. Y sus temores se confirmaron cuando esa tarde no llegó, ni a la noche, y Brahms para esos instantes sentía sus nervios a flor de piel, espero sentado frente a la puerta, en su espera, pero no hubo rastro de él por el resto de la tarde, hasta que la oscuridad De la noche se apoderó de todo. De pronto el teléfono de la cocina sonó, rápidamente corrió a responder la llamada, con la esperanza de que fuere su chico el que le hablará desde la otra línea. Con cierto temblor en sus manos, acerco la bocina del teléfono a su oído, escuchando una voz femenina, que hizo que todo se detuviera por un instante.
-Hola, hablo desde el hospital general, ¿es usted familiar de Noah Smith?
En ese instante soltó el teléfono estupefacto. Su mente estaba nublada, sus acciones, él ya no las controlaba, guardo algo de ropa de su chico en un bolso, y se vistió con ropa más decente, y sin siquiera dudarlo, y la como lo haría Noah, salió caminado de la mansión con destino al hospital.
Camino por las calles, importandole poco las miradas de las personas sobre él, aún llevaba la máscara consigo, no le gustaba la idea de caminar por las calles enseñando su cara, pero lo unicoq he estaba en su mente era ver a Noah, quería asegurarse que estuviera bien, y eso nos traería al presente, en donde el se encontraba con los brazos cruzados apoyados sobre su camilla, con su agenda sobre ellos, viendo fijamente como descansaba su chico, en tanta paz, en una paz tan relajante que lo hacia sonreír levemente, porque verlo así de tranquilo era lo que quería, que él pudiera estar en paz, aunque esa paz fue causada por querer evitar un asalto.
Su lindo y tierno Noah, siempre pensando en los llenas antes que él... Era un idiota, estaba molesto por que había arriesgado su vida por alguien que ni las gracias le había dado.
Sus ojos comenzaban a pesar por el cansancio, aún así no se iría y permanecería a su lado en cada momento. Sobresalto al sentir movimiento en la cama, levantando la cabeza, se topó con la curiosa mirada de Noah, y de a poco una débil sonrisa se dibujó en sus labios.
El enmascarado se paró, dispuesto a ir por la enfermera para avisarle que ya había despertado, pero fue detenido por otra mano que sujetaba la suya. Y en ese instante sintió su corazón álter a mil, como su respiración se aceleraba, y como su rostro comenzaba a calentarse rápidamente, con sólo el suave toque de Noah sobre su mano.
- ¿Brahmsy? -murmuro. Estaba confundido, todo era tan extraño, y su cabeza no paraba de dar vueltas- ¿Esto es un sueño? ¿Sólo estoy soñando verdad? ¿Tu no estás vivo... O si?
El pecoso aún ese encontraba bajo efecto de la anestesia, la cual parecía causarle el mismo efecto que cuando estaba borracho o demasiado cansado.
Brahms suspiro aliviado al saber que él creía que todo era un sueño, acercándose nuevamente, estando en cuclillas apoyo su cabeza sobre la camilla, mientras era acariciado por Noah, quién jugaba con los rizos en su cabello, como si de resortes se tratasen.
-Me gusta mucho este sueño-comento de pronto, sin parar de jugar con los cabellos de Brahms-Me gusta tenerte así. Como si realmente estuvieras vivo, y desearía que esto fuese real.
-Lo es, si eso te gusta-expreso el mayor, Noah sonrió, él amaba esa sonrisa tan cálida que poseía su chico, siempre lo aliviaba. El mayor se aclaró la garganta antes de volver hablar, y al hacerlo, su voz ya no se oía como la de aquel dulce e inocente niño. No. Su voz era gruesa y tan profunda que volvió loco a Noah con solo oírla-Descansa Noah.
[...]
Con dificultad la puerta fue abierta, siendo el primero en pasar el pecoso, quién a paso rengo se detuvo al pie de las escaleras. La puerta fue cerrada por Greta, quién camino hasta parar a su lado, observando la inmensidad de las escaleras frente suyo-Yo puedo desde aquí, Greta.
-Noah-lo llamo con firmeza, con una voz similar con la que te hablaría tu madre cuando haces algo que no quiere que hagas-Ni pienses que re dejaré subir las escaleras, en la salida del hospital te costó bastante bajarte tres escalones, ¡Imagínate subirte todo esto!
El muchacho tan sólo rió al recordar la forma tan ridícula en la que bajo un par de escalones.
-No te preocupes, Greta, que aquí tengo una habitación en la planta baja-camino rengo hasta la entrada a esta y así poder mostrarsela, Greta podía llegar a ser bastante insistente con el tema-Vez. No tienes de que preocuparte, además ya tengo algo de ropa mía aquí.
Ella suspiro con pesades-Me preocupo porque eres mi amigo.
-Estare bien, Greta.
-Es que, la casa es la que me da escalofríos-explico-Siempre que vengo a tu casa siento como si alguien me quisiera matar tirándome desde el tercer piso.
-Exageras-solto un risa a lo bajo, sentándose en la orilla de su cama. Viendo como la mayor se volvía alterar.
-Siempre es mejor ser precavido-bramo firme. Suspiro in poco más tranquila, y le dijo, tomandolo del hombro-Solo... Llámame si ocurre algún percance.
-Voy a estar bien, Greta, no me va a pasar nada malo-dijo con una sonrisa, tranquilizando a la mayor.
-Eso espero.
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¿Niñero? ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉ Libro 1
FanfictionLos Heelshire buscaban una niñera para su hijo, Brahms, en preferencia una mujer. Pero nunca se imaginaron que un pequeño error de quien les presento la niñera haría que su idea de dejarle a una joven bella a su hijo para que este con él, en realida...